Nuestro centro, el IES Santiago Grisolía, comenzó su andadura en el curso 1990-1991. Desde entonces hasta hoy han pasado más de 30 años. Mirar atrás no solo nos proporcionará una visión nostálgica del pasado recorriendo cursos y comprobando cuánto han cambiado las cosas...sino que nos ayudará a entender nuestro presente y el carácter propio que posee este Instituto.
Innovadores por tradición
A finales de la década de los 80, hace más de treinta años, el sistema educativo español experimentó un proceso singular en su historia. Se trata de la Reforma Experimental de las Enseñanzas Medias (REM). Supuso un cambio estructural, metodológico y conceptual cuyo espíritu final se promulgó en la LOGSE de 1990. Esta reforma ajustaba las enseñanzas a la estructura de la nueva Ley que finalmente sería implantada en todos los centros educativos de España. Mientras la ley que regulaba hasta ese momento la educación española (Ley General de Educación de 1970) daba sus últimos coletazos, se abría paso una nueva organización de la enseñanza. Y nuestro instituto fue pionero en medio de este escenario de cambios y reformas educativas.
Con el nombre provisional de Instituto de Formación Profesional de Callosa de Segura y sin edificio oficial nacía el 1 de septiembre de 1990 un centro experimental de enseñanza media, bajo la dirección de Laura Oliva, Francisco Seva, entonces secretario y actual director del centro desde el año 2000, Mª Ángeles Galiana, como vicedirectora y Miguel Cartagena, como Jefe de Estudios.
Durante el primer año académico de su existencia (1990-1991) cursaron los estudios de 1º REM (que equivaldría en edad al desaparecido 1º BUP y al actual 3º ESO) la primera generación de alumnos/as que se incorporaba a un nuevo plan educativo que estaba a punto llegar para quedarse. En este curso académico también se implantó la Formación Profesional de primer grado de la rama administrativa. De este modo se comenzó a dar solución a la inadecuación entre la legislación educativa (que dejaba de ser obligatoria a los 14 años) y la laboral (cuya edad mínima era 16 años). Además mejoró considerablemente la formación y la empleabilidad de los jóvenes de la localidad.
En febrero de 1991 terminaron las obras del centro (actual edificio) y ya se preparaba el curso 1991-1992 al que se añadiría un grupo de 2º REM, un recién estrenado 3º ESO y 1º y 2º de FP I y 3º y 4º de FP II de la rama administrativa.
En el curso 1992-1993 el llamado 2º ciclo de ESO quedó completamente instaurado con 3º y 4º ESO. También comenzaba su andadura el nuevo Bachillerato LOGSE en la rama de Ciencias de la Salud y la rama Social y Humanística. Pero el primer trimestre comenzó con los preparativos para inaugurar oficialmente el centro, fue el día 6 de noviembre de 1992 cuando tuvo lugar el bautizo del instituto con el nombre oficial de I.F.P. Santiago Grisolía. La presencia de Don Santiago Grisolía y la actuación de la Filarmónica de Callosa de Segura fueron testigos de honor de tal acontecimiento. Era la primera de varias visitas entre el honorable científico valenciano y nuestro centro que han forjado una relación entrañable y duradera en el tiempo que aún continúa.
Fue así como año tras año se fue completando una transición hacia la transformación del sistema educativo, implantando módulos profesionales de la rama sanitaria y de administración, de grado medio en el curso 1994-1995 (CFGM Cuidados Auxiliares de Enfermería y Gestión Administrativa) y de grado superior (Administración y Finanzas en el curso 1995-1996 y Dietética en 1996-1997).
Desde el curso 2000-2001 la dirección del centro está liderada por Francisco Seva Cañizares, quien ha consolidado durante todo este tiempo, junto a las personas que forman su equipo, el carácter único e innovador de este instituto tras muchos años de trabajo y adaptación constante a los nuevos escenarios educativos. Desde siempre y hasta el día de hoy, el IES Santiago Grisolía ha perseguido, como uno de sus objetivos principales, ser el impulso y la guía de los jóvenes para encontrar su futuro personal y laboral, formar para la vida y estimular el desarrollo de capacidades y actitudes que les preparen para convivir en un futuro mejor.
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Esperanza Maciá Beneite, 24 de mayo de 2021