El curso comenzó como comienzan todos los cursos, con nervios en el estómago y alguna q otra duda. Recogimos agujas de pino e hicimos unos erizos con plastilina. Las sonrisas comenzaron a diluir esos nervios y la creatividad a disolver las dudas. El curso sería como ese erizo… cuestión de ponerse. ¡Y nos pusimos!
Todo iba como de costumbre cuando, de repente, el mundo entero se vio obligado a trabajar en equipo, a cooperar por un bien común. A no poder estar fuera para poder estar dentro. Y desde dentro encontrar el tesoro escondido en cada uno de nosotros. Una gran fuerza y energía capaz de impulsarnos para conseguir aquello q nos proponemos.
Y nos propusimos seguir en contacto y hacer del confinamiento una oportunidad. Una oportunidad para conectar con las familias desde otra perspectiva. Una en la que cada familias ha podido vivenciar y sentir lo importante que es la familia en el proceso de enseñanza -aprendizaje de sus hijos-as; sin ellas no hay escuela.
Familia y escuela juntos hemos sido partícipes de una aventura para recordar.
Esa aventura llega a su fin y las tutoras de primero deseamos que paséis unas felices vacaciones y agradecer vuestro esfuerzo. Os dejamos los enlaces a unos vídeos que hemos preparado con mucho cariño como fiesta de fin de curso.
Un abrazo.
