APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS (ABP) COEDUCATIVO 

Superada  la necesidad de formar a nuestros alumnos y alumnas para la sociedad que les ha tocado vivir, en la que puedan ser personas iguales en derechos y libertades, entendemos la exigencia de abordar la coeducación de forma transversal.

Coeducar no significa sólo realizar acciones puntuales en materia de igualdad, si no incorporarla al currículum, a la práctica docente y a la organización del centro. Además de trabajar en todas las áreas, actividades  y tareas y con toda la comunidad educativa (alumnado, familias, personal docente y no docente, agentes de igualdad…). La coeducación tiene la finalidad de educar en la pluralidad, en la paz, en la igualdad y en la diversidad, garantizando las diferencias personales.

Nuestro objetivo de cambiar y transformar la escuela y apostar por una escuela coeducativa, nos hace plantearnos como docentes, cuáles son los mejores métodos para afrontar dicha enseñanza e incorporar la coeducación a todas las etapas y niveles educativos, considerando esenciales para la prevención de la violencia machista en  los primeros niveles de escolarización. 

Desplegar una mirada reflexiva en nuestros centros tanto a nivel individual: ¿Qué hago yo como docente para educar en igualdad? Como a nivel colectivo y de comunidad educativa: ¿Qué podemos aportar para que nuestra escuela sea coeducativa? Es el primer paso para saber de dónde partimos y hacia dónde vamos.

Delimitado el concepto de coeducación, y aunque no es objeto de este artículo detenernos en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como método y los orígenes del mismo, así como sus posibilidades, sí tenemos que definirlo. El aprendizaje basado en proyectos es una metodología que permite al alumnado adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. El aprendizaje y la enseñanza basados en proyectos forman parte del ámbito del «aprendizaje activo» (Fuente INTEF).

En el ABP  el alumnado debe resolver situaciones, retos o responder a preguntas, a través de sus conocimientos, recursos, investigación, reflexión y cooperación activa. No es una metodología nueva, no es una moda, pero sin duda está a la orden del día desde hace años, entre otras tendencias educativas. 

Pensamos sin lugar a dudas, que puede ser un buen método para abordar la coeducación, ya que el alumnado se convierte en el protagonista de su propio aprendizaje y les ofrecemos oportunidades de hacerse preguntas, observar, investigar, contrastar, dialogar, exponer, evaluar, crear, llegar a conclusiones…en definitiva aprender de forma autónoma, real y útil.

Una de sus mayores ventajas es su versatilidad ya que puede:

– Sobrepasar las paredes del aula  y expandirse en más espacios.

– Promover la transversalidad e incluir varias áreas, lo cual nos permite incorporar la coeducación de forma transversal.

– Extenderse a varios cursos, etapas o incluso centros creando red coeducativa.

– Abrir una vía de comunicación con la comunidad (aprendizaje servicio).

– Adaptarse a todas las etapas educativas.

– Tener diferentes duraciones, desde pocas sesiones, hasta todo un año académico.

Además el ABP coeducativo contribuye entre otras competencias a desarrollar en el alumnado la Competencia Social y Cívica (CSC) tal y como recoge la Orden ECD/65/2015

“El trabajo por proyectos, especialmente relevante para el aprendizaje por competencias, se basa en la propuesta de un plan de acción con el que se busca conseguir un determinado resultado práctico. Esta metodología pretende ayudar al alumnado a organizar su pensamiento favoreciendo en ellos la reflexión, la crítica, la elaboración de hipótesis y la tarea investigadora a través de un proceso en el que cada uno asume la responsabilidad de su aprendizaje, aplicando sus conocimientos y habilidades a proyectos reales. Se favorece, por tanto, un aprendizaje orientado a la acción en el que se integran varias áreas o materias: los estudiantes ponen en juego un conjunto amplio de conocimientos, habilidades o destrezas y actitudes personales, es decir, los elementos que integran las distintas competencias”.

El ABP permite al profesorado diseñar proyectos de aula o ciclo, pero lo que es mejor diseñar proyectos coeducativos de centro a los que se incorpore toda la comunidad.

Además en el ABP podremos integrar otras técnicas, estrategias y metodologías complementarias: aprendizaje cooperativo, gamificación, visual thinking, flipped classroom… entre muchas otras opciones.

