¡Fascismo nunca más!
Venidos de todo el País Valenciano, más de un centenar de alumnos de un buen puñado de institutos honrarán en Alcoy el juramento de los supervivientes del campo de Mauthausen, reivindicando “el espíritu de solidaridad y unión para continuar la lucha contra el imperialismo y el fanatismo nacional”. Representan a miles de compañeras y compañeros que, además de estudiar y hacer exámenes, mantienen viva la llama de los millones de ejecutados por la barbarie nazi, entre ellos 10.000 republicanas y republicanos españoles asesinados por sus ideas.
Algunos rastrean las historias de sus antepasados desde la guerra civil, pasando por los campos de refugiados franceses, hasta los campos de exterminio de Hitler. Otros aprovechan para reflexionar en torno a la condición humana: la dignidad de la persona, la libertad, el respeto, la expresión del Mal y la tozuda búsqueda del Bien, de la belleza y de la justicia. Hay quien impulsa en su pueblo la construcción de monumentos en recuerdo de las víctimas. O quien coloca Stolpersteine, humildes piedras contra el olvido, cerca de la que fuera la casa de los deportados.
Nosotros, dado que se nos da bien la música, hacemos conciertos conmemorativos donde interpretamos piezas relacionadas con el Holocausto y la deportación. El alumnado participa de concursos anuales de relatos y fotografías, redacta importantes trabajos de investigación y viaja a los campos, para después explicarlo en documentales. El objetivo es siempre el mismo, estudiar el pasado con los ojos mirando hacia el futuro.
Desde Mauthausen, desde Buchenwald, desde Ravensbrück, desde Sachsenhausen, desde Dachau o desde Auschwitz; las víctimas y supervivientes nos cuentan que todo empezó de la mano de la intolerancia y el discurso del odio. Y con el beneplácito de la neutralidad y la no intervención.
El racismo, la xenofobia, la homofobia o el machismo; que hoy, como ayer, se asoman a cada rincón; pueden reclamar la paternidad de esa barbarie. Los campos de exterminio y las cámaras de gas no fueron la obra personal de un loco. Se necesitan millones de complicidades e indiferencias para construir el infierno. Y sólo la labor paciente de la educación, la cultura, la tolerancia y el compromiso pueden derrotar a la ignorancia que engendra el fascismo.
Para el IES Andreu Sempere de Alcoy es un orgullo hacer de anfitriones, el próximo 10 de diciembre, en el III Encuentro de Jóvenes de la Red NUNCA MÁS, de Memoria y Prevención del Fascismo. Un grito de esperanza, cargado de futuro:
“¡Viva la solidaridad internacional! ¡Viva la libertad!”