Cada año, unos días antes de que los y las alumnas entran de nuevo a la escuela, los y las maestras también vivimos nuestro primer día de curso con un poquito de nerviosismo e ilusión. Nos reencontramos los que ya llevamos tiempo en la escuela y recibimos al profesorado de nueva incorporación. Por eso, y antes de empezar el claustro informativo, siempre jugamos para romper el hielo.
Este año, se trataba de una especie de escapo room con una clara relación con el tema transversal escogido para este curso, Nuestra comunidad. Lo primero que hicimos fue abrir una carta que habíamos recibido desde la Consellería en la que nos informaban que en nuestro patio iban a realizarse unas excavaciones arqueológicas para descubrir si la famosa alquería musulmana que conquistó Jaime I y entregó a la familia Aguiló, se encontraba bajo de la escuela. Esto, supondría un verdadero dolor de cabeza por eso, nos dijeron que si antes de que finalizara la mañana, encontrábamos una pista de que la alquería no se encontraba bajo del centro, las obras no se realizarían.
Sin más dilación, todos y todas empezamos a buscar pistas por el centro y a realizar pruebas que nos guiaban a encontrar alguna señal. Entre los enigmas, preguntas y pruebas que hicieron encontramos: ordenar cuadros de pintores valencianos en orden cronológico, descubrir quien era el cantante valenciano que escuchaban, acertar los autores que habían escrito cierta obras literarias y poéticas, descifrar un mensaje en morse….lo pasamos muy muy bien y finalmente encontramos el esqueleto del propietario musulmán de aquella alquería, que nos informaba que por suerte, no había ningún resto arqueológico bajo de nuestro centro.
