ENTREVISTAMOS A LUIS MARUGAN, HASTA HACE POCO NUESTRO CONSERJE

Hoy despedimos a alguien que ha sido mucho más que un conserje: un compañero, un apoyo y parte esencial de nuestro instituto durante muchos años. Su trato cercano y su dedicación han dejado una huella imborrable en todos nosotros.

Hola, Luis. Sabemos que esta entrevista no va a ser fácil para ti. ¿Cuántos años has estado en el instituto?

¡Trece años! Me incorporé el 16 de enero de 2012 (puede que alguno o alguna de vosotras no hubiera nacido todavía) y terminé, como bien sabéis, el 12 de febrero de este 2025.

¿Qué ha sido lo que más te ha gustado de estos años en el instituto?

Haber conocido a tantas y tantas personas por las que siento un profundo afecto, y compartido todo este tiempo con ellos. Gracias a ellos venir al instituto, en definitiva, a trabajar se hizo siempre más fácil y llevadero, lo cual no siempre es sencillo. Desde aquí doy personalmente las gracias a mis compañeros y compañeras de conserjería, Javier, Sete, Roberto, Rosa, Mari Carmen, y a quienes les sustituyeron cuando ellos estuvieron de baja; a los compañeros  de secretaría, al profesorado y los diferentes equipos directivos que he conocido; al personal de limpieza, mantenimiento, cantina, a los entrenadores y monitores de los clubes deportivos que entrenan en nuestras instalaciones… Gracias a Ismael, policía nacional muy “majete” que velaba por todos nosotros, y a Miguel Ferrer y sus chicos, por acudir siempre al rescate cada vez que se le necesitaba sin importarle la hora del día. Gracias a tantos y tantos padres y madres de alumnos por su amabilidad, comprensión y consejos. Gracias a los miembros del AMPA, ¡cómo os echo de menos! Y, por último, y más importante de todo, al alumnado. A todos vosotros, ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!

Te animamos a que nos compartas alguna de tus experiencias más memorables y emotivas.

Memorable… La memoria no es mi fuerte. Anécdotas en trece años ha habido muchas, algunas hasta épicas. Momentos emotivos también; cada graduación o principio de curso fueron muy especiales, asistir a la marcha de parte del alumnado con el que has estado conviviendo tanto tiempo y a la vez acoger a otros tantos nuevos de cuyo crecimiento personal serás testigo, sensibilizan mucho a uno. Las distintas actividades o viajes que desarrolla el centro, así como los diferentes reconocimientos logrados por el alumnado también eran momentos muy importantes y entrañables. Por otra parte, también hubo momentos desagradables, incluso muy malos, que hubiera sido mejor no haberlos vivido, pero que de alguna manera te sirven a valorar o apreciar las cosas como es debido. 

¿Cuáles eran tus funciones? ¿En qué consistía tu trabajo?

Abrir y cerrar el centro, controlar el acceso al instituto, atender e informar al público, la gestión de llamadas, fotocopiar, trasladar mobiliario, materiales y hasta personas malheridas (¡primeros auxilios!) y, más recientemente, recuperar los productos o el dinero que se tragaban nuestras queridísimas máquinas expendedoras. En general, velar por el mantenimiento de las instalaciones y, sobre todo, ser de utilidad a toda persona que estuviera en ellas.  

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

El trato con las personas, ya fuesen madres, padres, o se tratase alumnado o profesorado, etc. Tantas y tantas personas que me ayudaron, y a las que espero, de alguna manera, haberlas ayudado yo también. Desde el primer día hasta el último siempre me sentí muy bien acompañado. Lo mejor de mi trabajo son todas y cada una de esas personas con las que trabajé o para las que trabajé. 

¿Por qué decidiste ser conserje?

Más que una decisión fueron una serie de pasos que un momento das, o dejas de dar, los que me llevaron hasta aquí. No fue una decisión consciente ni meditada; en un momento dado me interesé por un par de ofertas de empleo público que publicó la Conselleria de Educación y aquí estoy ahora. Durante algún tiempo estuve simultaneando el trabajo de conserje con el de educador en Educación Especial. Quizás fuese simple azar el que me acabase decicando profesionalmente a un puesto en lugar del otro. 

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser conserje?

Personalmente siempre intenté tratar a los demás como a mí me hubiera gustado que me tratasen. Como en todo trabajo habrá unas situaciones que se te den mejor que otras, u ocasiones en las que estés más acertado que en otras, pero la predisposición debe ser la misma ante cualquier persona.

¿A qué sitio te has trasladado después del IES Playa San Juan?

Ahora estoy en el IES Pedro Ibarra de Elche, a unos poquitos kilómetros y minutos más lejos de vosotros.

¿Ya te has incorporado? ¿Qué tal está siendo tu experiencia?

Unos días después de dejar nuestro insti me incorporé a mi nuevo destino. Pasadas las dudas iniciales el comienzo está siendo satifactorio. La acogida por mis nuevos compañeros está siendo muy buena. Por parte del alumnado creo que también, pero aún es pronto para valorarlo correctamente. Todavía estoy en periodo de pruebas. (Risas).

¿Qué diferencias encuentras con tu anterior trabajo?

La principal es que todo es nuevo para mí. Desde las propias instalaciones (ahora soy yo el que pregunta al alumnado o profesorado donde está tal aula) hasta la misma forma de proceder. El centro es mucho más pequeño que el nuestro y hay muchos menos alumnos (quizás ni la mitad de alumnos). Por otra parte, las características y expectativas del alumnado también son diferentes. 

¿Cuáles son sus expectativas en este nuevo centro?

(Silencio). A decir verdad, no lo sé. El objetivo es volver a Alicante, y, más concretamente, al IES Playa San Juan. ¿Cuándo? De momento no es posible y tendrá que pasar algún tiempo, unos añitos… Mientras tanto, el IES Pedro Ibarra no parece mal sitio para seguir desarrollando profesionalmente. 

¿Cómo te has sentido al tener que dejar tu puesto después de tantos años en el IES Playa San Juan? ¿Qué crees que vas a echar de menos de nuestro centro?

Como se suele decir la felicidad nunca es completa. Siempre te falta algo o alguien. Una buena noticia en el terreno laboral fue algo traumático en lo personal. Afortunadamente, el tiempo lo cura todo y algunas cosas también se olvidan, pero a las personas no, de ninguna manera, y más a personas de una calidad humana tan excepcional como las que he tenido tiempo de conocer allí. Los últimos meses y, en especial el comienzo de año, fueron muy difíciles para mí. Sabía que me marchaba (incluso conocía el destino), pero no cuándo. Me hubiera gustado poder ir despidiéndome personalmente de cada uno de vosotros, poco a poco y sin hacer ruido. En cambio, en fin, qué decir de la despedida que me regalasteis. ¡Menuda encerrona me hicisteis!  Sólo puedo daros las GRACIAS DE TODO CORAZÓN A TODOS. 

Por último, nos encantaría que nos mandases un mensaje de despedida para los estudiantes, profesores y compañeros del centro.

Despedida … Espero que sea un hasta pronto. En cualquier caso, a todos os pido perdón por si en algún momento dije una palabra de más, alcé la voz o sencillamente no estuve a la altura de la situación. Muchos ánimos y suerte en vuestros quehaceres. Muchas gracias por vuestro cariño y afecto, y un abrazo muy cálido y fuerte. 

Gracias por tu tiempo y tu trabajo, Luis. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa y que este adiós se convierta pronto en un hasta luego. Un fuerte abrazo. ¡Siempre serás parte del IES Playa San Juan!

Azul Burillo y Valeria Blázquez, 2ºESO G

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