La primera vez que vine a Berlín fue durante el verano del año 90, pocos meses después de la caída del muro que había dividido la capital alemana durante casi 30 años. La población alemana lo derrocó sin derramar sangre ni disparar ni un solo disparo, simbolizando el fin de la Guerra fría y empezando la reunificación de este país que hoy en día es una de las potencias económicas mundiales. La ciudad ha cambiado mucho desde entonces, hoy en día ocupa una superficie de casi 900km2 y cuenta con unos 4 millones de habitantes.
Obviamente, las motivaciones de aquel viaje no tenían nada que ver con las de este, que supone la tercera movilidad del proyecto ERASMUS+ en el que participa nuestro centro, denominado “GILABERT GETS AN OPENING TO EUROPE”. El motivo de esta movilidad es participar en el curso “Project Based Learning in the classroom: Setup, integration and reflection“ y formarme en el aprendizaje basado en proyectos.
El primer día del curso no ha sido especialmente productivo, básicamente nos hemos presentado y hemos hecho una dinámica para conocernos. Además, el formador nos ha hablado de los cuatro estilos de aprendizaje y/o enseñanza según la teoría VARK (Visual Auditory Read/Write Kinesthetic; https://vark-learn.com) de Neil Fleming. Por otro lado, de las 12 persones participantes en el curso, 11 vienen de España, así que la vertiente multicultural de la movilidad se quedará a medias.
Por la tarde, una de las participantes del curso nos ha comentado que iba a hacer una visita guiada por Berlín, pero visitando lugares poco turísticos y con arte urbano (como se puede ver en algunas de las fotos), y algunos nos hemos apuntado.
El recorrido ha sido muy interesante, saliendo de la famosa puerta de Brandeburgo hemos paseado por algunos patios de la parte judía del barrio Mitte, y hemos acabado en la pequeña Estambul, el barrio de Kreuzberg, donde la colonia turca es muy importante.