El pasado jueves, 10 de marzo, nos dejaba Diana Pastor Samper. Ella fue alumna y miembro del primer grupo de línea en valenciano de nuestro centro, aquel que a tantos profesores y profesoras marcó.
La recordamos bonita, feliz y alegre. La recordamos mientras reímos y lloramos a la vez. La recordamos y la recordaremos siempre, porque aunque estas palabras no harán que vuelvo, sí que podrán conseguir que no se acabo de ir nunca.
Tierra, madre de todo, seas leve para Diana, puesto que ella lo fue para tú (adaptación de la Antología Palaciega VII, 461)