TEO VAQUERO 1ºESO G
MARCOS LÓPEZ 1ºESO G
ANA PÉREZ 1ºESO C
INÉS LOZANO 1ºESO G
LEONOR SANDÚ 1ºESO G
OCTAVIO NAVARRO 1ºC
PRÓLOGO: La muerte del rey
Todos los curanderos del castillo real de Galnis subieron a la torre del homenaje cuando empezó a correr la voz de que el rey estaba enfermo y su vida pendía de un hilo.
Debido a su avanzada edad, el soberano había contraído una enfermedad que los sabios no habían podido curar hasta el momento. Hacía poco tiempo (unos minutos) que el rey había empezado a convulsionar, alertando a todos los médicos del castillo. En la habitación se encontraba en ese momento el anciano rey, tosiendo y sudando; los curanderos observando al maltrecho gobernador; los sirvientes que andaban de acá para allá; y el príncipe Ahor, heredero del trono de Äldaron.
Los curanderos acababan de comunicarle al príncipe que la enfermedad de su padre no conocía cura y que muy pronto él sería el nuevo rey.
Ahor no tuvo tiempo para pensar en ello, ya que se arrodilló frente a la cama de su anciano padre.
– ¡Padre!- dijo. –Padre, no. ¿Qué puedo hacer para salvarlo?
– Na-da-dijo el anciano rey entre toses. Sin embargo, acto seguido se le iluminó la mirada. – La Flor de Fuego.
-¿Qué ha dicho padre?
– ¡La Flor de Fuego!- respondió el moribundo.- Debes encontrar la Flor de Fuego.
Ahor no pudo pensar en el mensaje de su padre, ya que el corazón del monarca dejó de latir, y el heredero ahogó un llanto.
1. EL APRENDIZ
A los habitantes de Äldaron, como a muchos (prácticamente a todos) Reinos del Norte, no les gustaban los magos. Esa era una certeza que había pasado de generación en generación, y que solo los niños más pequeños osaban cuestionar en voz alta. De hecho, odiaban tanto la magia que su reino estaba construido en un lugar completamente aislado del maravilloso “mundo de las hadas”. Odiaban tanto a los magos que, como dijo el bufón de Ahor VII, el Justo, “mago que ves, mago que acaba en la hoguera”.
Los magos, al mismo tiempo, odiaban a los hombres normales y, por esa razón, de vez en cuando realizaban algún altercado.
Pero vamos a dejar la historia y los altercados contra los magos y volvamos a la historia. Correría el año 3.028 d.G., cuando un aprendiz de curandero llegó al Castillo real de Galsis. Había sido llamado por los mensajeros del rey a que visitara la ciudad (por alguna razón oculta) y dejara su vida humilde en los montes.
El joven curandero desconocía la razón, pero no necesitaba que le dijeran nada para saber que su invitación estaba ligada a la muerte del anterior rey, un año atrás.
En ese mismo instante, un carruaje estaba entrando en la ciudad capital. El joven aprendiz era un muchacho de pelo lacio y castaño, tez pálida y unos atractivos ojos azules que se veían trucados rotundamente por una desagradable mueca que hacía con la boca cuando algo le desagradaba. En ese momento, esa mueca estaba implantada en su rostro, ya que detestaba la vida en la ciudad. Los pobres, los ricos, las grandes casas, los mercados… Lo peor de todo, pensaba el curandero, era que no todos se conocían.
Al fin llegó al castillo, que se encontraba en el extremo norte de la ciudad sobre un peñasco. El aprendiz bajó del carruaje y subió unas empinadas escaleras, hasta llegar a las puertas. Estas se abrieron de par en par y dejaron pasar al curandero que, guiado por un guardia, se adentró en el castillo.
Primero cruzaron la puerta principal y caminaron por un largo pasillo, para luego subir unas escaleras laterales hasta un pasillo más estrecho aún. Al final del corredor había una gran puerta que ambos cruzaron. En el interior había una pequeña sala con unas ventanas que daban a las montañas. Las paredes estaban forradas de estantes llenas de libros y, en el centro de la sala había una pequeña mesa de madera con tres sillas a su alrededor.
En dos de ellas (la de detrás del escritorio era de ellos) estaban sentadas dos personas. La primera de ellas (la de la silla de atrás) era un hombre de mediana edad, parte distinguida y ojos distraídos de color marrón. Su cabello castaño y canoso era muy exuberante, y no solo por su espesa barba, sino porque no había perdido ni un solo cabello en la cabeza. Vestía hermosos ropajes de seda y su cabeza la adornaba una tiara de oro.
El otro hombre era un anciano de tez rosada y una espesa barba gris, completada por unos ojos de color azul grisáceo. Vestía una austera y andrajosa túnica parda, sin más adorno que un collar de plata.
A un solo gesto del hombre de la tiara, el guardia se fue, cerrando la puerta tras de sí. Después invitó al curandero que se sentara y comenzó a hablar.
–Bienvenido-dijo. Su voz era agradable, pero tartamudeaba un poco.- Yo soy Alhor, rey de Äldaron y este– señaló al anciano- es Arthuron, el Gran Curandero Real. Sin embargo, aún no conocemos tu nombre…
–Habir– se apresuró a decir el joven curandero. Después inclinó la cabeza ante su soberano.
