Encuentro de enseñantes 2020 con la participación de profesorado del Centro

«Ser docente es no dejar nunca de aprender para enseñar mejor»

Un curso más, la Coordinadora por el Valenciano de l’Alcoià y el Comtat organiza el XII Encuentro de Enseñantes. Unas jornadas formativas para docentes de todos los niveles educativos, en colaboración con el CEFIRE de Alcoy y el Campus de Alcoy de la Universitat d’Alacant. Esta edición contará con la colaboración de varios profesores del IES Serra Mariola: Francesc Gisbert, como presidente de la Coordinadora por el Valenciano y ponente, Ana Llopis, que presentará un proyecto basado en el teatro en compañía de Francesc Gisbert i Dolors Pérez, con un protocolo de intervención en mindfulness a través de las emociones.

A continuación os dejamos un extracto del artículo publicado en el periódico «El Nostre» donde Laura Talens habla con algunos de los participantes.

 – Francesc Gisbert, presidente de la Coordinadora por el Valenciano, qué novedades presenta el Encuentro?

– Este año tenemos unas jornadas en cinco días. El 9 de noviembre habrá una mesa redonda sobre «Ser maestros en la escuela rural: la maestría de Antoni Llidó», con maestros jubilados de Balones. Estará coordinada por el profesor Vicent Vidal de la Universitat d’Alacant y por Pilar Alonso. El día 13, presentaremos el libro y el uso didáctico de Conte Contat, homenaje al cuentacuentos Llorenç Giménez, con Jordi Raül Verdú y Almudena Francés. Y los días 16, 17 y 18 habrá la presentación de ponencias y experiencias educativas. Todas las sesiones serán por videoconferencia, atendidas las medidas sanitarias. Con todo, estamos contentos, porque ya tenemos más de un centenar de docentes inscritos. Un programa muy completo y provechoso. Ser docente es no dejar nunca de aprender para enseñar mejor.

 – Ana Llopis, profesora de lengua y literatura castellana en la IES Serra Mariola de Muro. Presentas un proyecto basado en el teatro?

– En estos tiempos de aulas tristones, con alumnos quietos, distantes y «amordazados», las clases de teatro son un regalo de libertad, como subir a una alta montaña y gritar que eres el rey del mundo. Estos talleres son un espacio para salir de la silla, para interpretar, jugar, cantar, reír, llorar, cambiar la mascareta quirúrgica por las máscaras de la comedia, la tragedia, el drama o todo mezclado. Unas máscaras que nos visten de creatividad, de la magia de ser otro. Que nos facilitan el complicado camino de descubrirnos a nosotros mismos. Que nos hace parar a observar y apreciar a los compañeros de escena… Haciendo teatro nos quitamos muchas amarras: colgamos la vergüenza, escuchamos nuestra voz, nuestras manos y nuestro cuerpo… Encima del escenario podemos ser el que queramos. Y el mejor es que, al bajar, siempre habremos hecho una pequeña metamorfosis catártica, emocionante, evolutiva y simplemente, maravillosa. Volvemos al aula, en los libros, abrimos el cuaderno de números y letras y seguimos soñando en volver a actuar… Todos los niños tendrían que hacer teatro!