IES Maestrat en colaboración con la asamblea comarcal de la Cruz Roja de Sant Mateu organiza
una recogida de productos de higiene y de limpieza.
Los productos en concreto los podéis encontrar en los carteles distribuidos por el centro o en las mesas ubicadas en la entrada del instituto, lugar donde se depositan.
Abierto a todo el mundo: alumnado, familias, profesorado …
Hasta el día 21 de diciembre.
Un año más, nuestro centro ha participado en la campaña «Alça el vol coeducant 25N”. La campaña de este año se denomina: «Una nova mirada» y su objetivo es hacer visible la violencia contra las mujeres, y priorizar la necesidad del buen trato y la comunicación no violenta para conseguir una sociedad más humana.
La comunidad educativa de la IES Maestrat ha participado en esta iniciativa haciéndose la foto ante el Photocall que el alumnado elaboró, y mostrando así, su rechazo a toda forma de violencia.
Desde aquí queremos dar las gracias a toda la comunidad educativa que con su trabajo e implicación han hecho posible que esta iniciativa se haya hecho realidad.
Por otro lado, con motivo del 25N, el alumnado de Artes Escénicas de 4.º de ESO, dirigido por su profesora Tica Abad, interpretaron en lengua de signos la canción de Rozalén “La Puerta Violeta”. La actuación, que se llevó a cabo el viernes 24 de noviembre, fue todo un éxito y recibió una gran afluencia de público. Desde aquí animamos al alumnado de Artes Escénicas a que nos continúan sorprendiendo con sus fantásticas actuaciones.
Laura Doménech Vidal Coordinadora de Igualdad y Convivencia
Joan Vidal Sogues. Alumno 2n CFG Superior Administración y Finanzas.
No fui consciente de que me iba yo solito a Italia, hasta que estaba subido en el avión dirección a Milán, sin entender ninguna palabra de lo que hablaba la gente que tenía al lado. Gracias al profesorado del IES Maestrat pude participar en el programa “Erasmus +” en la ciudad de Brescia. La Italia de las películas se iba a convertir en mi casa durante los próximos dos meses y no me había mentalizado. La oportunidad de vivir esta experiencia, de hacer mis prácticas formativas en el extranjero, prometía muchísimo. A continuación, compartiré algunas de las experiencias más destacadas de mi viaje.
Al aterrizar en el aeropuerto de Orio al Serio, me sentí superperdido, ya que no hablaba el idioma y no sabía dónde estaba ni dónde iba. Los primeros días fueron de descubrimiento y adaptación. Solo llegar a Brescia conocí a dos chicos que me indicaron cómo ir a mi hotel. Al día siguiente me fui a explorar toda la ciudad, desde los monumentos romanos, pasando por la zona de tiendas hasta los callejones con acogedores bares y restaurantes. Tras recorrer gran parte de la ciudad, encontré una tienda de gastronomía siciliana en la que comí estupendamente. Más tarde, fui a devolver las llaves de mi habitación del hotel porque ya tenía un piso donde establecerme.
A los pocos días de llegar, entré en la empresa OMB SALERI S.P.A., una empresa dedicada a la producción de válvulas y elementos metálicos para la industria del automóvil. Tras recibirme con los brazos abiertos y enseñarme todo lo que era y hacía la empresa me asignaron un puesto de trabajo en el departamento de ventas con cuatro compañeras estupendas y un jefe de departamento muy enrollado. En la empresa, me ofrecieron la oportunidad de realizar clases de inglés durante horas de trabajo, las cuales no rechacé. También me dejaron una bici eléctrica para ir de casa a la empresa y volver. La gente de la empresa era muy amable, todos me saludaban y me daban la bienvenida. En el trabajo no tuve ninguna queja. Stefano, mi jefe, me mandaba lo que tenía que hacer, me enseñaba como quería que lo hiciera y, en caso de duda, preguntaba a Genny o a Linda, las compañeras con las que más amistad hice. Realicé distintas tareas como contactar con clientes potenciales del mercado sudamericano, realizar análisis de situación de empresas, contestar llamadas telefónicas y enviar ofertas a clientes.