–Levántate-dijo Alhor, modesto.- Puede que ahora sea necesario que te arrodilles ante mí, pero si cumples la misión que voy a encargarte, seré yo el que tendré que arrodillarme ante ti.
Habir se sorprendió un poco ante el comentario del rey y únicamente pudo decir:
– ¿Qué misión es la que me va a encomendar?
El soberano hizo una seña al Gran Curandero, que empezó a decir:
–Como ya sabrás, hace un año murió Ullion, el anterior rey, a causa de su avanzada edad.
Habir asintió con la cabeza.
–Yo le pregunté si él conocía alguna cura para su enfermedad-prosiguió Alhor- y él solo dijo una frase: “La flor de Fuego”.
El soberano hizo una pequeña pausa, como si quisiera que Habir reflexionara.
–Durante este tiempo-siguió diciendo- estuve estudiándola y descubrimos que se trata de una planta mágica que puede curar cualquier enfermedad, pero no la muerte.
“Entonces empezamos a pensar que lo que quería mi padre al mencionar la flor no era que le reviviéramos, sino que con ella curásemos a la gente del reino. Sin embargo, la Flor de Fuego no está al alcance de todos, ya que solo se encuentra en los Montes de Norial, al otro lado del mundo de las hadas. Así pues, hemos decidido enviarte para que tú la consigas en compañía de esa guarnición de guardias.
Habir solo fue capaz de decir:
– ¿Por qué yo?
– Sabemos– dijo Arthuron- que cuando eras niño tuviste un encontronazo con unos magos y saliste ileso. Pensamos que se trata de alguna habilidad contra la magia, y opinamos que tú serías la mejor opción para el puesto. Así pues, ¿aceptas?
Habir lo pensó un momento. Siempre había querido salir al mundo de las hadas, pero no recordaba lo ocurrido aquel día, once años atrás.
–Sí– dijo al fin.- Acepto.
CONTINUARÁ…
Inicio de la novela Flor de fuego, Álvaro Navarro Palazuelos 1ºESO A
El pasado viernes 9 de junio todos escuchamos por megafonía, un par de minutos antes del inicio del cambio de clase con los temas de Tina Turner, el recitado de poemas compuesto por los alumnos de 4ºC, 4ºE y PR4 a cargo de nuestra compañera María Álvarez Pérez, en un día muy especial al que se ha llamado «Día de la poesía».
A continuación, se recoge el audio de cada uno de los poemas para que los volváis a disfrutar las veces que queráis.
¡Buen trabajo, chic@s!
Los alumnos de 2ºESO C y 1ºESO G han mostrado su visión personal acerca de la vida partiendo de los primeros versos inolvidables del poema «Palabras para Julia» de José Agustín Goytisolo.
La vida es una canción de esperanza,
que se desliza en tus sueños sin cesar,
con susurros de amor y una danza,
que en cada latido te invita a volar.
En cada aurora encuentra tu mirada,
un reflejo de estrellas en tu ser,
donde el universo cobra vida
y el corazón se deja florecer.
Julia, con tus ojos de luna brillante,
transformas la tristeza en melodía
y con tus sueños, en vuelo constante,
nos guías hacia un nuevo día.
Ingrid García
La vida es un eco de verdades y engaños,
un espejo que refleja la dualidad,
nos muestra risas y lágrimas entrelazadas,
y nos guía por caminos de diversidad.
Hay momentos de triunfo y logros brillantes,
donde nuestros sueños parecen alcanzables,
pero también hay fracasos y desilusiones,
que nos enseñan a ser fuertes e inquebrantables.
Así, abracemos la realidad de la vida,
con sus altibajos y misterios sin medida,
aprendiendo a ser valientes y a aceptar
que en cada vivencia se encuentra nuestra vida.
Iduna Hernández
La vida es un lugar en el puedes desplegar
tus alas de sueños y volar alto,
sin miedo al caos,
sin miedo a la caída.
En cada caída aprenderás
a ser más fuerte
y aprenderás
a levantarte con más fuerza.
Así que, hija mía,
aprende a volar sabiendo
que cuando caigas,
volarás más alto.
Daniel Galiana
La vida es dolorosa
y, a veces, ansiosa.
La vida no es todo
color de rosa.
La vida es bonita
y también graciosa.
Y yo te ayudaré
a hacerla hermosa.
Aitana Sánchez
La vida es como un mar profundo.
A veces, te sentirás como si te estuvieses hundiendo.
Y otras como si estuvieses en la cima del mundo.
Cuando sientas que la vida
te es imposible,
recuerda que siempre habrá alguien
que te hará sentir libre.
Amaya Beltrán
La vida es un bucle inmenso
en el que tú sola te adentrarás
y tus miedos superarás.
Alfileres sentirás,
pero los conocerás y los arrancarás.
Oliendo flores te encontrarás.
Deliciosos y dulces olores buscarás.
Solo te digo una cosa más.
Hija mía, esto no lo olvides jamás.
Al fin y al cabo, esta desgracia
es tan solo una gracia.
