En nuestro centro educativo , el huerto escolar se convierte en una herramienta pedagógica fundamental para acercar a los niños a la naturaleza y fomentar el respeto por el medio ambiente. A través del trabajo en el huerto, los estudiantes aprenden sobre el ciclo de vida de las plantas, la importancia de la agricultura sostenible y el valor de los alimentos frescos y saludables. Además, participan activamente en la siembra, el riego y la cosecha, promoviendo el sentido de responsabilidad y el trabajo en equipo.
Junto con el cuidado del huerto, el centro desarrolla proyectos de reciclaje, donde los niños aprenden a clasificar los residuos y reutilizar materiales para reducir el impacto ambiental. Se organizan talleres de manualidades con materiales reciclados y campañas de concienciación sobre la importancia de reducir el consumo de plásticos y generar menos residuos. Asimismo, el respeto por el entorno se fomenta a través de jornadas de limpieza de espacios verdes y la creación de zonas de biodiversidad, donde los alumnos pueden observar y proteger especies autóctonas.
Estas iniciativas no solo contribuyen a la educación ambiental de los niños, sino que también fortalecen su vínculo con la naturaleza, promoviendo hábitos sostenibles que podrán aplicar en su vida cotidiana. De esta manera, el centro escolar se convierte en un espacio de aprendizaje activo, donde el respeto y el cuidado del planeta forman parte esencial de la formación de nuestros niños y niñas.



















