La orientación educativa es una herramienta para la mejora de la atención del alumnado. Los objetivos o funciones principales de la orientación educativa son:
- Velar por el cumplimento de los objetivos del alumnado.
- Conocer en profundidad a cada alumno/a: sus capacidades, intereses, aspiraciones y motivaciones. De esta forma, es más fácil guiarles hacia la opción educativa y profesional que mejor se adapta a sus preferencias.
- Ayudar a los alumnos/as a mejorar su rendimiento académico y adaptación al medio educativo.
- Asesorar a alumnos/as, familias y profesionales educativos para promover el desarrollo personal y académico de los/las estudiantes en las diferentes etapas. Es esencial integrar a todas las partes implicadas (profesores, familias, alumnos/as y centros) para mejorar el proceso de orientación.
- Poner a disposición del alumno/a guías de orientación vocacional que le ayuden a decidir su itinerario formativo y profesional, en base a sus propios intereses.
- Identificar a los alumnos/as que requieren apoyo en su aprendizaje y diseñar un programa de intervención personalizado. Es primordial que el orientador/a sepa detectar las dificultades personales y educativas que influyen en su aprendizaje para diseñar los planes de prevención o de intervención adecuados.
- Trabajar la orientación educativa con otros centros para crear conocimiento compartido.
- Colaborar en el desarrollo de la innovación e investigación académica.