Florencia, cuna de la ópera

Job shadowing al Institute Salvemini-Duca de Aosta de Florencia.

La semana del 29 de Noviembre al 3 de Diciembre, las profesoras Gemma Sanchis, Rosa Muñoz y Pilar Ferrandis tuvimos la oportunidad de asistir a una serie de clases en el centro CTI Salvemini-Duca de Aosta de Florencia como observadoras de su actividad docente dentro del programa Erasmus + Mirar Europa.

Quedamos cautivadas ante una ciudad que respira cultura en sus museos y en sus calles. Los edificios renacentistas parecían decorados bajo el frío y la lluvia que le daban un color peculiar y un olor legendario. Pero el lunes había que bajar a la realidad y entrar en un centro donde nadie te conoce y pocos te esperan. Con mucha decisión presenciamos clases de castellano, donde el alumnado tenía un fuerte conocimiento no solo de la lengua sino también de nuestra cultura. Además, sus preguntas siempre iban por el camino de conocer nuestras tradiciones y costumbres. Otras clases nos prepararon exposiciones de su estimada Florencia y sus alrededores. Así que les hicimos caso y fuimos a visitar la basílica de San Miniato al Monte (ejemplo de románico en la Toscana) y el pueblo de Fiesole, lugares desde los cuales se puede disfrutar de la belleza y magnitud de la ciudad.

Encontramos un alumnado muy activo y dispuesto a la participación, a pesar de que no se veía mucha tecnología en las aulas. Solo aquellos alumnos con problemas de dislexia tenían a su alcance un ordenador para coger los apuntes. La mayoría de las clases las podríamos definir como clases magistrales con la ayuda de proyector. No todas las clases tenían una buena acústica y, por eso, algunas tenían viejos paneles de insonorización. Y hablando de acústica, pocos sabían que su ciudad era la cuna de la ópera y de la Camerata Fiorentina o de Bardi, a pesar de nuestro esfuerzo para encontrar la placa conmemorativa de este acontecimiento en la ciudad. De entre todas las aulas hay que destacar la que denominan «aula histórica»: se trata de una aula con largos bancos de madera a modo de un anfiteatro, que recuerda que el centro fue construido para alfabetizar y formar a los obreros que fabricaban lentillas.

Encontramos unas jóvenes profesoras muy profesionales, con ganas de hacer y compartir, a la vez que llevan adelante la tarea de madres. Encontramos un sistema educativo que después de los cinco años de la primaria, hace pasar al alumnado por la Schuola Secundaría Inferiore antes de conducirlos al llamado Liceo o al Instituto Técnico, que es el nivel que nosotros visitamos. Esta idea nos pareció muy conveniente para el desarrollo del alumnado. Y encontramos una serie de actividades organizadas por el Estado a fin de ayudar a los jóvenes a superar este momento de la pandemia. Se trata de actividades de senderismo, visitas culturales, actividades deportivas, campamentos para discapacitados, tertulias en el Instituto Cervantes y en el Instituto Francés con la clara voluntad de recuperar la socialización de las personas.

Y con todas estas observaciones y aprendizajes volvimos a nuestro centro junto a nuestros compañeros, a los cuales queremos agradecer su esfuerzo para cubrir nuestras horas lectivas de esa semana y a la dirección su apoyo.