Ahora que hemos sembrado nuestro huerto, es importante darle los cuidados necesarios para que las plantas crezcan sanas y fuertes:
- Riego por goteo: Mantenemos el huerto escolar bien regado para que las plantas tengan suficiente agua para crecer. La frecuencia del riego se determina con un calendario de tareas para cada clase.
- Fertilización: Nos aseguramos de que las plantas tengan los nutrientes necesarios para crecer saludables. Agregamos compost orgánico (que también hacemos nosotros mismos con desechos del almuerzo).
- Control de plagas y enfermedades: Monitoreamos regularmente las plantas en busca de plagas y enfermedades. Si detectamos algún problema, tomamos medidas rápidas para controlarlo y evitar que se propague a otras plantas.
- Podas: Realizamos podas regulares para asegurarnos de que las plantas tengan la forma adecuada y para eliminar cualquier parte muerta o dañada.
- Mantenimiento general: Nos aseguramos de mantener el huerto escolar limpio y libre de maleza. Eliminamos cualquier planta que esté compitiendo por nutrientes y espacio con las plantas cultivadas.
- Aprendizaje continuo: El huerto escolar es una oportunidad para aprender sobre agricultura, nutrición y medio ambiente. Aprovechamos la ocasión para involucrar a los estudiantes en el cuidado del huerto escolar y para aprender sobre la vida de las plantas.
Para mantener el huerto en un estado saludable es necesario que nuestros alumnos y alumnas realicen labores de mantenimiento constante. Se encargan de abonar las plantas para que crezcan fuertes y resistan inclemencias del tiempo como excesos de calor o frío, quitan las malas hierbas para que las hortalizas no tengan competidoras que les quiten alimento y humedad, podan las plantas para que estén aireadas y los frutos crezcan sanos, clarean las flores para que los frutos sean gruesos y mantienen las estructuras como los entutorados para que las plantas rastreras puedan descansar cómodamente y las muy grandes y pesadas como las calabazas pueda aguantar su peso.
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