Historia

La necesidad de bailar y expresarse mediante el movimiento es algo innato en el ser humano y aunque hay ocasiones donde prevalecen como un gran obstáculo la carencia de medios y la incomprensión, no suponen un impedimento para desarrollar esta disciplina.

Los centros docentes de danza surgen en Alicante y su provincia en el siglo pasado, a finales de los años 50, con la creación del Instituto Musical de Sureste, puesto que no hay datos de una escuela de danza como tal anterior a esa fecha. No obstante, ello no significa que no haya habido hombres y mujeres con esta vocación artística, seguramente mucho más allá de lo que podemos pensar, pero este arte efímero y poco reconocido, no deja demasiadas huellas, ni registros. El compositor deja sus partituras, el pintor sus cuadros, mientras que el bailarín o maestro de danza, si no ha cosechado un éxito mundial, deja tras de sí sólo el olvido.

Por fortuna, en 1958, el maestro Don Ricardo Ruiz Baquero, llamado para dirigir el entonces Orfeón Alicante del Sureste, planteó a Don Antonio Ramos Carratalá, Director General de la Caja de Ahorros del Sureste de España, la conveniencia de crear una escuela musical para paliar como él mismo apuntó en una entrevista ese mismo año en la revista Idealidad, “la carencia casi total de disciplina en los estudios sistemáticos”. De este modo surgió el Instituto Musical del Sureste, bajo la dirección de Ruiz Baquero, iniciándose el curso el 20 de Enero de 1958, y entre las  asignaturas que se impartían se encontraba la Danza.

Doña Rogelia Galiana fue la profesora de aquel primer curso de Danza Clásica y Danza Española. Las alumnas, porque ¿cómo no? eran niñas, recibían clases de danza y solfeo, y participaron en la Clausura del curso el 1 de Junio de 1958, que tuvo lugar el Teatro Monumental. Vilma Ñeco, una de las primeras alumnas del Instituto, recuerda que la falta de material era tal, que las clases la realizaban con zapatillas de esparto, y fueron las madres quienes les confeccionaron en casa, el vestuario y unas zapatillas de ballet para la actuación en el Teatro Monumental.

La Señora Galiana se formó en Danza Clásica y Danza Española, en el Conservatorio de Valencia. Llegó a Alicante por trabajo de su padre, quien le permitía dedicarse a la danza siempre que no desatendiera sus estudios. Era y es, una persona vitalista y alegre, que como ella misma dice “necesitaba bailar para vivir”. Era su entusiasmo el que incitaba a bailar a las alumnas. Actualmente es matrona jubilada, pero la Danza ha seguido formando parte de sí misma.

Volviendo a la historia de la Danza, el Consejo de Administración de la Caja de Ahorros del Sureste de España acordó pedir autorización al compositor Óscar Esplá, para que el Instituto llevara su nombre. Aceptó y a partir del 31 de Octubre de 1958, esta institución pasó a denominarse Instituto Musical Óscar Esplá. El 4 de Febrero de 1959, en el salón de actos de la sede del Instituto,  se celebró un homenaje al compositor alicantino, y fue inaugurado oficialmente el nuevo centro docente que lleva su nombre. Dentro de sus actos la profesora de danza, Rogelia Galiana, bailó Bocetos Levantinos y presentó a las alumnas ejecutando piezas clásicas. El 24 de Mayo de 1959, las alumnas de danza volvieron  a mostrar sus evoluciones coreográficas con piezas musicales de Schubert, Chopin y Strauss.

Es notorio reseñar que en una provincia donde la danza que se conocía provenía con toda probabilidad, de los bailes populares mostrados por los grupos de Coros y Danzas de la Sección Femenina y las actuaciones en teatros de compañías que insertaban en sus espectáculos números de Clásico Español, la Danza Clásica inició su andadura en Alicante, con aquella primera escuela de música.

En 1960,  don Antonio Ramos Carratalá convence a doña Enriqueta Ortega para que forme parte del claustro de profesores, y ese mismo año Óscar Esplá es nombrado director del Instituto. En el curso 59-60, la profesora Galiana se hizo cargo de la asignatura de Danza Española, mientras Enriqueta Ortega, lo hizo de la de Ballet Clásico.

Enriqueta Ortega no tuvo la oportunidad de realizar estudios de ballet en Alicante donde ella vivió con sus tíos durante su infancia y juventud. No existían escuelas donde desarrollar su vocación, y no era fácil que se comprendiera “eso” de ser bailarina. Por ello no fue hasta los 21 años, cuando pudo comenzar su preparación como maestra. Su carrera la realizó en Murcia, donde se trasladó con su familia por trabajo de su tío y recibió su aprendizaje principalmente en Barcelona, con Juan Tena y Marina Noreg.

