Uso responsable de las redes sociales

Aunque muchos adultos no lo tienen en cuenta y dejan que los niños tengan redes sociales cuando quieran, en España hay una edad mínima legal para hacerlo.

Para ellos, estas plataformas son un lugar agradable y seguro, donde se relacionan con sus amigos y compañeros y comparten detalles de su vida privada prácticamente sin filtro.

Estos comportamientos son contraproducentes para la privacidad y seguridad de los menores, y por eso es fundamental concienciarlos sobre la importancia de la privacidad en las redes sociales.

Aun así, si el niño es demasiado pequeño para entenderlo o simplemente quiere ser cómo todos sus amigos será difícil convencerlo. Por esta razón existe una normativa legal, a nivel europeo, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) sobre la protección de las personas físicas en cuanto al tratamiento de sus datos personales, cuenta con una regulación para los menores de edad. El artículo 8.1 del RGPD establece que “(…) el tratamiento de los datos personales de un niño se considerará lícito cuando tenga como mínimo 16 años”.

Sin embargo, a pesar de que la edad mínima se establece en 16 años, el reglamento deja en manos de los estados miembros que esta edad sea inferior, “siempre que no sea inferior a 13 años”. Este es el caso de España, donde según la Ley española de Protección de Datos, la edad mínima para poder acceder y registrarse en redes sociales son 14 años.

Por lo tanto, es ilegal que un niño con menos de 14 años se abra una cuenta en alguna de las redes sociales y por tanto se puede denunciar para que la cuenta sea eliminada. Solo podrán registrarse por debajo de esta edad cuando tengan el consentimiento de los titulares de “la patria potestad o la tutela”.

Pasar mucho tiempo conectados y pendientes del móvil y otros dispositivos electrónicos similares comporta una serie de riesgos:

  • Síndrome visual informático (SVI). La visualización de las pantallas, ya sea durante el tiempo de ocio o la jornada laboral, puede perjudicar la salud de nuestros ojos y provocar síntomas, como por ejemplo fatiga visual, dolor de cabeza, visión borrosa o doble, irritación, escozor o sequedad ocular, y lagrimeo.
  • Trastornos del sueño. Usar aparatos electrónicos antes de ir a dormir puede restar horas de descanso y hacer que sea más difícil coger el sueño.
  • Exceso de peso y obesidad. El uso continuado de las TIC favorece el sedentarismo.
  • Accidentes. Las distracciones con los móviles o las tabletas cuando se anda por la calle o se conduce un vehículo pueden tener consecuencias fatales.
  • Dificultad para cultivar las relaciones personales con las amistades y la familia, o sencillamente para descansar y relajarse con un buen libro.

Además de estos riesgos asociados a un uso excesivo de las redes sociales, estas pueden actuar como potenciador de algunas de las problemáticas más graves que pueden tener lugar en el centros escolares. A diferencia de lo que podía ocurrir en el pasado, hoy en día el acoso escolar se prolonga durante las 24 horas del día y los 365 días del año a través de las redes sociales, incrementando de forma desaforada el sufrimiento de estos alumnos, incapaces de gestionar estas situaciones que ya no ofrecen ni un minuto de descanso.

A continuación proporcionamos a las familias una serie de guías donde se ofrece orientación y consejo para favorecer un uso responsable de las redes sociales por parte del alumnado menor de edad: