El alumnado participante en el intercambio a Florencia (24/03- 31/03) se ha visto implicado en la realización de un trabajo colaborativo con sus correspondientes compañeros italianos. Durante la fase previa al viaje, cada grupo mixto ha trabajado en sesiones en línea y en el período de la visita a Florencia ha realizado en el centro educativo la exposición oral en público.
Tal vez resulte extraño esperar que tu alumnado sea capaz de organizarse de forma independiente para la realización de una tarea académica que implica búsqueda y selección de información, coordinación con otros estudiantes desconocidos de otro país, utilización de medios digitales y, finalmente, actitud abierta para saber aportar propuestas propias y aceptar ajenas en un trabajo de equipo que debe resultar cohesionado y convincente en su conjunto.
Pues eso mismo les hemos pedido a los participantes en este intercambio a Florencia. Y parece que pueden hacerlo. Se trata de ponerlos en una situación de aprendizaje nueva. Primero han trabajado en equipo en la distancia y luego se han conocido personalmente.
Saber de una persona cómo trabaja, en el ámbito académico o en el profesional, es tener ya mucha información sobre ella. Nuestro alumnado ha conocido a sus nuevos amigos italianos en el contexto del trabajo académico, en la parte seria de la experiencia.
Josep y yo estuvimos expectantes por ver qué transmitían y cómo se había coordinado.
El formato del producto final ha sido diverso: presentación digital, audio, vídeo. Cada grupo explica su tema haciendo comparaciones entre los dos países, Italia y España. Esto es lo interesante: descubrir aspectos de cada país en ciertos momentos difíciles de su historia, que han supuesto una amenaza para el desarrollo y la convivencia pacífica de su sociedad. Paralelismos históricos y notas de diferencia han descubierto a lo largo de las exposiciones.
El alumnado ha expuesto ante el gran grupo una síntesis utilizando el inglés. Este fue el otro gran reto, pero lo han conseguido.