Después de una mañana de actividades en la escuela austríaca, clase de filosofía, clase de español, taller de bailes tradicionales… y una última comida de hermanamiento entre los dos centros, llega la despedida con sentimientos encontrados. Por una parte la alegría de haber disfrutado de una fantástica semana en Austria y por otro lado con la tristeza de despedir esta primera movilidad Erasmus +, que no será la última, ya que en marzo recibiremos a los estudiantes de la isla de La Reunión.