Ainhoa Serna
Pienso mientras estoy en este agujero
que no podré salir.
No guardes rencor a
los que me encerraron.
La vida es un regalo,
¡aprovéchalo!
¡Vive feliz!
Disfruta tu niñez
y vive tu vejez.
Te quiero.
Rodrigo Alonso
La vida es mágica,
llena de alegrías,
llena de paradas,
con una pizca de amor.
La vida contribuye a la soledad,
a la amistad y al amor.
A la vida hay que tener piedad,
hay que pedir perdón.
La vida lo es todo,
y todo vale.
Alberto Ruíz
No sabemos dónde podría estar, ni si el virus le había dado poderes. Era como un escape de laboratorio (literalmente). Ikioko se sentía peor que otros días. Sin saber si había pasado algo ya se sentía culpable de muchas muertes, era como un presentimiento, y no podía hacer nada para evitarlo. Cnya tenía la mente bloqueada, no podía pensar en nada, todo había sido muy rápido. Ikioko reflexionaba que no tenía que pasar nada ya que las podría haber matado a ellas, pero no lo hizo, pero ¿entonces para qué iba a necesitar esa hacha? No entendía nada, ¿las necesitaría a ellas para algo? ¿Se sentiría mal si las mataba? No sabía qué podía pasar por la cabeza de una persona así, ni siquiera se había parado a ver de qué trataba el virus de Kumei, así que cuando se le ocurrió fue a ver qué había escondido para hallar más pistas. Lo que encontró la dejó sin palabras, no había ninguna inteligencia artificial ni persona capaz de haber hecho esa programación tan compleja. Podía entender lo que le habían metido en la cabeza a su creación, pero ¿qué o quién es tan inteligente como para haber hecho eso y por qué? Eran demasiadas preguntas, y de momento tenían una sola respuesta.
Aquella noche, Ikioko no pudo dormir, estuvo toda la noche pensando en lo que había hecho y cómo solucionarlo.
Al día siguiente, de camino a la universidad, se iba fijando en si habría alguna pista de donde podría estar Kumei, pero no encontró nada. Cuando llegó a la universidad no dijo nada en todo el día, estaba tan pendiente de aquel incidente que incluso vomitó dos veces de lo mal que se encontraba.
Kumei no sabía dónde se encontraba, se estaba poniendo muy nerviosa, y eso sería horrible por lo que pasará más adelante.
Mientras Ikioko estaba en la universidad, Cnya decidió salir a buscar a Kumei. No sabía qué hacer si la encontraba, probablemente la quisiese atacar, pero ella no tenía nada con lo que defenderse. Sin embargo no pensó en ese detalle y salió a buscarla de inmediato.
Ikioko lloró en varias ocasiones, pero nadie se percató de ello, era como si fuese invisible en aquel lugar, no sentía que encajase allí. En la asignatura en la que tenían el trabajo en equipo, el profesor empezó a preguntar a un miembro de cada grupo algo relacionado con el tema del trabajo que estaban haciendo. Cuando el profesor le preguntó al grupo de Ikioko, sus compañeros le obligaron a ella a responder delante de toda la clase. Era un silencio absoluto y no sabía qué hacer, se había bloqueado. Al final tuvo que responder en voz muy bajita y todos empezaron a reírse de ella.
Ikioko se sentía horrible, como la persona más inútil del mundo y la más odiada, por lo que, sin poder controlarlo, se puso a llorar mientras cogía las tijeras y empezaba a clavárselas en la mano, apuñalándose y cortándose hasta hacerse un pequeño corte en un vaso sanguíneo que provocaría que no parase de salirle sangre de la mano, con la cual empezaba a restregársela por la cara. Sus compañeros no paraban de mirarla y eso hizo que se sintiese todavía peor al llamar más la atención. Al acabar las clases, oía cómo hablaban de ella, por lo que se fue llorando a su casa, con la mano, sin curar, goteando su sangre.
Mientras todo esto pasaba, Cnya seguía buscando a Kumei. La gente de la calle la miraba al tener las orejas de gato y los ojos con la noche reflejada, ya que eso no es normal, sin embargo, ella saludaba igualmente sin importarle que la mirasen raro. Cuando ella ya estaba cansada de tanto caminar y estaba a punto de rendirse, la encontró, y vio algo que la dejó sin palabras.
Ikioko llegó a su casa y vio que no estaba Cnya. Empezaba a preocuparse, ¿Y si Kumei volvió y la mató? ¿Y si salió a buscarla y se ha perdido? ¿Y si…? No paraba de hacerse ese tipo de preguntas que hacía que se sintiese aún peor. Esos sentimientos llegaron demasiado lejos, tanto, que se convirtieron en pensamientos, unos pensamientos demasiado tétricos y funestos. Lo que vio Cnya fue algo que la dejó sin respiración. Ella no había visto el virus, no tenía ni idea de que se trataba, por lo que se sorprendió al ver que Kumei tenía un aspecto demoníaco, estaba llorando sangre, tenía los ojos inyectados y llenos de esta sustancia, mientras su boca sonreía exageradamente hasta la altura de los ojos, como si fuese un corte, mientras se le caía la sangre de esta. La miraba como si la fuese a matar, aunque Cnya estaba indefensa y llena de miedo. No tenía nada a su alrededor, y estaba en un lugar en que no había nadie que la pudiese ayudar, era un callejón sin salida.
