No se trata de ningún revival de la célebre película, sino que el alumnado de 1.º de ESO ha preparado un viaje al pasado de aquí a cuatro cursos. Han preparado cajas de tiempos, con reflexiones, imágenes, cartas a sí mismos, que serán abiertas cuando estén en el último curso de ESO. Entonces sí que será un retorno al futuro que ellos han preparado ahora.
La acción, entre la literatura de ficción, las fantasías o crónicas y el ejercicio de la memoria, ha sido coordinada por Rafa Castro, profesor del Departamento de Castellano, y ha participado alumnado del primer curso de ESO porque comenzaron un diálogo unidireccional con su yo del futuro. La máquina del tiempo existe –y lo saben bien los profesionales de la Historia– y es la memoria a partir de los testigos, personas y materiales. En una escala más modesta que no en la primeras piedras de edificios oficiales, pero con la poderosa carga de la emotividad, el alumnado que ahora tiene alrededor de los doce años de edad, le ha escrito a quien tendrá dieciséis y lleva su mismo nombre y apellidos. ¿Será la misma persona? Hasta cierto punto, porque todo el mundo sabe cómo de intensos sueños son los cambios en este periodo de la vida.
Cada uno de los y las alumnas de primero de ESO han depositado escritos y objetos en sobres y han sido agrupados en cajas por curso. Las cajas han sido recibidas por las tutoras, que las han sellado y así se mantendrán hasta el curso 2026/2027. Seguramente, quién las abra de aquí a cuatro cursos no encontrará objetos de oro como los que deslumbraron la vista de Howard Carter al divisar el interior de la tumba de Tutankamon, pero sí que dirá, como el arqueólogo inglés “Veo cosas maravillosas”, porque no hay nada de más maravilloso que conocerse un mismo y todavía más, reconocer el niño que hemos sido. De aquí a cuatro años lo comprobaremos. Estáis invitados e invitadas.