Milán, en italiano Milano, es la mayor área metropolitana de Italia y el segundo municipio de Italia por población desprendido de Roma. Milán, como capital económica e industrial de Italia, tiene el aspecto y las características de una metrópoli moderna: rascacielos, edificios de cristal y metales y grandes almacenes.
La movilidad en Milán nace de la idea de tener la oportunidad de comparar nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias con un Liceo Científico en la ciudad de Milán. Esta premisa fue suficiente como para poder mover el engranaje pulsátil que acababa de iniciarse.
Ha sido realmente interesante y enriquecedor poder observar desde dentro del sistema educativo italiano al profesorado de ciencias dar clases tanto a nivel teórico como nivel más práctico. Hay muchos parecidos pero al mismo tiempo también muchas diferencias. Por ejemplo, he visto y siempre desde mi punto de vista, menos gastada de energía en las aulas por parte de profesorado y estoy convencida que no rebaja la profesionalidad del profesorado, ni los resultados del alumnado. Es como que el profesor o profesora explica contenidos de la asignatura y al alumnado que realmente lo interesa la materia está atento y entusiasmado y a quien no le provoca interés desconecta pero no molesta, es decir, el profesor/a no gasta energía tratando qué el alumnado esté atento o interesado en la materia, simplemente explica con un grado de entusiasmo y el alumno interesado atiende y sigue la materia y el alumno que no está interesado desconecta. A mi caso, cuando esto pasa, me invento mil estrategias para que el alumno que está desconectado pueda en algún momento conectarse. Puede ser este gasto de energía empleada por mí sobraría respecto al sistema educativo italiano?
Por otro lado, otro disparo a subrayar y que me resultó curioso es el hecho que los profesores y profesoras sean conocidos por el alumnado por su apellido y no por su nombre. Se crea una distancia e incluso depende de cómo se plantee un mayor “respeto” hacia el profesor o profesora. Es complicado encontrar el punto de conexión con el alumnado, no volamos mucha distancia pero al mismo tiempo queremos que cada cual tenga su lugar, su espacio y que los dos nos respetemos. ¿Cierto?
He comprobado, que la amabilidad y el gusto para hacer las cosas bien está a las personas, y la gente predispuesta y pro de la docencia te la puedes encontrar a cualquier lugar de mundo, solo tenso que que descubrirlo.