Brescia se me hizo pequeña en pocos días, por lo que decidí viajar a varias ciudades para conocer más sobre este país. Primero, viajé a Venecia con un compañero de trabajo, luego visité pueblos cercanos como Verona y el Lago de Garda. De repente, llegó Pascua y tenía 5 días de fiesta, los cuales aproveché para irme de viaje a Bruselas y Ámsterdam con un amigo. Al finalizar ese viaje, fui a Milán porque me venía de paso y, sin duda, fue el mejor destino de todos.
A las tres semanas de estar allí, conocí a un grupo de estudiantes españoles con los que hice amistad. También vinieron a verme mis amigos de toda la vida (con los que me fui a Milán). También vinieron Aitana y Ana, dos profesoras de mi instituto con las que fuimos a ver monumentos y a tomar algo por las calles de Brescia.
Aprender italiano fue más fácil de lo que pensaba, ya que al estar casi todos los días escuchando hablar a mis compañeros de trabajo, cada día aprendía unas cuantas palabras más. También empecé a ver series y escuchar música en italiano, lo que me facilitó el aprendizaje, que para dos meses que estuve creo que fue muy bueno.
Mi movilidad Erasmus en el norte de Italia ha sido una muy buena experiencia en mi vida. Me permitió crecer académica, cultural y personalmente. La oportunidad de conocer gente diferente, aprender un nuevo idioma y explorar lugares impresionantes hizo que este viaje fuera único. Me hubiera gustado quedarme.
English version
Joan Vidal Sogues. Student of Business Management and Finance
I didn’t realise that I was going to Italy on my own until I was on the plane to Milan, and I didn’t understand a word of what the people next to me were saying. Thanks to the teaching staff of IES Maestrat, I was able to take part in the «Erasmus +» programme in the city of Brescia. The Italy of films was going to become my home for the next two months, and I had not prepared myself for that. The opportunity to live this experience of doing my internship abroad promised a lot. Below, I will share some of the most outstanding experiences of my trip.
When I landed at Orio al Serio airport, I felt really lost as I didn’t speak the language, and I didn’t know where I was or where I was going. The first days were a time of discovery and adaptation. As soon as I arrived in Brescia, I met two guys who showed me how to get to my hotel. The next day, I went to explore the whole city: the Roman monuments, the shopping area, and the alleys with cosy bars and restaurants. After wandering around much of the city, I found a Sicilian food shop where I had a great meal. Later, I went to return the keys of my hotel room as I already had a flat to move into.
A few days after my arrival, I went to OMB SALERI S.P.A., a company dedicated to the production of valves and metal parts for the automotive industry. After welcoming me with open arms and showing me what the company was and what it did, I was assigned a job in the Sales Department with four wonderful colleagues, and a very friendly head of department. In the company, they offered me the opportunity to take English lessons during working hours, which I did not refuse. They also gave me an electric bike to go from home to the company and back. The people in the company were very friendly. They all greeted me and welcomed me. At work, I had no complaints at all. Stefano, my boss, told me what I had to do, showed me how he wanted me to do it, and in case of doubt, I asked Genny or Linda, the colleagues with whom I made the most friends. I carried out different tasks such as contacting potential clients in the South American market, analysing the situation of companies, answering phone calls, and sending offers to clients.
Brescia became too small for me in a few days, so I decided to travel to several cities to learn more about this country. First, I visited Venice with a workmate, then I visited nearby towns like Verona and Lake Garda. Suddenly, Easter arrived, and I had 5 holiday days, which I used to go on a trip to Brussels and Amsterdam with a friend. At the end of that trip, I visited Milan because I was passing through, and without a doubt, it was the best destination of all.
Three weeks after being there, I met a group of Spanish students, and we made friends. Besides, my lifelong friends (the ones I went to Milan with) visited me, and Aitana and Ana, two teachers from my high school, also came, and we went sightseeing and had something to eat in the streets of Brescia.
Learning Italian was easier than I thought it would be. As I was almost every day listening to my workmates talking, I learned a few more words each day. I also started to watch series and listen to music in Italian, which made it easier for me to learn the language, and for the two months I was there, I think my learning was pretty good.
My Erasmus mobility in Northern Italy has been a very good experience in my life. It allowed me to grow academically, culturally and personally. The opportunity to meet different people, learn a new language and explore amazing places made this trip unique. I didn’t want to leave.
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