Ikioko no paraba de planteárselo, la culpa la inundaba, la ahogaba, y no quería seguir con ello, cogió el cuchillo con su mano dominante, lo examinaba con la mirada, imaginándose la situación y las consecuencias no se sentía mejor. Por un momento pensó en Cnya y en Kumei, en dónde podrían estar, en cómo estarían, en sus estados. No podía con ello, era lo que más le pesaba, y era algo que podía arreglar. Pensó que si al menos podía arreglar algo de las muchas cosas que le perturbaban, lo haría sin dudarlo.
Cnya estaba temblando, mientras Kumei la observaba llena de sangre. Cnya se preguntaba cómo estaba Kumei tan llena de sangre como si hubiese matado a toda una ciudad.
-¿Qué te ha pasado? ¿Qué has hecho?- le preguntó Cnya temblorosa.
Kumei ni siquiera respondió, se limitó a intentar hablar, pero de sus cuerdas vocales salió un sonido que parecía como si varias personas afónicas gritasen dentro de ella. Después de asustar más a Cnya de lo que ya estaba, comenzó a andar lentamente hacia ella, como si tuviese una cojera, arrastrando su hacha cubierta de sangre. Cnya estaba indefensa, pensaba en huir, pero viendo el estado de Kumei, no podía dejarla ir, Cnya tenía que intentar capturarla de alguna manera.
Kumei empezó a atacar a Cnya, mientras esta esquivaba todos los golpes. No se le ocurría cómo podría capturar a Kumei, y en un momento como ese, le era muy difícil pensar, por lo que no siempre le salía bien lo de esquivar. Cnya cayó al suelo, había recibido un golpe muy fuerte y estaba perdiendo bastante sangre, sin embargo, Kumei estaba intacta y, cojeando, se dirigió a Cnya para darle el golpe de gracia, pero Ikioko la detuvo. Con su máscara puesta y una fortaleza increíble evitó que aquel
ser corrupto matase a su creación. Ikioko sí que había venido preparada, había traído algunas armas para poder capturar a Kumei, sacó una pistola que paraliza y empezó a disparar a Kumei, mientras ella esquivaba con una agilidad impresionante y sobrehumana. Cnya estaba en una esquina intentando sobrevivir, había perdido demasiada sangre y se había desmayado.
Kumei no solo se dedicaba a esquivar los disparos de Ikioko, también intentaba atacarla, pero ella tenía unos reflejos muy desarrollados y también los esquivaba, no sabía dónde había aprendido eso, era su instinto el que le guiaba. De tanto esquivar, Ikioko se cansó, pero Kumei no, así que Kumei le pudo dar un golpe crítico en el estómago a Ikioko, sin embargo, no solo Ikioko salió herida, Kumei también sintió ese dolor y le salía más sangre todavía de la boca. Nadie sabía por qué pasaba eso, pero Kumei no se paró a pensarlo, y de la rabia volvió a atacar a Ikioko, la cual seguía dolorida, pero con su fortaleza seguía esquivando y atacando.
Cnya seguía inconsciente, y si no se le curaba rápido moriría desangrada, pero Ikioko estaba demasiado ocupada intentando salvar su vida y la de otras posibles personas que se encontrasen con Kumei.
Kumei, a pesar de ser una persona que no parece muy buena, tenía una gran fortaleza, y a pesar de haberse cansado ya, seguía como si nada. Pero Ikioko era muy observadora y lo notó, por lo que le pudo dar un golpe certero con un palo de metal que vio en el suelo. Kumei cayó inconsciente al suelo. Ikioko había ganado, por lo que se dispuso a atar a Kumei, sin embargo, recordó que ella estaba allí no solo por Kumei, sino también por Cnya, así que se dispuso a buscarla, y la encontró desangrada, más pálida de lo normal, e inconsciente. Ikioko no sabía qué hacer, estaba a punto de llorar, recogió a Cnya y la llevó al hospital, tenía unas heridas que ni ella podía curar. Sin embergo, Kumei seguía allí en el suelo, en un charco de sangre, Ikioko estaba demasiado cansada, no podía pensar bien, así que metío a Kumei en un contenedor con el fin de que nadie la viera y se llevó su hacha para examinarla en el laboratorio. Después, Ikioko llevó a Cnya al hospital, ella estaba en la UCI mientras Ikioko tenía una hemorragia en el estómago, lo cual puede causar la muerte en la mayoría de los casos, sin embargo, tras varias operaciones, pudieron salvarla. Mientras tanto, Cnya estaba en la UCI, tenía varios huesos rotos y estaba en coma. Era muy poco probable que sobreviviese.
Mientras tanto, Kumei seguía en el contenedor, todavía sin despertar, sin embargo, Ikioko olvidó un detalle, ella había escondido a Kumei y se había llevado su hacha, pero olvidó todas las manchas de sangre que había que parecía una escena del crimen. Las personas que pasaban por allí no se fijaban en eso, sin embargo, hay gente que lo vió y llamó a la policía. Cuando la policía llegó, examinó todo con mucho detalle y buscó por todo el lugar en busca de pistas, incluyendo el contenedor donde habían escondido a Kumei. Cuando la encontraron, ella seguía inconsciente, así que le hicieron varios análisis para intentar encontrar al culpable de lo ocurrido. Después la llevaron al hospital. Tanto Cnya como Kumei no despertaban.
