La diversidad lingüística y cultural de Europa constituye un patrimonio valioso para proteger y fomentar, por lo que conviene trabajar en esta dirección con el fin de que dicha diversidad suponga una fuente de riqueza y de comprensión recíproca entre todos los pueblos de Europa. Por este motivo, los estados miembros de la Unión han convergido en un espacio común europeo de cooperación y coordinación constante por medio de sus políticas educativas y más concretamente a través de sus políticas de enseñanza y aprendizaje de lenguas.
De acuerdo con esta concepción europeísta, el Consejo de Europa ha elaborado un documento bajo el nombre de Marco Común Europeo de Referencia para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de lenguas extranjeras, mediante el cual se pretende `satisfacer las necesidades de una Europa multilingüe y multicultural y desarrollar considerablemente la habilidad de los europeos para poder comunicarse efectivamente entre ellos, más allá de las fronteras lingüísticas y culturales.
El Marco deja clara también la idea de que para poder conseguirlo, se precisa de un esfuerzo constante a lo largo de la vida.
El Marco Europeo Común de Referencia para las lenguas hace recomendaciones sobre el aprendizaje de idiomas y su certificación, y de acuerdo con esto establece una serie de niveles comunes ordenados progresivamente en grados de competencia lingüística, más amplios y ligados a diferentes contextos sociales, donde la competencia comunicativa es la herramienta imprescindible para la comunicación interpersonal.