Cuando mis compañeras me sugirieron la idea de escribir un artículo sobre la contribución científica en la revista del centro, la primera idea que tuve fue: “2019 Año Internacional de la Tabla Periódica”, genial, escribiría un artículo sobre la importancia de esa herramienta tan útil para los estudiantes de ciencias y que tanto “odian” todos porque hay que aprenderse un montón de letras y encima ordenadas por grupos y por períodos (la profesora no sabe lo que pide…), “eso es imposible”, dicen algunos. Pues muy a su pesar desde el departamento se insiste en su importancia una y otra vez, se incluye en la agenda, se pregunta, se incluye en exámenes y después de todo con mucho esfuerzo al final conseguimos que los alumnos de ciencias casi se la aprendan y que a los de letras, les suenen los elementos.
Pues para que veáis lo importante que es, se le dedica un año internacional, no un día ni una semana ni un mes:¡¡¡¡¡ todo un año!!!!!.
Para todo aquel que se dedica a la Química, es una herramienta estupenda, agrupa un montón de datos que nos son muy útiles y además relaciona propiedades de los elementos que tienen características en común (de ahí la insistencia en que se aprendan los grupos).
La podemos encontrar simplificada, expandida, en 3 dimensiones, digitalizada para sólo “pinchar” sobre el nombre y nos sale todo lo relacionado sobre el elemento seleccionado; en blanco o vacía (para los exámenes), sólo con los nombres, e incluso hay canciones sobre ella (rap); en definitiva de mil y una maneras diferentes para poder verla y usarla.
A quien debemos la forma actual es a un químico ruso, Dimitri Mendeleiev, quien propuso una estructura en la que dejaba una serie de huecos en donde indicó que ahí debía haber otro elemento, aún sin descubrir, con unas características que el ya preveía. El éxito de esta estructura que ordenaba los elementos en orden creciente de su número atómico (Z), está en esas predicciones, que luego se han ido confirmando a medida que se han ido descubriendo nuevos elementos y en que los grupos y períodos recogen elementos con propiedades y características similares, que se pueden comparar. Hay que pensar de qué años estamos hablando, entre 1834 y 1907, finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, sin ordenadores, ni teléfono, ni internet, ni calculadoras!!!!!
En definitiva creo que por mucho que se pueda decir sobre la utilidad de esta herramienta, vosotros seguiréis pensando: ya muy útil pero me la van a seguir preguntando una y otra vez…
Si he conseguido que prestéis atención a una tabla periódica, que no paseis de largo sobre ella y que os deis cuenta de que realmente es útil, este texto ha tenido ÉXITO. (Eso espero).
Juanita Rosales Hidalgo
Profesora de Física y Química
IES Miguel Hernández de Bigastro