¿CONTINUARÁ?
Claudia Menchón, 3ºESO
Cartas desde el frente es un ambicioso y precioso proyecto que los alumnos de 1º de Bachillerato han realizado en la materia de Historia del Mundo Contemporáneo (impartida por la profesora Patricia de la Torre) con el fin de entender y «vivenciar emocionalmente» el contexto que rodeó la Primera Guerra Mundial.
Cada uno de los estudiantes recibió, después de haber estudiado todos los contenidos del conflicto, una carta basada en cartas reales obtenidas de archivos de la Gran Guerra como el The National Archives británico. La idea era entender cómo estos hombres experimentaron la guerra desde su posición de soldados rasos o de mandos militares, pero también hay cartas de médicos y enfermeras que trabajaron en los hospitales de campaña. Después de descifrar su contenido se realizó en el aula un comentario de clase para trabajar el contexto histórico de la carta recibida. Por último, los alumnos y alumnas respondieron a la carta recibida desde la retaguardia y desde el punto de vista de un padre, una madre, una novia, un amigo, etc.
La actividad incluía la búsqueda de sellos de la época y el lugar, así como “tunear” las cartas para darles ese aspecto de haber pasado por los avatares del tiempo y las trincheras. La respuesta a la actividad ha tenido muy buena acogida y ha sido útil para sensibilizar y hacer llegar la parte más humana de un conflicto de estas características.
A continuación, se muestran las respuestas a esas cartas tan esperadas desde el frente por parte de los alumnos.
Per CLAUDIA MENCHÓN FERRANDO, 3ºESO E
Tot anava de meravella. No era capaç de creure que estava eixint tan bé. A pesar de no poder comentar-ho amb ningú, ni demanar ajuda, estava orgullosa d’ alguna cosa per primera vegada, i això que, amb 20 anys, estava a punt de convertir-se en la primera persona en crear dos humans a base d’experiments. Va pensar que això l’ajudaria psicològicament. Tan sols el que quedava era regular el funcionament de les màquines, fer unes proves i podria conèixer a les seues filles biotecnològiques.
Per aconseguir fer realitat el seu projecte va insertar les personalitats que havien de tindre els humans i va esperar nou dies fins que finalitzara el procés. Estava impacient, i es notava un muntó, la seua família s’ extranyava moltíssim i li van preguntar infinitat de vegades, però no volia respondre. Era un projecte seu i només seu.
Durant el temps d’espera havia de fer alguns treballs, deures i exàmens a la universitat…Li resultava difícil concentrar-se per la il·lusió que tenia. Dilluns, a classe el professor els va dividir en grups per a fer un treball i quan va dir el seu nom i el dels companys amb els que havia de juntar-se la van mirar amb una cara crítica que va quedar paralitzada per la por. Tenia por. Molta por del que passaria a classe els dies següents.
A l’endemà, a classe, es va creuar amb els companys del projecte en grup. Ella ni els va mirar i va passar de llarg. Però ells es giraren i la van agafar de la caputxa de la dessuadora:
-On et creus que vas?- li va dir un company.
-Me’n vaig a classe. Deixeu-me anar per favor -va respondre ella amablement.
El company que la va agarrar la va llançar darrere d’ells. Tots es van girar cap a ella i li van dir:
Com no faces el nostre treball tot perfecte, voràs el que et passa.
Després se’n van anar deixant-la tirada al sòl amb algunes ferides. No li donà importància i al arribar a casa no ho va contar a ningú i va fer com si res haguera passat. Ni tan sols va anar al seu laboratori on tanta il·lusió hi havia. Potser si haguera anat s’hauria adonat de que un gran problema amenaçava el seu experiment.
El dia de la veritat s’acostava i ella estava realment emocionada. Només quedava un dia per a que tot acabara i, per fi, ja no estaria sola. Es va preparar per anar a la universitat, es va dutxar, es va vestir, es va pentinar, va desdejunar-se i va eixir de casa. El que ella no sabia era que també l’acompanyava una ombra d’incertesa que seria fatal per a aquell dia.
Va fer classe d’ Educació física. Jugaren al tenis, un esport que se li donava de meravella, i estava feliç de poder demostrar-ho. Van fer equips de quatre i s’enfrontarien dos per a dos. Ella sols tenia un amic, ningú més la volia per a jugar. La feien sentir exclosa, desgraciada i inútil, però, al final, la professora els va dir que no passava res si ella i el seu amic jugaven junts. A pesar de la confiança que hi havia, no era capaç de jugar com ho feia tots els dies. Es va frustrar, – per què soc incapaç -pensava- de demostrar que puc fer alguna cosa bé quan tinc una bona oportunitat?
