Fin de curso de Aula Oberta

El pasado 26 y 27 de mayo toda el Aula Oberta se embarcó en una nueva aventura junt@s: irnos dos días y una noche para celebrar el fin de curso. El lugar elegido para esta actividad fue al Paraje Natural Municipal de les Rodanes, que son unas montañas ubicadas en Vilamarxant. Nos instalamos en el albergue Bassa Barreta, que nos acogió los 2 días. Este albergue rehabilitado, antiguamente era un corral de ganado, y contaba con todas las comodidades para pasar dos días de ensueño.

Allí nos esperaba Jhon, uno de los encargados de mantener el albergue, que se convirtió en nuestro monitor por unas horas y con el que aprendimos un montón de cosas en los talleres realizados:

  • Buscando el norte: en esta actividad de orientación, Jhon nos enseñó a orientarnos en la naturaleza con materiales que podíamos encontrar a nuestro alrededor: líneas de los troncos, palos, liquen, vegetación… Además, nos preparó una gincana muy dinámica y divertida, donde, por grupos, recolectamos pistas para el siguiente taller.
  • Nuestros amigos alados: tras la recolección de pistas, Jhon nos proporcionó las partes necesarias para crear una casa de murciélagos. Nos reveló la importancia de estas casas, ya que los murciélagos son depredadores de insectos y nos ayudan a acabar con plagas dañinas para el ser humano, como pueden ser los mosquitos. Con un poco de ayuda (nunca habíamos usado destornillador), conseguimos montar las cajas y superamos la prueba. Otro aprendizaje más a nuestro bolsillo.

Después de comer y tener tiempo libre, tuvimos una visita muy especial: Eugenia, la hermana gemela de Júlia, y Joan, su sobrino, vinieron hasta el albergue para hacernos de guías en una excursión por las Trincheras que hay en la zona. Euge nos explicó que las trincheras son de la Guerra Civil española y que allí habían muchas cuevas donde se guardaba comida y munición. La piña realizó todo el recorrido por las trincheras. Todos nos ayudamos a hacer este camino, ya que el terreno era bastante inestable, y, como siempre, volvimos a demostrar el compañerismo y el cariño que nos tenemos y que nos caracteriza.

Tras la ducha y el aseo, llegó el momento de la cena. Para ello, pedimos unas pizzas de un restaurante de Vilamarxant, al que previamente habíamos pedido la cena desde el cole. Después de llenar nuestros estómagos, disfrutamos de la noche estrellada, contando historias y viendo las constelaciones en el cielo despejado.

Al día siguiente, nos despertamos con las pilas cargadas. Después del desayuno, pasamos parte de la mañana haciendo juegos en plena naturaleza y, después, nos pusimos manos a la obra con la comida: macarrones con tomate, queso y carne picada. Tras dejar preparada la comida, fue el momento de limpiar el albergue. Todos aportamos nuestro granito de arena para dejarlo todo tal y como lo encontramos. Sobre las 15 vinieron a recogernos y pusimos rumbo al colegio, con sonrisas en nuestros rostros y una nueva experiencia dentro nuestro para recordar siempre.