Trabajo del alumnado de valores éticos en el curso 2021/22

Fotografía del libro Del Huerto al Alma. Recetas para comer mejor y salvar el planeta

Este no es un libro de recetas normal. De hecho, no es un libro de recetas. Es un dispositivo para cambiar el mundo. Puede parecer exagerado, pero si se piensa bien, es algo que hacemos a pequeña escala a cada momento. Cada cosa que hago me hace un poco mejor, o un poco peor. No solo a mí, también a los que me rodean. El cuidado de uno mismo, de los demás y del planeta son la misma cosa. Y para enseñar esa sencilla pero poderosa idea pusimos en marcha este libro.

Empezamos investigando qué alimentos son sanos y cuáles no. Aprendiendo a consultar la evidencia científica y fuentes oficiales, elaboramos una lista de alimentos saludables. Pero no podíamos, no podemos, preocuparnos únicamente por lo que es sano para mí. Debíamos investigar, además, lo que es sano para el planeta. Aprendimos así qué es la huella hídrica de los alimentos, cuándo se plantan y cuándo crecen, dónde se producen y cuánto cuesta ponerlos en la mesa. Con todos esos datos, fuimos corrigiendo nuestra lista inicial. Y el resultado de nuestra investigación se puede resumir en unas pocas ideas: Hay que comer más frutas, verduras y hortalizas, más legumbres y frutos secos; hay que cambiar a alimentos integrales, al aceite de oliva, elegir alimentos de temporada, de proximidad, y beber agua; y debemos reducir todo lo posible el consumo de sal, de azúcares, de carnes rojas y procesadas y de alimentos ultraprocesados.

Son ideas sencillas, pero muy difíciles de convertir en hábitos de vida. Por eso decidimos materializarlas en un libro de recetas que nos ayudara a hacerlo. Y para ello hemos querido ampliar nuestro ámbito de acción e involucrar también a las familias. Una de las cosas que siempre han preocupado, tanto a docentes como a familias, es la desconexión que puede haber entre ambos. A veces, parece que hubiera un abismo entre el instituto y los hogares. Por eso decidimos que nuestro libro se construyera también como un pequeño puente entre esos dos mundos. Y enviamos al alumnado a casa para que realizara allí la última parte de la investigación: la búsqueda de recetas elaboradas con nuestros alimentos saludables, sostenibles, de temporada y de proximidad.

Finalizado el trabajo de investigación, faltaba la parte creativa. Entre todas y todos hicimos los dibujos que ilustran estas páginas, compusimos el título de forma colectiva, y decidimos los detalles de la edición. El resultado es que todo lo que contiene este libro ha salido de la cabeza y de las manos de las ciento veinte alumnas y alumnos de Valores Éticos, y de sus familias. Todo, salvo estas líneas, que Conchi y yo, desde la coordinación del proyecto, hemos querido añadir como prólogo, como recuerdo y como dedicatoria.
Durante todo el proceso de trabajo, hemos pensado a menudo en las autoras y autores de este libro. Imaginamos que dentro de unos años no recordarán muchas de las cosas que han aprendido este curso, y eso no nos parece mal. Nos ha pasado a todos. Aunque nos gusta pensar que no olvidarán nunca que cocinar sano para mí y para el planeta es la misma cosa. Nos gusta imaginar que un día abrirán este libro por casualidad y lo volverán a ojear con una sonrisa. Recordarán entonces que el trabajo también puede ser divertido. Pensarán cómo era el mundo entonces, cómo es ahora, y cómo lo han cambiado con sus acciones.

Ojalá que haya sido para bien. Y que este proyecto les haya ayudado.

Fran Béjar y Conchi Martín
Coordinador y coordinadora del proyecto