En el centro hemos tenido varias charlas sobre baja visión. En este sentido nos hemos puesto en situación para poder entender qué significa no percibir cómo lo hacemos normalmente sino hacerlo cómo lo percibiría una persona de baja visión. Así que, después de ver las diversas técnicas de acompañamiento, hemos salido a la calle con máscaras que impedían la visión.
La experiencia ha sido fascinante, ya que nos va conscientes de lo importante que es el sentido de la visión, y cómo lo es también que te facilitan la percepción y el desplazamiento para desarrollarnos en un entorno de la manera más inclusiva y normalizada posible.
El subir o bajar una acera nos establece un reto importante, no caer. Así es necesario fiarnos de nuestro guía, pero al mismo tiempo debemos comunicarnos de manera efectiva para
Como guías aprendimos a pararnos, esperar a que nuestro acompañante reaccionara, percibiera la situación. Una pausa antes de subir una acera indica que es necesario prepararse para un nuevo movimiento. La percepción del brazo del guía elevándose es suficiente para entender que hay un escalón cerca, así, como personas de baja visión debemos prepararnos para subir.
Hemos entrenado acciones sutiles, que nos indican la importancia de establecer códigos, un lenguaje codificado entre guía y persona guiada.
Pero también lo importante que es que el entorno humano tome conciencia de la forma correcta de comunicarse y relacionarse con personas de baja visión.
Vam aprendre a enfocar com passar per un pas estret, com ara un estretament entre cotxes. La millor manera és situar-nos davant de la persona guiada i indicar-li amb la mà que el pas s’estreta, de manera que puga seguir-nos correctament, cap avant, no haja de modificar la marxa cap a un costat.