Estimadas familias:
Nos dirigimos a ustedes para abordar un tema que está teniendo un impacto considerable en las relaciones personales y el bienestar de nuestros alumnos: el uso excesivo del teléfono móvil y las redes sociales. Como comunidad educativa, es nuestra responsabilidad conjunta cuidar de su desarrollo integral y, por ello, queremos compartir con ustedes algunas reflexiones sobre los efectos negativos que estos dispositivos y plataformas están teniendo en su vida cotidiana.
Hemos observado que muchos de nuestros alumnos pasan gran parte de su tiempo conectados a sus teléfonos, lo que ha comenzado a afectar sus habilidades sociales y sus relaciones con amigos, compañeros y familiares. El tiempo dedicado a las redes sociales a menudo reemplaza el tiempo para interactuar cara a cara, lo que es esencial para el desarrollo de competencias emocionales, como la empatía, la escucha activa y la resolución de conflictos. Además, el mal uso de estas plataformas puede fomentar dinámicas tóxicas, como la competencia por la validación a través de “likes” o la construcción de relaciones superficiales. Estas actitudes no solo generan ansiedad, sino que también dificultan la creación de vínculos profundos y sanos.
Diversos estudios señalan que el uso incontrolado de las redes sociales está relacionado con el aumento de problemas como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima, especialmente en adolescentes. La exposición constante a vidas idealizadas en redes puede generar una sensación de insuficiencia o la presión de alcanzar ciertos estándares irreales. Además, el “ciberacoso” o “bullying” digital es una realidad preocupante. Las redes sociales pueden convertirse en un espacio en el que se difunden comentarios hirientes o se crean conflictos que afectan negativamente el ambiente escolar y la autoestima de los jóvenes.
Sabemos que los móviles y las redes sociales son parte de la vida moderna y que no es posible aislar a los adolescentes completamente de ellos, pero creemos firmemente que su uso debe ser regulado y gestionado de forma consciente. Les animamos a reflexionar sobre la siguiente serie de recomendaciones:
1. Fomentar la comunicación abierta: Hable con sus hijos sobre el uso responsable de la tecnología y el impacto que puede tener en sus relaciones. Crear un espacio de confianza donde puedan compartir sus preocupaciones o experiencias.
2. Establecer límites saludables: Es fundamental acordar un uso controlado de los móviles, sobre todo durante los momentos de convivencia familiar o cuando deban centrarse en sus estudios. Limitar el tiempo frente a la pantalla puede mejorar tanto su rendimiento académico como su bienestar emocional.
3. Promover actividades offline: Ayudar a sus hijos a desarrollar intereses y actividades que no dependan del uso del móvil, como deportes, lectura o proyectos creativos. Estas actividades fomentan las relaciones cara a cara y fortalecen las habilidades sociales.
4. Supervisar el uso de las redes sociales: Ser consciente de las plataformas que utilizan y hablar con ellos sobre los posibles peligros, incluyendo la privacidad en línea y cómo manejar situaciones incómodas o peligrosas, como el ciberacoso.
5. Dar ejemplo: El uso responsable de la tecnología comienza en casa. Modelar un uso equilibrado del móvil y las redes sociales ayudará a sus hijos a interiorizar prácticas más saludables.
Estamos convencidos de que, trabajando juntos, podemos lograr que nuestros alumnos disfruten de los beneficios de la tecnología sin que esta interfiera negativamente en su vida social, emocional o académica. Queremos agradecerles de antemano su apoyo y colaboración para garantizar que nuestros jóvenes se conviertan en adultos responsables, empáticos y equilibrados. Si tienen alguna duda o desean más orientación sobre este tema, no duden en ponerse en contacto con el equipo de orientación de nuestro centro.
Atentamente,
El claustro de profesorado de la Sección del IES La Encantá en San Fulgencio
Sección del IES La Encantá en San Fulgencio
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