Erasmus+ en Finlandia – Pori
Cuando el avión está llegando a Helsinki, lo único que veía era nieve y árboles, blanco por todas partes como nunca antes había tenido ocasión de ver. Los contrastes de temperatura son fuertes, tienes que tener cuidado e ir preparado, pues pasas de estar a 22 grados en cualquier edificio a -10ºC en un instante. Lo notas sobre todo en los dedos de las manos y las orejas, que se congelan en unos pocos minutos. Sorprende ver a las personas ir por la calle con pantalones vaqueros, eso sí, con un buen abrigo, guantes, bufanda y gorro. El calzado, si calienta y tiene una suela con buen agarre, lo agradecerás, pues por las calles vas a encontrar sobre todo hielo cubriendo toda la superficie, con lo que resbalar y caer al suelo es sumamente fácil como no andes con cuidado, al menos ha sido así hasta mediados de Marzo.
En Pori la actividad comienza temprano: a las 7 ya hay algunos comercios abiertos. Lo mismo sucede con la residencia Jokihelmi donde realizo las prácticas, coincidiendo con el cambio de turno de noche con el turno de mañanas. Las actividades por las mañanas son las más intensas, pues es cuando se les realiza a los residentes la higiene matutina o la ducha semanal, se les da el desayuno a las 8.00h (aamiainen) la comida a las 11.30h (lounas) y el café diario de las 14.00h (päiväkahvi). Por la tarde les dan la cena a las 17.00h (päivällinen) y el snack de noche a las 19.00h (iltapala). Son 5 plantas diferentes divididas en dos bloques, A y B, y cada planta tiene un nombre relacionados con flores. Hay catorce residentes en cada bloque, todos son personas mayores, algunos alcanzan los 100 años, y casi todos tienen diagnosticado algún tipo de demencia en mayor o menor grado a los que se les practica cuidados paliativos.
La comunicación con los compañeros es básicamente en inglés, pero los residentes solo hablan finés, por lo que es de gran ayuda aprender algunas palabras para poder interaccionar con ellos, como por ejemplo: Kiitos (gracias), Huomenta (buenos días), Hyvä (bien), kuuma (caliente), kylmä (frío), entre otras.
La ciudad de Pori tiene sitios muy interesantes para visitar, como la isla Kirjurinluoto, que está al otro lado del río Kokemäenjoki, un entorno natural lleno de árboles e instalaciones recreativas para niños, conciertos musicales y rutas para caminar o ir en bici. La iglesia de Pori, muy bonita y luminosa, donde celebran a lo largo del año eventos musicales. Hay muchos más lugares muy interesantes, pero todavía no he tenido ocasión de visitar.
«El centro es muy luminoso y con un ambiente acogedor. Los profesionales que trabajan aquí son amables y simpáticos, y me ayudan en adquirir las habilidades necesarias en el desarrollo de mis prácticas.»