Se’n va anar frustrada a la classe d’art quan el profe va dir:
Com sempre fem els mateixos treballs, per què no fem un concurs de dibuix?- Tots es van alegrar un muntó. Van començar a dibuixar. Ella estava molt inspirada, faria un dibuix en l’estil anime de les seues creacions. Ningú podria sospitar res, seria surrealista. Va començar a dibuixar. Es sentia bé fent això. Confiava que el seu dibuix estiguera entre els cinc primers de la classe. Per a decidir els millors dibuixos farien una votació on cadascun escriuria en un paperet el nom de la persona que haguera fet el dibuix que més li agradara.
Era l’hora d’escriure els vots a la pissarra. Ella estava molt nerviosa, ja que esperava, finalment, destacar en alguna cosa. Ja es coneixien tots els vots i ella es va quedar sense expressió facial al vore que solament dues persones l’havien votada: ella mateixa i el seu amic. No va dir res. Va pensar que seria millor si la gent no sapiguera de la seua existència per una estona. Va arribar a la seua casa, va menjar, va meditar sobre el succeït i va anar a dormir. Volia ignorar tot aquell dia. Com si res no haguera passat. Al dia següent es va alçar molt prompte i va anar al seu laboratori. L’experiment havia finalitzat.
Va regular totes les màquines i las va posar sobre unes lliteres. Estava impacient per que despertaren. El temps anava tant lent que es va adormir. Pels nervis no hi havia pogut descansar i aquelles eren les conseqüències. Mentre ella dormia, una xiqueta que no aparentava més de 17 anys amb el pèl negre i morat va despertar. Estava molt confusa i va investigar tot el laboratori. Sense adonar-se, hi havia posat tot pates amunt, així que va decidir recollir.
Quan ho va fer, es va adonar que hi faltava un objecte a una prestatgeria, però no hi arribava, doncs va agafar una cadira i es va pujar per a col·locar el que faltava. Quan ho va fer, no sabia com baixar perquè encara estava desorientada, així que ho va fer com podia. Va baixar però sense adonar-se que la prestatgeria se li estava caient damunt. Li va colpejar en el cap i es va quedar pitjor del que estava. Aquell estrèpit va despertar la nostra protagonista, que es va sobresaltar al vore que una de les lliteres estava buida. Va mirar per tots el llocs i va trobar l’humanoide baix del prestatge. Abans de socórrer-la es va posar una màscara. Una màscara que hi tenia una careta feliç. Se la va posar per ocultar tot el cansament que hi havia acumulat. A més que no li agradava gens la seua cara i amb la màscara la tapava. Ella se sentia millor així. Després de cobrir-se el rostre, va ajudar a la seua “filla”, que es sentia molt confusa ja que no hi havia vist mai un humà.
Qui sou? – li va preguntar.
-Em diuen Ikioko i soc la teua creadora – li va respondre ella.
-Si tu eres la meua creadora, quin vols que siga el meu nom?-
-Que et pareix Cnya?- li va preguntar Ikioko.
-M’agrada!- va contestar Cnya.
Tota aquesta conversació va despertar a l’altra persona, la qual no va dir res, tan sols es va dedicar a observar el que succeïa. Era tan sigilosa com un gat i la seua mirada era tan intimidant com la d’un tigre.
-Crec que t’has fet mal, no es així, Cnya?- li va preguntar Ikioko.
-Una miqueta, em fa molt de mal el cap- va respondre.
-Deixa’m revisar-te -va dir-li Ikioko mentre li feia algunes proves.
-I bé?- va preguntar Cnya una mica agobiada
-Doncs, malament. He de portar-te al quiròfan- va dir Ikioko desesperada.
Cnya es va possar a plorar. Al haver sigut creada biotecnològicament, sabia moltes coses, com una persona de 17 anys. Van anar al quiròfan, Cnya es va dormir plorant i com si res es va despertar més desorientada que al “nàixer”. A penes es podia moure i va cridar per Ikioko dèbilment. Ella va acudir d’immediat. Tenia un bon sentit de l’oïda i li va preguntar que era el que li passava. Cnya li va dir que es trobava molt malament i que com havia eixit l’ operació. Ikioko li va dir que tot havia anat meravellosament però que al seu físic hi havien alguns canvis.
Mentrestant, l’altra persona estava sense fer res, solament amb els ulls molt oberts observant sempre el mateix: un quadre amb aquarel·la que havia fet Ikioko que representava el sentiment de la ira. Es podia observar que hi havia molt de vermell, doncs va imaginar-se que era sang. Quant més ho pensava més hi somreia. No hi podia apartar la mirada.
-Doncs aquesta es la teua nova aparença, Cnya, t’agrada?- va dir Ikioko quan Cnya es va recuperar de l’anestèsia.
-M’agrada molt!- va respondre Cnya. –Aquest estil em representa un muntó.
Ara hi tenia unes orelles de gat, un sentit de l’oida el triple de desenvolupat, hi portava un abric color blau claret i violeta amb una camiseta també morada. Tenia uns pantalons de color turquesa, arromangats i unes esportives roges. Un aspecte que emanava positivitat. Després van anar al lloc on Cnya es va despertar i van vore l’altra persona que continuava somrient i les va mirar, de sobte, pero amb una cara seriosa i depressiva. Cap de les tres sabia que fer. Es va crear una situació molt incòmoda. No pareixia que aquesta persona fora a parlar en cap moment.
