¡NUESTRO HUERTO CRECE!


Los estudiantes de secundaria han empezado juntos un huerto escolar, sembrando semillas de habas y guisantes, acompañadas de cebollas, fresas, ajos y acelgas. Este proyecto no solo ha agregado un toque de verde a nuestro entorno, sino que también ha trabajado las relaciones sociales y el espíritu de equipo entre nosotros.

En nuestro rincón verde, cada día se convierte en una nueva oportunidad para aprender y crecer. Regamos con esmero nuestras plantas y les brindamos el cuidado necesario para que crezcan. La colaboración en el cuidado del huerto no solo nos ha enseñado sobre la importancia de la responsabilidad, sino que también ha fortalecido nuestras relaciones sociales. Trabajar en equipo, compartiendo conocimientos y apoyándonos mutuamente, ha creado lazos entre todos.

La alegría que sentimos al ver crecer las plantas es un recordatorio de que nuestro esfuerzo y dedicación están dando frutos. Cada brote es una pequeña victoria que nos llena de satisfacción y nos motiva a seguir cuidando nuestro espacio.

Además de ser una actividad práctica y educativa, el trabajo en el huerto escolar se ha convertido en un punto focal para aprender sobre la naturaleza, la sostenibilidad y la importancia de cuidar nuestro entorno. Estamos comprendiendo cómo nuestras acciones diarias pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente.

En resumen, nuestro huerto escolar no es solo un lugar donde crecen plantas; es un espacio donde florecen las amistades, la cooperación y el amor por la naturaleza. Estamos emocionados por el viaje que tenemos por delante, esperando con entusiasmo la cosecha que nos aguarda.🌱✨