Con motivo de la celebración del aniversario de nuestro instituto, tres reporteros de la revista escolar Ola18 han tenido el honor de entrevistar a una compañera que ha sido fundamental en la historia del centro: María Antonia Moreno. No solo fue profesora de Lengua Castellana en nuestras aulas, sino que también desempeñó el importante cargo de vicedirectora y fue fundadora de la revista del centro.
A través de esta entrevista, queremos revivir junto a ella los momentos más significativos de su trayectoria en el instituto, conocer sus recuerdos más entrañables y descubrir cómo ha evolucionado la educación a lo largo de los años. Su dedicación y compromiso han dejado una huella imborrable en generaciones de estudiantes y docentes.
Esperamos que disfrutéis de una entrevista llena de historia y pasión por la enseñanza y el periodismo.
–María Antonia, ¿en qué momento nace su vocación para enseñar?
Yo creo que siempre quise enseñar, porque me recuerdo de muy pequeña jugando a ser maestra en mi casa con mis muñecas. Es cierto que hubo una época en que quise ser periodista, pero cuando empecé a estudiar mi carrera, Filología Hispánica, se me pasó, y ya me volví a encaminar a la enseñanza.
–¿Fue siempre la docencia su primera opción?
Como acabo de decir, no siempre, pero sí casi siempre.
–¿Qué la motivó a ser profesora?
Me encanta la comunicación, y si es para compartir conocimientos, siendo tanto profesora como alumna, más aún. Tampoco he dejado de ser alumna nunca, pues además de lo que he aprendido en mis clases, he hecho muchos cursos para perfeccionar y ampliar. Y sigo haciéndolos.
– ¿En cuántos centros ha estado?
Empecé en 1985, recién aprobadas las oposiciones, en Benissa; pasé un curso en el IES Figueras Pacheco y dos en el IES San Blas, ambos de Alicante; tres cursos en el IES Hermanos Amorós de Villena; doce en el IES Carrús de Elche, y de 2003 a 2022 en el IES Playa San Juan de Alicante.
-¿Qué centro fue su favorito? ¿Por qué?
No hay centros favoritos para mí, porque en todos he estado muy bien y he tenido magníficos alumnos y compañeros. Del IES Playa San Juan guardo imborrables recuerdos, del que más sin duda.
-¿Cuántos años impartió clases en este centro? ¿En qué año comenzó?
Comencé en 2003, y estuve hasta que me jubilé en 2022.
–¿Disfrutó de su tiempo como docente? ¿Qué momentos recuerda especialmente?
He disfrutado muchísimo con mi trabajo. Podría decir que no era un trabajo. Yo he tenido la suerte de que me pagarán por hacer lo que me gustaba. Desgraciadamente, no todas las personas pueden decir lo mismo.
En cuanto a momentos que recuerde… hay muchísimos. Yo diría que casi todos. Quizás, la única vez que “invité” a un alumno a salir de clase. Fue en Benissa, en primer año como docente. Le pedí que, como no estaba en condiciones de estar en un aula, saliera. Y que cuando él considerara que ya lo estaba, volviera a entrar. El alumno salió y regresó a los diez minutos pidiendo permiso para entrar. Y se comportó como debía. Nunca más he tenido que hacer algo así en mis 37 años de docencia. No ha sido necesario.
-¿Qué fue lo más difícil de ser profesora? ¿Hay alguna anécdota positiva o negativa que quieras compartir?
Lo más difícil es entender que tú cada vez tienes más años, y tus alumnos siempre tienen los mismos. Sientes que puedes alejarte de ellos porque cada vez hay más distancia generacional. Pero también creo que haber trabajado con gente joven me ha hecho sentirme joven durante más tiempo. Y, como anécdota, las caras de incredulidad de mis alumnos cuando les contaba en clase que yo viví mis seis o siete primeros años de vida sin tele, porque no existía.
– ¿Cómo fue su experiencia como vicedirectora de este instituto? ¿Volvería a serlo de tener la oportunidad?
