El pasado 17 de mayo en el IES HAYGÓN, hemos celebrado el Día Internacional contra la violencia LGTBI. Entre las actividades que se realizaron en nuestro centro pudimos disfrutar de la inauguración de un mural de grandes dimensiones, que representa la lucha del colectivo. Dicho mural ha sido realizado por el alumnado de 2º Bach artístico del centro, coordinado por la profesora Carolina Romero Labrador.

Dicha inauguración estuvo acompañada de la lectura de un manifiesto, elaborado por la orientadora, Elena Giménez Fernández. Este manifiesto que se puede leer a continuación fue leído por dos alumnas de nuestro centro.

Cabe destacar una de las actividades que se vienen realizando desde el principio de curso por parte del departamento de orientación, son charlas de diversidad sexual y de género así como prevención de homofobia impartidas por la orientadora Juana García Muñoz. Ese día se sumaron a las charlas el alumnado de segundo de bachillerato de artes, que explicaron de forma emotiva y pedagógica su perspectiva del tema en el centro y fueron un ejemplo de la convivencia pacífica y respeto a la diversidad.

Todas estas actividades son un punto de partida y encuentro entre diversos departamentos, convivencia y orientación.

MANIFIESTO

Hoy es 17 de mayo, Día Internacional contra la LGTBIfobia. Algunas personas todavía se preguntan por qué hay que poner días como el de hoy. No es un día de celebración, es un día de reivindicación. Reivindicamos el derecho de las personas a pensar y sentir libremente, sin miedo, sin acoso, sin amenazas.

Desde este centro lo decimos alto y claro: quien acosa, quien ejerce la violencia contra aquellos que piensan y sienten diferente sea por el motivo que sea, son cobardes, porque lo único que demuestran es su necesidad de llamar la atención. Por fuera aparentan ser más fuertes, pero por dentro son frágiles, porque quien de verdad se quiere a sí mismo no hace daño a los demás.

La naturaleza es compleja y diversa y existe tanta diversidad como seres humanos hay en el planeta y nadie, absolutamente nadie tiene la verdad absoluta de cómo deben ser las cosas. Puedes no entenderlo, pero al menos respeta, así no serás cómplice ni culpable de provocar que una persona pueda sentirse mal. Porque el odio mata, pero el amor no, por eso vive y deja vivir, ama y deja amar.