Previamente a la definición de nuestros rasgos de identidad tuvimos en cuenta, no solo las características del contexto del I.E.S. Velas e Vientos, sino también las necesidades educativas que se derivarían. En este sentido, justo es decir que nuestros alumnos provienen de un entorno caracterizado por los siguientes aspectos:
El entorno urbano del I.E.S. Velas e Vientos se concentrado; el área de influencia que alcanza el nuestro Centro en en cuanto a la escolarización obligatoria incluye dos zonas diferenciadas, el Grado y la Playa.
El primero responde a un tipo de hábitat tradicional, como tradicionales han sido las actividades económicas de las familias que aquí viven.
El segundo, la Playa, está urbanizada como un área de veraneo que hasta no hace muchos años era tan solo habitada durante las épocas de vacaciones, ya fuera por gente forània, ya por gente de Gandia que todavía mantiene la costumbre de vivir todo el año en un piso en el pueblo y trasladarse en verano a un apartamento de la playa. Con el gran aumento de la inmigración de los últimos años, la playa está habitada cada vez más todo el año y las actividades económicas son las de una zona de turismo y servicios, hostelería y construcción.
La actividad económica tradicional de Grado, la pesca, todavía se mantiene, por más que la dureza que compuerta y la inseguridad del rendimiento han hecho que despacio se vaya tirando residual.
La mayor parte de los alumnos viven al Grado y el servicio de autobús escolar existente hasta el curso 2006-07 dejó de existir por carencia de usuarios.
El I.E.S. Velas e Vientos se encuentra junto a la carretera que constituye el límite urbanizado de la playa, junto a las dependencias de la sede gandiana de la Universitat Politècnica de València, de la que estamos separados tan solo por una acequia que lleva el agua del marjal al Barranco de San Nicolau y al puerto de Gandia. Estamos, claro, cerca de la playa, y no demasiado lejos del centro comercial y social del Grado.
Para la comunicación exterior dependemos del transporte urbano de Gandia, que hace un servicio basta frecuente y del tren Gandia-València que a primera hora, a mediodía y al anochecer alarga su recorrido desde la estación de Gandia hasta apeadero del Grado.
Desde el punto de vista social y económico, la población es muy variada: a las familias tradicionales de pescadores tenemos que añadir los inmigrantes de los más varios orígenes, de pueblos del alrededor, del resto del País Valenciano y de toda España, emigrantes devueltos, sobre todo de Francia, y la más reciente inmigración de Sudamérica (Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina) y del Este de Europa (Polonia, Bulgaria, Rusia, Lituania).
Los habitantes del Grado continúan utilizando el valenciano, pero la integración se hace, a pesar de los esfuerzos de los centros educativos públicos y de las instituciones sociales y políticas del Grado, más en Castellano que en Valenciano.
Hay que señalar que entre el sector de los padres hay un porcentaje bajo de profesiones resultantes de formación universitaria.
Desde el punto de vista lingüístico, nuestros alumnos viven en una sociedad donde conviven dos lenguas oficiales -Valenciano y Castellano -, de las cuales la primera es la lengua propia de la población. En lo referente a esto, y en cuanto a los ámbitos coloquiales, la lengua vehicular es la valenciana. En los ámbitos formales de la administración la lengua dominante sigue siendo el Valenciano. Pero el futuro de la relación del uso de las dos lenguas no se presenta optimista para el Valenciano. En este sentido, nuestro centro educativo pretende suplir estas carencias y la concreción de las medidas que adoptan se encuentra a nuestro Proyecto de Normalización Lingüística.
En cuanto al nivel económico, es de clases medianas, pero muy sensible a los vaivenes de las crisis de la construcción, el turismo y las finanzas, sin muchas diferencias tampoco de poder adquisitivo.
Ideológicamente, nos encontramos con una sociedad plural que tiene mucho a gala un cierto sentimiento de identidad ligado a su radicación al Grado.