Un cargo directivo en un instituto es una responsabilidad añadida. Es, también, en el cargo de la Vicedirección, la oportunidad de enfocar la educación desde otra perspectiva, organizando actividades complementarias y extraescolares para los alumnado y profesorado. Y algunas, incluso, para las familias. Yo, que nunca sentí interés por desempeñar un cargo de este tipo, disfruté mucho como vicedirectora, especialmente organizando las Semanas Culturales que dedicamos a la astronomía, Miguel Hernández, los viajes, la educación… Durante una semana, las clases se mantenían con normalidad, pero cada día había una o varias actividades complementarias o extraescolares relacionadas con el tema elegido, desde exposiciones a charlas o excursiones. Todos los alumnos del centro participaban en alguna de ellas. Fue muy complicado organizarlas, pero conté siempre con la ayuda de Imma Contrí, que era la Secretaria del centro en esos momentos. Hicimos un buentándem. La sigo recordando y queriendo muchísimo ( desgraciadamente, falleció en 2016). Desempeñé el cargo durante seis cursos con un equipo formidable de profesoras excelentes como Aurora Arias, Mercedes Cabello, Ana Guijarro, Juanjo Gomis e Imma. Pero reconozco que acabé muy cansada y deseando volver a mis clases, que es lo que más me gustaba.
-¿De qué disfrutó más, del periodismo o la docencia?
Del periodismo como tal sólo he podido disfrutarlo como aficionada. Una vez tuve claro que no iba a ser mi profesión, me entregué de lleno a la docencia. Pero es verdad que siempre tuve el gusanillo dentro, e incluso realicé un curso de Periodismo de Investigación en la Universidad de Alicante. La oportunidad de montar una revista escolar me sirvió para “matar” ese gusanillo. Ahí pude combinar mis dos vocaciones: la enseñanza y el periodismo, dos maneras de comunicar. Y eso se lo debo al IES Playa San Juan.
-¿Qué la incitó a crear la revista Ola 18?
Cuando llegué al centro en 2003, la entonces Jefa de Estudios me propuso que, ya que iba a impartir la materia de Diseño y Redacción de Prensa en 4° de ESO, podía intentar poner en marcha una revista escolar. Yo estaba recién llegada del IES Carrús de Elche, donde tenían una amplia tradición en este sentido con su revista “Carrusel”, en la que había hecho alguna colaboración. Aproveché lo que aprendí de su funcionamiento, y con todo ello y la ilusión del grupo de alumnos del Taller, nació “Ola18”.
-¿Quiénes participaban en su redacción?
El equipo de redacción lo formaban los alumnos del Taller, pero la revista ha estado siempre abierta a la participación de todos los estamentos que forman el centro: alumnado principalmente, profesorado y familias. Hemos contado incluso con participantes externos como el doctor Antonio Redondo, pediatra del Centro de Salud del Cabo, y profesores de otros centros.
-¿Recuerdas a algún colaborador en especial? ¿Por qué?
Recuerdo las colaboraciones del pediatra en una sección que titulamos “No seas loc@!”, sobre cuestiones relativas a la salud de los adolescentes. O las entrevistas al escritor Javier Moro, ganador del Premio Planeta; o a Pedro García Aguado, el “Hermano mayor”; o a dos jueces de menores, Carmen Arias y Emilio Calatayud.
-¿En qué año la revista pasó de ser física a digital? ¿Qué problemas conllevó ese cambio? ¿Por qué se decidió apostar por lo digital?
Creo recordar que fue en 2012 el paso de papel a digital. Y fue porque estábamos en plena crisis económica y la Dirección del centro me comunicó que no había presupuesto para la impresión en papel de la revista. En 2006, organizamos en nuestro centro un Encuentro Provincial de revistas escolares que cerró un antiguo alumno mío del IES Carrús de Elche, y que por entonces ya era profesor en la UCAM de Murcia de Tecnologías de la información. A esa charla acudimos varios profesores del centro, y Luis Calvo, profesor de Filosofía, se interesó mucho en el tema. Cuando en 2012 nos quedábamos sin revista, él se ofreció a montar conmigo “Ola18digital”. Y nos pusimos en marcha. Para muchos, el futuro estaba en lo digital y, además, había que adaptarse a los nuevos tiempos. No obstante, y en cuanto pudimos, decidimos hacer un número al año en papel recogiendo una selección de lo publicado en la versión digital, versión esta que tenía como incentivo la publicación inmediata de los artículos, así como la posibilidad de incluir audios, enlaces y vídeos, y cero costes.
