Por fin este primer trimestre tan atípico llega a su final. Un trimestre lleno de retos, dudas, miedos, incertidumbres que seguro recordaremos siempre. Empezamos el curso en septiembre con el reto de mantener las escuelas abiertas a pesar de la situación excepcional que supone el COVID19.
Para poderlo conseguir durante los meses de junio y julio nos reinventamos totalmente, creando grupos burbuja, inventando nuevos espacios, redefiniendo horarios, marcando zonas, ofreciendo nuevas salidas y entradas, organizando al profesorado de una forma diferente… También, desde el colegio, tuvimos que garantizar que se cumplían las medidas sanitarias tomando la temperatura cada día, dejando espacios entre el alumnado, ventilando las aulas, garantizando higiene de manos, de mesas, de materiales… Y no olvidamos que, durante estos meses, hemos insistido para que tanto los adultos como los niños/as, vayamos durante todas las horas de la jornada escolar con la mascarilla a pesar de las evidentes molestias y agotamiento que esto supone. Lo más difícil, sin duda, ha sido evitar que hubiera contacto entre niños/as de diferentes grupos, manteniéndonos todos cerrados en nuestros grupos burbuja, evitando relacionarnos. Perdiendo la esencia socializadora que nos aporta la escuela. Hemos sacrificado los alentadores y recargadores abrazos de nuestro alumnado.
A pesar de todos estos esfuerzos, como digo “somos reflejo de la sociedad” y hemos sufrido a este bicho en nuestras carnes. Alguno de nuestro alumnado y sus familias se han contagiado. Además, algunas de nuestras compañeras han sufrido y, a día de hoy, sufren los efectos dolorosos de tener el virus más nombrado desde el pasado 14 de marzo. Para todos ellos/as les mandamos un caluroso y navideño abrazo. Os echamos de menos.
Coincidiremos que no han sido unos meses fáciles ni en el colegio ni en el resto de los trabajos. La incertidumbre de no poder prever qué pasará, y los miedos que esto comporta, nos ha añadido a todos una carga emocional que hace falta que tengamos presente. Pero a pesar de las duras circunstancias, a pesar de que no lo hemos tenido nada fácil, hemos llegado al final del primer trimestre y considero que la valoración que tenemos que hacer es muy positiva. Hemos estado junto a nuestros alumnos en estos momentos tan difíciles, hemos apoyado a las familias y hemos ayudado a hacer que la sociedad pueda salir adelante. Considero que nos podemos sentir muy orgullosos/as de la tarea que hemos hecho este primer trimestre. No ha sido nada fácil, pero con esfuerzo, dedicación y vocación hemos garantizado el derecho a la educación de los niños/as a pesar de las dificultades del momento.
Así que mi más sincera felicitación y un merecido aplauso a todos los docentes y personal no docente de los colegios, que ha sudado y se han dejado la piel este primer trimestre, para garantizar que la escuela pudiera abrir y fuera un espacio lo más seguro posible para nuestro alumnado y trabajadores/as. Muchas, muchas y muchas felicidades por el trabajo bien hecho. En nuestra sociedad tendemos más a quejarnos que no a felicitar. Es triste, pero es una realidad. Y, aunque no nos lluevan elogios ni felicitaciones, hace falta que toda la Comunidad Educativa valoremos lo que hemos hecho y que nosotros mismos/as sintamos el orgullo y la satisfacción de haber estado a la altura de las circunstancias a pesar de las grandes dificultades.
Felicitémonos entre nosotros, nos lo hemos ganado.
Buenas y merecidas fiestas de Navidad en familia.
Volveremos el 7 de enero con ilusiones renovadas.
La dirección.
Parte del texto está sacado del blog de Nati Bergadà.