Hola a todos desde Malta:
Paula, Ana y yo viajamos ayer lunes por la tarde hasta Malta para participar en el tercer encuentro internacional del programa Erasmus + STESSIE de inclusión educativa. Sufrimos retrasos en los dos vuelos. Llegamos a Barajas una hora tarde y una vez allí tuvimos que esperar hasta la medianoche para embarcar hacia Malta de modo que no llegamos al hotel hasta las 3 de la madrugada.
Afortunadamente, el día de hoy ha compensado. A primera hora hemos comenzado una larga y fructífera jornada junto a nuestros socios, La Universidad de Gante, El Instituto de Altos Estudios para la Educación y la Formación de la República Francesa, los inspectorados educativos de Serbia, Bulgaria, Estonia, Flandes, País Vasco, Madrid y la Asociación Internacional de Inspectores.
El propósito del proyecto es la elaboración y el testeo de una herramienta para evaluar la inclusión educativa.
Esta minúscula república formada por las islas de Malta, Gozo y Comino que presume de ser encrucijada de culturas y punto de encuentro de civilizaciones muy diversas a través de la historia está siendo el lugar perfecto para este asunto.
La sesión de hoy se ha desarrollado en la sala de conferencias del Hotel Osborne, donde nos alojamos, situado en el centro de La Valetta. Las ponencias han sido el marco de lo que desarrollaremos en los próximos días. Ha comenzado la institución anfitriona de la mano de Denise Gatt, directora de calidad y estándares de educación del Ministerio maltés de Educación y hemos continuado con cuatro ponencias más: la primera sobre apoyo escolar, la siguiente sobre prácticas inclusivas en las escuelas maltesas, la tercera sobre colegios con atención específica para alumnos disléxicos y la última a cargo de la unidad específica para alumnos migrantes.
Después del almuerzo hemos continuado con una mesa redonda formada por agentes de distintos sectores de la comunidad educativa que nos han ofrecido un coloquio crítico del sistema con planteamientos y propuestas muy interesantes.
Ha cerrado la jornada el secretario permanente del Ministerio de Educación deseándonos una feliz estancia. A estas alturas estábamos al límite de nuestras capacidades de retención y atención, pero para ejercitarnos físicamente un poco, aún hemos puesto empeño y hemos recorrido La Valetta, una ciudad fortificada de edificios impresionantes de distintos estilos y épocas que narran por sí solos el rico pasado que la envuelve. Hemos concluido el día cenando junto a los compañeros de proyecto en una pizzería de la villa romana. Mañana volvemos a tener una larga jornada con visitas a centros de distintos niveles y características.
Saludos. Nos vemos pronto. Os dejo unas fotos.
Satur.
Estimados/as compañeros/as;
Os voy a realizar un pequeño resumen del segundo día de nuestra experiencia en Malta.
La jornada ha comenzado a una hora muy temprana, con una visita a diferentes escuelas. Nos han dividido en grupos y al equipo del IES Monastil nos han asignado centros distintos de diferentes niveles y contextos. A Satur le ha tocado una escuela de infantil y primaria, a Ana una escuela media y a mí una de secundaria.
El centro que he visitado era una escuela privada, católica y solo de chicos, con medidas inclusivas diversas, como realizar numerosas actividades de participación de las familias, y de la comunidad educativa, también realizan servicios a la comunidad y cohesionan al claustro entre otras medidas. Como miembro del departamento de orientación me ha sorprendido el aula multisensorial incluida en un centro ordinario. La escuela que ha visitado Satur aplica a todo el alumnado de todos los niveles una metodología para alumnos/as disléxicos con el firme convencimiento de que así se favorece a todos/as. Respecto la escuela que ha visitado Ana, cuenta con una exposición de elementos artístico y de diseño realizado por los propios alumnos. Un aspecto diferente es que tiene un aula enorme de convivencia, con todas las comodidades (sofá, sillón, mesa redonda) donde siempre están 2 profesores y el alumnado puede ir libremente cuando lo necesite o puede ser derivado por el profesorado. También, hacen servicios a la comunidad como medida restaurativa. Además, destacar es que tienen una orientadora y un equipo de profesores que trabajan parar atender al alumnado con necesidades.
