PEQUEÑO HOMENAJE A JULIÁN
Buenos días:
Soy S. M., la madre de dos de vuestras alumnas: C. R. M. y S. R. M.
No soy muy dada a publicar en redes sociales cosas personales. Solo lo hago con cosas muy importantes, y que deseo compartir.
El texto que os remito, es una de esas cuestiones importantes, que ayer quise publicar. Es éste:
Ayer falleció un profesor de mis hijas. Una verdadera lástima. Una persona joven. Una maldita enfermedad se lo ha llevado. Sé que mis hijas valoran y quieren bastante a sus profesores, pero ayer aún lo vi más claro, con la reacción que tuvieron ante tan dolorosa noticia. No tenían consuelo. Ayer aprendieron otra lección de la vida. Ayer vieron que todo el tiempo que han estado con él, lo bien que las ha tratado y que ellas le han tratado, las maravillosas lecciones que les dió, y que ellas gustosamente aprendieron, han servido para formarlas un poco más, para volver a sentir la importancia que tienen los maestros y profesores en sus vidas, y sobre todo, se han dado cuenta de que a la gente las cosas hay que hacérselas y decírselas en vida. Ellas lo hicieron. Ya les dije que no tenían nada que reprocharse, nada de que arrepentirse. Tenían que sentir pena, que es lo que anidaba ayer en sus corazones. La vida…muy puta cuando quiere, pero siempre nos puede dar algo que aprender.
Querido profesor, descansa en paz
Mi pequeño homenaje a Julián. Gran profesor y mejor persona.
Desde estas líneas quiero haceros llegar a todos mi más sentido pésame por su fallecimiento. Imagino cómo lo debéis estar pasando.
Y reitero una vez más mi agradecimiento hacia vuestro trabajo. Para mi, no tiene precio. No está lo suficientemente agradecido y menos lo está pagado.
GRACIAS, de las buenas, de las de verdad, de corazón. Porque sois grandes, y ayudáis a que nuestros hijos lo sean también.
Un beso muy fuerte para todos