En el curso 2019/2020 llevé a cabo el proyecto “Merezco una calle” en Sant Joan d’Alacant. La autora del proyecto es la profesora Rosa Liarte (https://www.merezcounacalle.com). El objetivo es constatar la escasa importancia que se ha dado a las aportaciones de las mujeres en el callejero de las poblaciones y ponerle remedio.
Yo lo llevé a cabo con mi alumnado de Proyecto Interdisciplinar, Educación para la Igualdad, de 3º ESO. Clasificaron todas las calles de Sant Joan en tres categorías: nombre de hombre, nombre de mujer y otras. Para ello utilizamos como fuente el Callejero biográfico de Sant Joan d’Alacant de Alfredo Campello. El resultado fue: 103 calles con nombre de hombre, 142 con nombre de otras categorías y 21 calles con nombre de mujer. Quedaba bien clara la desigualdad. Mi alumnado tuvo que reflexionar sobre el porqué de esa realidad. Claramente la mujer no ha tenido la misma importancia social al haber sido relegada tradicionalmente al mundo privado y eso se traduce en la ausencia de las mujeres en las calles, en los contenidos de las escuelas, en las referencias de los libros científicos de todas las disciplinas, etc. No sólo eso, sí hubo mujeres implicadas en todos los ámbitos científicos o humanísticos de la cultura, pero se las ha invisibilizado y no se las ha reconocido por su aportación a la ciencia o a cualquier aspecto de la cultura. Por eso hay menos calles con nombre de mujer y menos referencias o ninguna de ellas en los contenidos de las materias en las escuelas. Había que ponerle remedio. Enviamos una carta a las concejalías de educación, igualdad y urbanismo del ayuntamiento para informar del resultado de nuestra investigación y mi alumnado investigó y propuso algunas mujeres para que las nuevas calles del pueblo recibieran su nombre. Y nos contestaron y vinieron a la clase las concejalas de urbanismo y de educación y se comprometieron a llevar nuestra propuesta al pleno del ayuntamiento.
Finalmente, y a propuesta del alumnado del IES Lloixa, el ayuntamiento ha dado el nombre Hanna Arendt a una plaza. Esta filósofa alemana, autora de La banalidad del mal, es un referente digno de llevar el nombre de esta plaza. Pero necesitamos más referentes femeninos en las escuelas, en las calles, en los espacios públicos, no sólo para saldar esa deuda injusta de su invisibilización, sino también para ser más rigurosos en los contenidos y las aportaciones al legado cultural.
El otro día nos invitaron a la inauguración de dicha plaza. Fue reconfortante constatar la satisfacción del alumnado al ver que si luchas por algo puedes conseguirlo. Se sintieron escuchados y conscientes de que lo que allí pasaba era algo justo.
Faz Martín
Profesora de Historia