Como aspectos singulares y comunes a todas las escuelas de Malta. Contaros que el estado Maltes se define como católico, lo que implica que se reza y muestran iconos de la ideología católica y tienen capilla. Cuentan con numerosos recursos, todos tienen terminales digitales en todos los niveles y los profesores están a punto de recibir un laptop personal. Las instalaciones son fantásticas (bibliotecas enormes, piscinas, etc) y dentro de una misma aula está el profesor y dos personas más realizando un trabajo de apoyo. El trato entre el alumnado y los profesores es mucho más formal, respetuoso y tradicional que el nuestro sorprendiéndonos la falta de espontaneidad. Lleva todo el alumnado uniforme.
Estoy mejorando mis habilidades comunicativas en inglés, y está resultando gratificante y retador. No me quiero despedir de vosotros sin compartir una reflexión muy repetida estos días: » Diversity is a fact, inclusion is an act».
Un cordial saludo.
Paula Serra Gómez
Orientadora educativa IES Monastil
Buenos días, compañeros,
Soy Ana. Hoy me toca a mí hacer el resumen de nuestro tercer día en Malta. Hemos visitado la escuela «Senglea Primary School», para lo cual hemos tenido que desplazarnos en ferry. Por lo visto, aquí este es un medio de transporte habitual para ir de una isla a otra o de un punto a otro de la costa. Un paseo muy agradable de diez minutos en el que teníamos unas vistas envidiables de todo el entorno fortificado de la ciudad y del puerto con su tráfico naval, que va desde las barquitas tipo góndola que llevan a los turistas a dar un paseo, hasta los yates de lujo con banderas de diferentes países. Una mezcla muy impactante de tradición histórica y modernidad que hace que Malta sea un destino muy recomendable. Apuntadlo en vuestras agendas. Pero lo que más me ha impactado ha sido la luz y el cielo. A veces, me parecía que estábamos ante un decorado precioso y que, de un momento a otro, iba a aparecer el director de la película gritando «¡Acción!».
La segunda cosa que quería destacar es la hospitalidad de la gente de Malta. No sé si en esto tiene algo que ver la insularidad, pero son personas acogedoras y llenas de vitalidad y alegría. Lo hemos vivido de cerca con el grupo de inspectores que ha organizado este meeting y que nos han tratado casi como si fuéramos de su familia. Esta familiaridad se deja ver entre ellos, ya que sólo son unos diez inspectores en toda la isla y se nota su complicidad y su amistad.
Pasando ya a las reuniones de trabajo de hoy, se han tratado temas relacionados con los resultados obtenidos del pilotaje de la herramienta STESSIE para medir la inclusión en los centros educativos y que se ha testado por primera vez en el colegio de Malta que hemos visitado. Ha sido muy gratificante ver que ya es una realidad y que pronto estará lista para ofrecer la TESSIEMETER a todos los países de la UE. A continuación, hemos hablado de la preparación del próximo meeting, que será en España (afortunadamente, no en Elda, lo cual nos complicaría un poco la vida). Como somos tres socios españoles, el meeting se hará en San Sebastián en el mes de marzo. Y mientras tanto, en cuanto nuestros colegas de Madrid traduzcan las preguntas de la TESSIEMETER al castellano (ahora en inglés), pasaremos a la práctica y la testaremos en nuestra comunidad educativa.
Mañana (o sea hoy viernes) se celebrará el Multiplier Event (todos los meetings terminan con un evento abierto a todos los públicos) donde se explicará el desarrollo del proyecto y los resultados obtenidos hasta ahora. Para ello, nos desplazaremos al Palacio de San Anton (¡qué casualidad!, como nuestro querido santo), donde se realizarán las intervenciones institucionales y la despedida oficial. Luego se realizará una visita guiada que nosotras nos perderemos porque tenemos que iniciar el viaje de vuelta. Al menos, hemos tenido la posibilidad de visitar hoy el Fuerte de Sant Angelo, una fortaleza imponente que intentó frenar las diferentes invasiones sufridas por el pueblo maltés y que hoy queda como atalaya desde la que se avistan, no las naves fenicias ni los piratas, sino las pequeñas barcas pintadas de colores y los enormes yates, junto a los ferris y los barcos de carga. Desde allí, apoyadas en sus muros, Paula, Satur y yo, hemos intentado divisar la costa de Sicilia, aunque no lo hemos conseguido. Pero sí hemos experimentado la sensación de pertenencia a esa cultura mediterránea que nos une a todos y que se ha mantenido intacta a lo largo de siglos de historia.
Nos vemos el lunes.