-Per fi has despertat! Jo sóc Ikioko, la teua creadora.
-No t’he preguntat -va dir maleducadamentEs van quedar sense paraules. Cnya no podia creure que aquella persona tan
ruda l’haguera creat Ikioko.
-Qui sóc jo? Que hi faig ací? Respon!- va ordenar
-Tu et diràs Kumei i acabes de “nàixer”. Segurament ara et sents molt confusa i
desorientada com Cnya, la teua “germana”.
-Deixeu-me anar, no confie en vosaltres- va dir Kumei desafiant-les.
-No, primer he de revisar-te -va respondre Ikioko amb un to més seriós.
Cnya i Ikioko van cooperar per revisar a Kumei, esta forcejava bastant i tenia una força increíble. Va tractar de fugir diferents vegades i al final la van nugar amb unes cadenes. Ikioko va fer la revisió i es va adonar de per qué Kumei es comportava de forma tan exagerada. Ikioko l’havia programada per a que fora més depressiva i una mica violenta, és a dir, el contrari que Cnya. Però no esperava que fora tan exagerat. Per això, quan va repassar l’historial d’ordres en el moment de la programació de les personalitats, va vore una cosa que no
estava en els seus plans. Ella no ho va fer, no sabia qui ho hauria fet, però d’alguna manera, hi havien descarregat un virus a la programació de Kumei.
Heu finalitzat amb la tortura?- va preguntar malhumorat Kumei.
-S-s-sí… No et preocupes, ja et soltem- va respondre tartamudejant Ikioko.
Cnya estava plorant, era una persona sensible. I es que l’aspecte de Kumei intimidava bastant, Portava una dessudadora celeste fosca amb una x al centre de color morat i amb una caputxa del mateix color, amb unes orelles de gat de color del cel. Els seus cabells eren negres i llargs. Tenia uns pantalons amples i llargs de color roig obscur i unes botes marrons. Als seus ulls estava representat l’infern i tenia, a la cara, unes marques de sang que li recorrien les galtes.
Me’n vaig d’ací. No necessite gent com vosaltres, que sols destorbarien- va dir Kumei mentre agafava un destral blau i groc.
-On vas?- va pregntar Cnya un segon abans de que Kumei desapareguera.
-No crec que ho vulgues saber… – va dir Kumei. Després va eixir corrent d’allí.
CONTINUARÀ?
Mi cuaderno de bitácora
Qui Chen, 2º ESO C
Viaje a China.
En el avión… ¿Hola a todos! Yo soy Marie y, nada, aquí estoy, en el avión con destino a Pekín.
10 horas después… 15 de abril de 2022
Aterrizamos en Pekín o Beijing 北京 en chino, que es la capital de China. Una ciudad súper bonita, con un sentido de la modernidad y muchos monumentos históricos también. Como la impresionante muralla china. Aunque se vea elegante, inmensa o enorme, detrás de eso hay una cruel historia: antiguamente se obligaba a la gente a construir la muralla, no se estaba seguro, pero habrán muerto miles de personas construyéndola (una barbaridad): Tardamos medio día en recorrerla completa, y después de eso parecía que estuviéramos sin comer diez días…
Seguidamente fuimos a la plaza del Tian An Men 天安門 en chino, igual de impresionante que la muralla: plaza amplia, magnífica, brillante. En el centro hay un mausoleo del fundador de la República Popular de China. Es tan importante que hoy en día lo tenemos en los billetes de Ren Min Bi 任敏碧 en chino (dinero que usamos en China).
Aparte de los monumentos, Pekín destaca por su deliciosa comida, que se ha transmitido desde la antigüedad. Como el pato pekinés tradicional.
Cerca de la plaza hay un restaurante, así que decidimos ir. Comiendo y a la vez cintemplando el paisaje se está muy a gusto.
18 de abril de 2022
Con los recuerdos de Pekín partimos en tren con destino a Shanghai 4 horas más tarde…
¡Shanghai! 上海 en chino, ciudad portuaria que destaca por sus abundantes comercios y poblaciones. Como ya comimos en el tren, fuimos directamente a Disneyland. Sí, no solo París tiene el suyo, Shanghai también lo tiene, un mundo mágico donde puedes iluminar tus sueños. Pero este Disneyland no es igual a los otros, no tiene algunas atracciones conocidas como “las tres montañas”, sino que en su lugar hay otrtas donde se integran elementos tradicionales chinos. De igual importancia que las atracciones, la comida también es muy ¡¡¡recomendable!!! Y cara.
Tras eso fuimos a uno de los edificios más icónicos de Shanghai: la Torre de la Radi y la Televisión, también llamada La Perla Oriental, pues hay una esfera grande en la parte superior que en realidad es un hotel. Solo lamento no poder experimentar en el hotel 酒店, puesto que el precio es elevadísimo y tendríamos que haber reservado con más de un mes de antelación.
La comida de Shanghai, ya ni hablar. De entre todas las que hemos probado destaca el Xiao Long Ban típico de aquí: piel fina y dura, la salsa caliente pero no grasienta y el relleno firme y elegante.