En aquellos momentos, concretamente en 1958, Mª Sol Pérez Segura, abrió su Escuela de Ballet en Elche. Ella es otro ejemplo de superación ante la dificultad para el aprendizaje y la incomprensión, pues no pudo iniciar sus estudios hasta los 16 años en Barcelona con el maestro Juan Magriñá. Sus padres consintieron entonces tras observar que, desde siempre, Mª Sol tenía esta vocación poco usual. Pero ya era tarde para una carrera profesional y regresa a su ciudad para dar a conocer aquello que aprendió con el maestro. Entre sus alumnas se encuentra Pilar Sánchez, que también marchó a Barcelona a estudiar con Magriñá y que formó parte del elenco del Teatro del Liceo, abriendo más tarde escuela en Elche.

A propuesta del Ministro de Educación Nacional y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del 21 de diciembre de 1962, se reconoce la validez académica oficial a las enseñanzas del Instituto Musical Óscar Esplá de Alicante, en el grado de Conservatorio Profesional. Pero será en 1969 cuando  la dirección General de Bellas Artes, ante la consulta del don Óscar Esplá, aclarará que por el mismo decreto de 17 de enero de 1963, las enseñanzas de «Ballet» y «Danza Folclórica» también poseen reconocimiento oficial con validez académica. Suponía un gran avance, tanto para la Música como para la Danza, ya que se abría la posibilidad de obtener un título oficial.  Quizás la visión del bailarín, muchas veces catalogado como saltimbanqui y bohemio, comenzó a cambiar desde ese momento, ya que parece que un título hace más “seria” esta profesión. La “carrera” estaba constituida por seis cursos de danza y asignaturas complementarias como: 1º y 2º de Solfeo, Historia y Estética de la Música, añadiéndole posteriormente Historia del Arte, e incluso durante algunos años se cursaba Canto Coral. La posibilidad de obtener esta titulación se abrió a alumnos libres.

Ese mismo año, Doña Mª Carmen Baeza, que estudió con Doña Enriqueta Ortega en su escuela de Murcia y titulada por el Conservatorio de Murcia, abre su escuela en Elche y toma el relevo a Mª Sol Pérez Segura.

En 1963 Don Óscar Esplá contrató a Doña Blanca Barrios Gosálvez , titulada por el Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid para impartir la asignatura de Danza Folklórica. Poco después Doña Enriqueta Ortega  propone a Óscar Esplá  a José Sánchez García conocido por su nombre artístico, José Espadero, como la persona adecuada para impartir las clases de Danza Española,  una vez que la Sra. Barrios dejó de pertenecer al Claustro de Profesores. 

Espadero autodidacta  en sus principios y  “tocado por los dioses” como lo definió Enriqueta Ortega, cantaba y bailaba desde niño por impulso natural. Iba a la casa de maestros pianistas como Fina Martínez o Pedro López Escudero, con una partitura para ensayar una canción o un baile, y asistía asíduamente al teatro, aprendiendo de lo que veía a falta de maestro que lo instruyera. No fue hasta convertirse en profesional, a los 14 años, cuando pudo permitirse el lujo de pagar los honorarios de maestros como La Quica, Charo Contreras, Enriqueta Ortega o Juan Tena.  

Otro hito importante tuvo lugar el 25 de Enero de 1974, ya que en esa fecha entró en vigor un decreto por el que el Conservatorio Profesional Óscar Esplá, adquiere el rango de Conservatorio Superior de Música. En esas fechas, el Conservatorio Superior de Alicante llegó a tener más de mil matrículas libres de alumnado de Danza procedentes de la provincia, así como de diferentes comunidades españolas.Y es que en esos momentos, Alicante y la provincia poseen ya un buen número de Escuelas de Danza, abiertas por los primeros titulados del Conservatorio.

Grandes maestros acudieron en esos años a Alicante a cursillos pioneros organizados por Enriqueta Ortega, como Madame Raïssa Kuzniecowa, en los años 70 o Miss Debra Wayne en los 80, entre otros. Así mismo, introduce en Alicante la Royal Academy of Dance, metodología de la Danza Clásica, que formó a muchos profesores. Desde entonces muchas otras escuelas y el mismo Conservatorio, organizarán cursos con maestros nacionales e internacionales que ayudarán a la formación de nuevos alumnos y maestros.

En 1981, el Conservatorio Superior de Música “Óscar Esplá” de Alicante pasa a la Administración del Estado. Será en esta década y en la siguiente cuando se inauguren Escuelas Municipales de Danza en diferentes ciudades de la provincia, que adquirieron con la LOGSE, el rango de Conservatorios Elementales. Sirva de ejemplo el de Novelda que se convirtió en Conservatorio Profesional el curso 2008-2009.

Por la Orden de 8 de Septiembre de 1986 de la Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, el Conservatorio Superior de Música se separó de la Escuela de Danza de Alicante, siendo nombrado director del nuevo Conservatorio, D. José Espadero.