-¿Qué opinas del periodismo actual?
Creo y defiendo el periodismo como algo absolutamente indispensable en una democracia. Los ciudadanos tenemos derecho a la información y tenemos la obligación de estar informados para poder tomar después decisiones, como elegir una opción política, por ejemplo. Pero el periodismo ha de ser riguroso y mostrar datos comprobados. Hoy en día, hay medios que siguen funcionando así, y ese es el periodismo que yo defiendo, no el que pretenden hacer pasar por periodismo algunos personajes que se limitan a extender por las redes sociales principalmente noticias falsas o sin contrastar. Y contra eso creo que debemos luchar todos. Las redes sociales no son perversas en sí mismas (al contrario, creo que pueden sernos muy útiles), pero si las utilizamos mal, pueden hacer mucho daño.
-¿Cómo se puede mejorar?
Contrastando. Hay que ver en qué se basa el que escribe o habla y contrastarlo con otras fuentes. Siempre he defendido, y mis alumnos de prensa lo pueden corroborar, que no debemos limitarnos a un solo informador (periódico, radio, cadena de televisión, “influencer”, red social…), sino frecuentar varios. Solemos ir a lo fácil, pero hoy en día, si queremos estar bien informados, no debemos dar voz a los que actúan fraudulentamente como “periodistas”. Si no les seguimos, terminarán desapareciendo.
– ¿Crees que la asignatura de taller de prensa es imprescindible en los centros educativos? ¿Por qué?
Lo creo sin duda, y lo creo porque es imprescindible saber acercarse a los medios de comunicación y entender su forma de comportamiento. Recuerdo cuando explicaba a mis alumnos la diferencia entre un titular escrito en cursiva o en normal, qué significaba cada uno. O qué significan los diferentes tamaños de letra. O qué es la línea editorial de un medio de comunicación. O la importancia que tiene la publicidad en los medios. O que una noticia aparezca en una página par o impar… Se sorprendían mucho.
-¿Hay algún asunto o aspecto que quieras compartir con nosotros?
Sólo quiero deciros que guardo como un tesoro mi experiencia con “Ola18” y con todos y cada uno de los alumnos que han pasado por ella, algunos y algunas de los cuales son hoy grandes profesionales de los medios de comunicación incluso en países extranjeros (y a los que tengo la suerte de seguir gracias a las redes sociales). Y que no perdáis nunca la ilusión y las ganas de saber y conocer, que seáis curiosos, que os preguntéis el porqué de las cosas, que dudéis y no os creáis cualquier cosa que os cuenten. En definitiva, que tengáis vuestro propio criterio formado a partir del estudio y el amor por saber.
Y dar las gracias a todos aquellos, que son muchos, que hicieron posible que este sueño se hiciera realidad, desde los tres directores del
centro (Salvador Novau, José Luis Carrión y Aurora Arias) durante mi estancia en él, y que siempre la apoyaron, así como las distintas AMPAS y profesorado y alumnado. Incluso a Javi y Luis, conserjes que se encargaban de su venta. Como os he dicho, todos los estamentos colaboramos en este proyecto que vosotros podéis y -creo- debéis consolidar.
–¿Qué consejos nos darías como alumnos de la Revista escolar?
Que no la dejéis perderse, y que la miméis y la cuidéis, porque ella os puede dar, seguro, grandes satisfacciones como me ha dado a mí.
Agradecemos profundamente su tiempo, sus palabras y sus valiosos consejos. Nos inspira su entusiasmo por la educación y el compromiso con la verdad, valores que seguiremos defendiendo en nuestra labor como jóvenes comunicadores.
Gracias, María Antonia, por compartir con nosotros tu historia y por recordarnos que la curiosidad, el conocimiento y la ilusión son las claves para seguir avanzando.
Jorge Olcina, Luján Paz y Carlos Petrel, 2ºESO G