Es evidente que debemos formarnos en ABP y formarnos en coeducación, siendo conscientes que dicha formación requiere no sólo escuchar, asistir a una charla, a un debate o taller, ya seamos docentes, familias o alumnado, si no formar parte activa de ese cambio y transformación real que necesita nuestra sociedad y nuestras escuelas.

¿CÓMO EMPEZAR UN PROYECTO COEDUCATIVO?

Sin duda, el primer paso es el de diseñar un buen proyecto,  en el que se desarrollen habilidades cognitivas y competenciales, y como no trabajar en equipo. Un planteamiento de enseñanza/aprendizaje activo que visibilice las diferencias entre hombres y mujeres, violencia de género, estereotipos, micromachismos, etc.

La coeducación no será una asignatura aislada, añadida al resto de materias, sino que irá inmersa en el currículo en todos los aspectos de la programación: objetivos, contenidos, materiales, espacios, organización de tiempos… Todo ello se ha de tener en cuenta en el momento en el que el profesorado diseña proyectos coeducativos. El siguiente CANVA puede resultarnos útil en el diseño del proyecto.

Una vez implementado y difundido el proyecto, será el momento de plantearnos un sistema de evaluación que nos permita, no sólo, recoger el progreso de cada alumna y alumno en materia de igualdad, sino también el progreso de todos los agentes participantes y sobre todo el progreso de las actuaciones coeducativas. 

En nuestro proyecto se distinguen dos aspectos fundamentales a evaluar: 

  • La adquisición y el logro de los objetivos primordiales, por parte de todos los sectores implicados (profesorado, alumnado y familias).
  • El interés, la participación y el esfuerzo llevado a cabo. 

Constituyendo estos dos aspectos los referentes de nuestra evaluación.

¿QUÉ CONTENIDOS O TEMÁTICAS PODEMOS PLANTEAR?

Algunas de ellas podrían ser:

  • Estereotipos y roles de género.
  • La presencia de las mujeres en la historia y sus aportaciones..
  • La presencialidad de las mujeres en libros de texto, en la ciencia, en la música, en el arte, en la tecnología…
  • El lenguaje inclusivo.
  • Las profesiones libres de estereotipos.
  • La ropa y las vestimentas.
  • Los trabajos de la casa y el reparto de tareas.
  • Los juegos y juguetes.
  • Los cuentos. 
  • Tipologías textuales
  • La publicidad.
  • Las emociones y el trabajo en equipo.
  • Los espacios de la escuela.
  • El buen trato sin violencia.

Tenemos por delante todo un mundo de posibilidades, de preguntas, de retos e investigaciones en las cuáles podemos generar motivación y en definitiva aprendizaje para toda la vida. Partir de una buena pregunta guía, un reto motivador es el primer paso de todo proyecto.

Plantear un ABP inclusivo y coeducativo nos permite pensar en  PRODUCTOS FINALES muy interesantes donde toda la comunidad escolar forme parte, como por ejemplo hacer un investigación sobre profesiones realizando un reportaje, un vídeo, un panel, o realizar una exposición donde visibilizar el trabajo por ejemplo de las madres o abuelas del alumnado, promover una campaña de sensibilización, etc. 

Por otro lado, el uso de las TIC con el uso de diferentes herramientas y artefactos digitales en todas y cada una de las fases de nuestro ABP, contribuyen sin duda a ir erradicando la brecha STEAM.

¿APOSTAR POR LOS PROYECTOS EN COEDUCACIÓN?

Claramente SÍ, ya que nos permite cubrir  necesidades, expectativas e intereses de niñas y niños, pero también del currículum, y de nuestra sociedad ya que solo así podremos hacer realidad en la práctica educativa la igualdad de oportunidades y derechos para ambos sexos y crear un futuro el que se cuestionen los  estereotipos de género. 

En definitiva, el ABP nos ofrece la oportunidad de plantear un trabajo con sentido y de planificar actividades y tareas abiertas en las que cabe todo el alumnado, abriendo la mirada a una verdadera inclusión y coeducación dentro de las aulas, ello nos permitirá reflexionar, poner en común y CO-CREAR nuestra escuela en la que todas y todos estemos presentes.

Rediseñar nuestra escuela desde y para  la COEDUCACIÓN es todo un reto y un camino a recorrer ¿te apuntas?