El pasado 4 de febrero, Carlos Pérez Astorquiza, abogado experto en propiedad intelectual y protección de datos, realizó una ponencia muy enriquecedora sobre la anonimización de los datos para proteger su privacidad, el consentimiento necesario a la hora de recopilar información y las implicaciones que supone en el desarrollo de aplicaciones el hecho de incorporar grandes volúmenes de datos.
Los avances tecnológicos y la reducción de los costes de almacenamiento están permitiendo, junto con el desarrollo de las técnicas estadísticas, el análisis de datos masivos. Estos datos en grandes cantidades que vienen de distintas fuentes, son heterogéneos y varían rápidamente, es lo que se conoce como big data. Algunos ejemplos de Big Data son los datos de nuestra actividad en las redes sociales, tráfico web, transacciones en tiendas online, sensores en wearables y móviles, datos con geoposicionamiento, datos científicos, financieros, de salud o los de las smartcities, etc.
Pero la retención masiva de datos de carácter socioeconómico, demográfico, de comportamiento (búsquedas, compras, comentarios,…) y financiero con propósitos analíticos puede afectar a los derechos de los consumidores al suponer pérdidas en su privacidad y libertad individual.