Un miércoles en Praga

Después de nuestra visita al castillo de Praga, nos dirigimos al centro para ver el reloj astronómico. Antes de que sonara la hora en punto, nos permitieron dar una vuelta por la plaza y por las calles de alrededor y volver al reloj a la hora que habíamos quedado para disfrutar el cambio de hora.

Durante el tiempo libre, pudimos ver la plaza en la cual había varios puestos en los que vendían comida y souvenirs y una calle llena de tiendas de lujo como Gucci, Dior, Prada, Versace, Balenciaga… Después volvimos al reloj a la hora acordada y pudimos observar el cambio de hora del reloj. El reloj está en la pared sud del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja y es uno de los monumentos más conocidos.

Visto frontalmente, encontramos dos esferas en el Reloj Astronómico de Praga. La inferior es la dedicada al calendario con los signos del zodíaco y en la parte central, el escudo de Praga. A ambos lados del calendario se colocaron dos estatuillas (cuatro en total), que representan un filósofo, el arcángel San Miguel, un astrónomo y un cronista u orador.

La esfera superior es la del reloj astronómico propiamente dicho, que tiene la forma de un astrolabio medieval.

No se trata solamente de un reloj para dar las horas, si no también de un reloj que nos indica las órbitas del sol y de la luna.

Al acabar la tarde, paseamos por el barrio judío antes de volver a casa con nuestros estudiantes checos, recorrimos un poco el centro y compramos souvenirs para familias y amigos.