Unos años después, en 1990, la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo palió el vacío legal existente en cuanto a las enseñanzas oficiales. Estableció los aspectos básicos del curriculum de estas enseñanzas en todo el territorio español y los grados elemental, profesional y superior. En el Conservatorio de Alicante se adoptó el grado elemental  a partir de 1993, el medio en 1999, añadiendo a las especialidades de Danza Clásica y Danza Española, la Danza Contemporánea. La implantación fue progresiva y quedaron suprimidos los exámenes libres.

En el curso 2000-2001, la Universidad Miguel Hernández, puso en marcha el título superior en Danza Contemporánea, en la Facultad de las Bellas Artes de Altea, con tres especialidades: Pedagogía de la Danza Clásica y Contemporánea, Coreografía e Interpretación. El título constaba de tres cursos, con 278 créditos. Este título sólo tuvo dos promociones y quedó pendiente de homologación como consecuencia de la futura convergencia europea de enseñanzas superiores.  

El 30 de julio de 2002, se concede la denominación específica al Conservatorio de Danza de Conservatorio Profesional de Danza “José Espadero”. En ese mismo año, en el curso 2002-2003, el Conservatorio Superior de Danza de Alicante, impartió su primera clase en las especialidades de Pedagogía de la Danza, de Coreografía y Técnicas de Interpretación de la Danza. Se produce así el desglose del Conservatorio de Danza por el Decreto 127/2003 del Consell de la Generalitat.

En la actualidad, muchas escuelas particulares de antaño han cerrado sus puertas. Quedan pocas en comparación con los años 80 y 90. Quizás sean muchos los niños y niñas que practiquen danza en los colegios como asignatura extraescolar, pero el número de estudiantes con voluntad para hacer de la Danza su profesión, me atrevería a asegurar que es muy somero. Esta disciplina requiere dedicación y una buena organización para compaginar las enseñanzas de régimen general y las enseñanzas profesionales de danza. Llevamos muchos años oyendo hablar de los centros integrados que facilitarían la formación de profesionales, pero esto es papel mojado porque nunca llega. 

A pesar de ello, y aunque en el fondo continuamos con carencias e incomprensiones, hoy día, Alicante y su provincia cuenta con bailarines profesionales de Danza Clásica, Española y Contemporánea, trabajando dentro y fuera de España, cuya preparación inicial tuvo lugar en nuestro Conservatorio, o en nuestras escuelas particulares o municipales.

La Danza, al menos, ya ha echado fuertes raíces entre nosotros.

                                                                                                                             María del Carmen Serrano Acereda 

En la Década de los 90, gracias a la mediación entre otros, del Director del Conservatorio Profesional de Danza de Alicante D. Angel Ramón con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante, organizaron el 1º MÁSTER UNIVERSITARIO EN LA TEORÍA Y APRENDIZAJE DE LA DANZA, con la Cátedra de Alicia Alonso en el Campus Universitario de San Vicente de Alicante. Esa oportunidad de ampliación y perfeccionamiento de formación, fue aprovechada por escasas profesoras por la falta de una clara legislación al respeto.

En la actualidad y situados en el siglo XXI, afrontamos con ilusión y con cierta incertidumbre la implantación del «Tratado de Bolonia», en cuanto al nuevo paradigma educativo europeo. Este nuevo reto se materializó a partir del curso 2015/2016, con la entrada en vigor de la LOMCE y la adaptación curricular de las «programaciones didácticas por Competencias» y sucesivamente la LOE, etc…, con nuevos Reales Decretos que cambian todo lo establecido por anteriores gobiernos. No podemos olvidar y reconocemos el gran esfuerzo por parte de los docentes, que la profesión requiere una formación continua y permanente a lo largo de todos los años en activo, para ofrecer una calidad y una profesionalidad en consonancia con las necesidades de la sociedad.

Mención especial de agradecimiento. 

La creación y consolidación del Conservatorio Profesional de Danza José Espadero de Alicante fue un largo proceso de lucha durante varias décadas. Gracias al trabajo y tesón de grandes personalidades, a las cuales admiramos, es justo mencionarles como fundadores, percusores y directivos del centro a: D. Oscar Esplá (Músico y Compositor), Dª. Enriqueta Ortega (Catedrática de Danza Clásica), D. José Espadero (Catedrático de Danza Española), D. Ángel Ramón (Director y pianista), Dª. Matilde Beltrán (Directora y profesora de Danza Clásica), Dª Mª Jesús Morant (Directora y profesora de Música Oboe/Piano) y Dª Valerie Maciá (Directora y profesora de Danza Española). Todos ellos arropados por sus equipos directivos, claustros de profesores y Ampas que no dudaron aunar fuerzas para el óptimo funcionamiento del centro y participar en Proyectos de Calidad así como de Innovación.

                                                                                                                                                Ana María Torres Martín