20 de abril de 2022
Los recuerdos son bonitos, pero hay que vivir el presente, así que recogimos las maletas y nos dirigimos a Guangzhou 廣州 en chino. Ciudad más pequeña con más de 2200 años de historia, es el puerto de comercio más grande y antiguo del sur de China. De atracciones turísticas sobresale la Torre de Cantón, también llamada Torre de Televisión Nueva de Guangzhou. E puede subir de día, pero nosotros subimos de noche para disfrutar del paisaje nocturno. Toda la ciudad brillando bajo nosotros.
La cocina cantonesa es famosa en el mundo, dado que son muy exquisitos a la hora de cocinar. Tienen que controlar las temperaturas a la perfección, y así saldrá la comida tierna, pero no cruda, aceitosa pero no grasienta, como este plato de fideos, con un sabor increíble que está sabrosísimo.
20 de abril de 2022
Pues los últimos días de nuestro viaje los hemos dedicado a visitar nuestra ciudad natal, Nanchang 南昌 en chino, situada en el noroeste de la provincia de Jianxi 江西 en chino.
Hemos ido a visitar el pabellón de Tengwuang, al que nunca antes había ido, y lo que me sorprendió es que el pabellón es espectacular, sofisticado y con olor a antigüedad. Aún más hermoso por la noche, las luces le otorgan una belleza indescriptible. Pero lo más encantador de Nangchang es su deliciosa y magnífica comida, especialmente los fideos fritos, clásicos de aquí. De pequeña, mi madre siempre me lo hacía, pero cuando vinimos a España ya no los hace con tanta frecuencia. Y ahora tenerlos delante de mí… Ya no es solo un plato simple de fideos, sino un sabor y un recuerdo del hogar.
22 de abril de 2022
En el mes de abril, en China se celebra una fiesta tradicional, el día de los muertos o QuinMing清明 en chino. A diferencia de algunos países europeos, aquí se viste con ropa blanca. En cada pueblo la tradición cambia un poco, pero en el nuestro debemos comprar dinero de papel, con el significado de que no pase hambre en el otro mundo, y también flores de papel, como la rosa blanca o el clavel blanco. Todos ellos los tenemos que quemar ante las tumbas. En algunos pueblos regalan también comida, pero en el nuestro esto no es muy conocido. Tras eso, cada miembro de la familia tiene que arrodillarse en el suelo y presionar la frente (sin hacerse daño). Es como una especie de saludo y un respeto de los menores a los mayores. Mucha gente cree que no es muy oportuno, pero en mi opinión es todo lo contrario, es un día en el que te acercas a la naturaleza, recuerdas a tus antepasados, los adoras… Es un día súper significativo para mí
Soy Marie, y espero que os haya gustado mi viaje.
Un viaje para recordar
Lucía del Valle, 2º ESO C
Desde muy pequeña soñaba con viajar a países remotos, y por fin llegó el gran día. Mi sueño hecho realidad. ¡Un crucero! Podía ir a muchos sitios y sin maleta.
Viernes 15 de junio
La mañana del embarque fue luminoso. Paseando por el barco soñaba que estaba en una película. ¡Titanic!
Al llegar al camarote y mirarme al espejó, pensé: aquí empieza mi gran sueño.
Nos reunieron en cubierta y nos explicaron cómo ponernos el chaleco salvavidas.
Más tarde, al entrar en el comedor y ver toda la comida y los camareros impolutos y preparados para servirnos, “fue maravilloso”.
Sábado 16 de junio
En mi primera escala en la costa de Francia, bajé del barco y dí un paseo por un pueblecito encantador que me trasportó al pasado. Unas horas más tarde, el reflejo de la luna iluminó el barco.
Domingo 17 de junio
Al despertar, pensé “un nuevo día y una nueva aventura. Hoy llegaré a Roma”.
Al pisar la ciudad eterna pensé: esto es un museo al aire libre. Desde el Vaticano cogí un autobús panorámico y disfruté de la ciudad más maravillosa del mundo.
Lunes 18 de junio
Hoy llegaré al puerto de Nápoles, y desde allí subiremos a Pompeya. Al entrar en las ruinas imaginé cómo sería la ciudad con sus casas, las calles empedradas… y al ver las vitrinas donde estaban las formas de los cuerpos cuando quedaron sorprendidos por la erupción… ¡Qué tragedia!
Martes 19 de junio
Por fin hoy es el gran día: ¡Florencia!
Día de excursión a las colinas de la Toscana, un paseo agotador pero gratificante.
El museo en Il Palazzo Vecchio, encantador. Y al pisar el salón de los 500 pensé: “He tocado el cielo”.
Miércoles 20 de junio
Hoy al despertar he pensado quedarme en el barco disfrutando de sus actividades, pero poder conocer Túnez y su exotismo y visitar el zoco… No he podido resistirme.
Nada más bajar del autobús y llegar al museo de cerámica pensé que estaba en otra época.
Jueves 21 de junio
Hoy el viaje es sin escalas, pudiendo disfrutar del barco, donde hay concursos, bailes y mucha diversión.
Sentada en cubierta con un libro, mi sueño se acaba.
Adiós, atentamente,
La chica del barco
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