Justamente hace veinte años estuve estudiando un curso escolar en la Universidad de Montpellier gracias al programa Erasmus. Dos décadas más tarde he tenido la oportunidad de participar en una movilidad Erasmus+ durante una semana en el Lycée Joffre de Montpellier, un centro educativo de referencia en el sur de Francia gracias a su enfoque internacional, su sólida estructura académica y su compromiso con la inclusión. Esta experiencia, orientada al desarrollo profesional del profesorado, me ha permitido conocer de primera mano nuevas metodologías pedagógicas, mejorar mi competencia lingüística en francés y profundizar en modelos educativos innovadores aplicables a mi práctica docente.
Como profesor de educación física de la opción plurilingüe en francés, uno de los principales objetivos de esta movilidad era observar cómo se desarrolla la enseñanza de una segunda lengua en contextos reales y también cómo se enseña mi asignatura en francés. Durante la semana asistí a varias sesiones de educación física, donde pude analizar el uso del lenguaje en la instrucción, así como las estrategias didácticas utilizadas por mis colegas franceses para el desarrollo de diversas situaciones de aprendizaje. Esta observación me permitió identificar fórmulas concretas que ya he comenzado a introducir en mis clases.
Por otro lado, también participé en clases de Español como Lengua Extranjera (ELE) en distintos niveles, lo que me permitió observar metodologías activas como la gamificación que refuerzan la motivación del alumnado y promueven el uso real de la lengua. A partir de estas observaciones, pude participar en varias clases proponiendo varias dinámicas lúdicas con el objetivo de consolidar vocabulario y practicar la expresión oral. Asimismo, he diseñado propuestas concretas para integrar este tipo de enfoques en mi área, fomentando así un aprendizaje más dinámico, significativo y centrado en el alumno.
Uno de los aspectos más enriquecedores de la movilidad fue el acercamiento al trabajo de inclusión educativa que se desarrolla en el Lycée Joffre. Tuve la oportunidad de observar clases adaptadas para alumnado con discapacidad auditiva, en las que se integraba un intérprete de lengua de signos francesa (LSF) en el aula. Además, el centro ofrece lengua de signos como asignatura optativa, lo que promueve una comunidad educativa más empática, accesible y abierta a la diversidad funcional. Esta experiencia me permitió reflexionar profundamente sobre cómo adaptar mis propias prácticas para garantizar el acceso y la participación de todo el alumnado, independientemente de sus capacidades. En definitiva, la calidad de la acogida en el Lycée Joffre, la disponibilidad del profesorado y la excelente organización del programa Erasmus+ han facilitado en gran medida que mi job shadowing haya sido un éxito. Esta experiencia ha sido, sin duda, transformadora y me ha motivado para seguir aprendiendo, colaborando con otros docentes a nivel europeo y compartiendo con mis compañeros/as del IES Serpis los aprendizajes adquiridos. La movilidad Erasmus+ no solo ha enriquecido mi desarrollo profesional, sino que ha reforzado mi compromiso con una educación de calidad, innovadora, inclusiva y abierta al mundo. Como decía John Cotton Dana “quién se atreve a enseñar nunca debe dejar de aprender”, privilegiada responsabilidad.
Texto: prof. Jesús Simón
