En la etapa de Secundaria B, nos hemos montado nuestro pequeño huerto urbano. El cuidado de las plantas nos acerca a la naturaleza y fomenta la responsabilidad generando hábitos de autonomía, de cooperación entre nosotros y nos ayuda a desarrollar la tolerancia y frustración ante los problemas que puedan surgir en las nuevas tareas. También nos ayuda a crear hábitos de alimentación saludable, es muy importante conocer la variedad de frutas y verduras y la procedencia de los alimentos que comemos. Nos sorprende ver cómo, de una pequeña semilla, puede llegar a convertirse en un alimento. Hemos plantado: berenjenas, pepinos, tomates, ajos, cebollas y calabacines. También nos hemos atrevido a plantar unas semillas de flores, estamos impacientes por ver cómo crecen.
Construimos la estructura del huerto con ayuda de los compañeros del Taller de madera.Lo rellenamos de sustrato.Pasamos un buen rato rellenando el contenedor del huerto.Llenamos las macetas con una pala y el sustrato.Ponemos las semillas de las flores con mucho cuidado.Estas semillas son muy pequeñas.Las berenjenas y calabacines al sol.Le hemos puesto un palo a la tomatera para que crezca sin caerse.El calabacín es el que más ha crecido…de momento.Nos entretiene mucho cuidar de nuestro pequeño huerto.
En honor al día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia, el aula 6 de Secundaria A decidió investigar a una pionera y referente en la lucha contra el cambio climático: Rachel Carson.
El 11 de febrero se conmemora el legado de la científica cuyo trabajo revolucionario sigue inspirando acciones ambientales en todo el mundo. Como parte de la investigación, aprendieron sobre uno de los trucos de Rachel Carson para proteger el medio ambiente: la creación de un insecticida natural utilizando la camomila. Con curiosidad y entusiasmo pusieron en práctica este método en el huerto escolar. Este insecticida natural permite colaborar activamente en la preservación del planeta, protegiendo nuestros cultivos sin recurrir a productos químicos dañinos.
El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia brinda la oportunidad de recordar el papel que desempeñan las mujeres en el avance del conocimiento científico y la protección del medio ambiente.
¡Gracias al aula 6 por compartir esta actividad tan chula!
Los estudiantes de secundaria han empezado juntos un huerto escolar, sembrando semillas de habas y guisantes, acompañadas de cebollas, fresas, ajos y acelgas. Este proyecto no solo ha agregado un toque de verde a nuestro entorno, sino que también ha trabajado las relaciones sociales y el espíritu de equipo entre nosotros.
En nuestro rincón verde, cada día se convierte en una nueva oportunidad para aprender y crecer. Regamos con esmero nuestras plantas y les brindamos el cuidado necesario para que crezcan. La colaboración en el cuidado del huerto no solo nos ha enseñado sobre la importancia de la responsabilidad, sino que también ha fortalecido nuestras relaciones sociales. Trabajar en equipo, compartiendo conocimientos y apoyándonos mutuamente, ha creado lazos entre todos.
La alegría que sentimos al ver crecer las plantas es un recordatorio de que nuestro esfuerzo y dedicación están dando frutos. Cada brote es una pequeña victoria que nos llena de satisfacción y nos motiva a seguir cuidando nuestro espacio.
Además de ser una actividad práctica y educativa, el trabajo en el huerto escolar se ha convertido en un punto focal para aprender sobre la naturaleza, la sostenibilidad y la importancia de cuidar nuestro entorno. Estamos comprendiendo cómo nuestras acciones diarias pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente.
En resumen, nuestro huerto escolar no es solo un lugar donde crecen plantas; es un espacio donde florecen las amistades, la cooperación y el amor por la naturaleza. Estamos emocionados por el viaje que tenemos por delante, esperando con entusiasmo la cosecha que nos aguarda.🌱✨
