La cultura valenciana llega a Rumanía

En el nordeste de Rumanía se encuentra la ciudad de Onești, una población de borde 40.000 habitantes situada en la región histórica de Moldavia. A pesar de la distancia, la acogida y la escalf de toda la gente del National College Grigore Moisil hicieron que nos encontramos bien a gusto toda la semana. Por suerte, según comentan, el sol que hacía era más propio de abril que de febrero…

Pero vamos por trabajo. En el centro que nos acogía (que es de élite en el sistema educativo rumano), se me propuso que preparara, como profesor de Valenciano, una cata de la historia de nuestro pueblo, de la lengua y la literatura catalana en general y de la cultura, en sus diversas manifestaciones. Perfecto. A mí no hay nada que me llene más que explicar quién somos, de donde venimos y que nos gusta a los valencianos (y que me perdonen los historiadores!).

Y allá que fui, con el inglés titulado y la pronunciación apitxada, a explicar todo aquello que consideraba interesante. Por supuesto, me faltaba tiempo.

Pasé de mostrar una foto de un cromo de Ilie (mítico delantero de la época buena del València) a explicar los orígenes de nuestro pueblo, la expulsión de los moriscos, los maulets, el 25 de abril, los Decretos de nueva planta, el siglo de oro, la València republicana, el actual… En fin, un repaso por la historia que seguro que se quedó corto y se hizo largo. También hablé de la literatura: de Llull, de March, De Isabel de Villena, del Tirante y el Curial, de la Renaixença, de la censura del XX, de las bombas a can Fuster… y de la situación sociolingüística de la actualidad.

Y después tocaba la música. Yo no me iba de allá sin poner el Morcilla. Y la muixeranga. Pero también propuestas más modernas que van encisar los alumnos. El rape, la electrónica, el punk valenciano, así como la importancia de las sociedades musicales tenían que estar presentes.

De la música pasamos a la gastronomía y al arroz; y de esto a las tradiciones culturales como las Marras, las muixerangues, la pelota o los Moros y cristianos.

A la postre, acabamos todos razonando sobre las fotos y los videos que los había preparado, y creo — estoy seguro— que todos salieron de allá a sabiendas de algo buena del País Valenciano.