Actualidad del 18/ Se despiden de nosotros…

…Promoción 2016-2022

Entregamos las orlas a los alumnos de 2º de Bachillerato de la promoción 2016-2022

Fue el pasado 10 de junio, viernes, cuando los alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato recibieron sus orlas de manos de sus tutores. El acto estuvo presidido por la Directora del centro, Aurora Arias, los Jefes de Estudios de Diurno y Nocturno, la profesora de Castellano María Antonia Moreno, y un representante de la Asociación de Madres y Padres, y dirigido por la Vicedirectora, María José García.

A las 19:00, y tras la bienvenida a todos por parte de la Directora y la expectación de alumnos y alumnas ataviados con sus mejores galas y acompañados de sus familiares y amigos, tomó la palabra la profesora de Castellano María Antonia Moreno, que en nombre de todo el claustro de profesores y, en especial, de aquellos que nos dejan este año por su jubilación, dedicó las siguientes palabras a los alumnos:

“Directora, Jefes de Estudios, tutores, profesores, alumnado de 2º de BAC, familiares y amigos.

Buenas tardes.

Mi función hoy aquí es la de despedir a una nueva promoción de alumnos, la de los cursos 2016-2022, en nombre de todos los profesores del IES Playa San Juan. Espero estar a la altura de quienes me han precedido en este papel.

Durante algunos años, y quizás porque el destino es así de caprichoso, fui la encargada de organizar estos actos de despedida, por lo que cuando me pidieron que interviniese en el año de la mía el próximo mes de septiembre, no fui capaz de negarme, a la vez que me sentía muy orgullosa por ello.

A lo largo de estos años, siempre me he preguntado cómo me plantearía yo una intervención como esta. Y la verdad es que, después de pensarlo mucho, y como suele ocurrir siempre, y ya nos anticipó el franciscano Guillermo de Ockham, la solución más sencilla es la que me ha parecido más apropiada. Soy, como sabéis, profesora de Lengua y Literatura castellanas, y las palabras tienen un valor real y simbólico muy especial para mí. Por ello, y porque como decía Cervantes, “la pluma es la lengua del alma”, me voy a permitir contaros un cuento, un cuento del que, por supuesto, vosotros sois los protagonistas, y que os he escrito desde la mía, desde mi alma, con el deseo -como se decía en los programas en los que se dedican canciones- que les guste.

Y el cuento dice así:

“Érase una vez un grupo de alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato de un instituto de una ciudad mediterránea rebosante de sol y caricias de brisa. Se tenían que despedir de su centro, puesto que, tras seis cursos, habían logrado, no sin dificultades que no citaré por no hacerme prolija y que todos conocemos, su ansiado título de Bachiller que, en muchos casos, les daría paso a la Universidad.

Con sus mejores galas, y acompañados por las personas que más les querían, tomaron asiento una tarde a la caída del sol en un lugar muy entrañable para ellos: el patio de su instituto, donde tantas conversaciones y risas habían compartido a lo largo seis cursos.

Estaban nerviosos, muy nerviosos. Se aproximaba el momento de decir adiós a una de las etapas más intensas de sus vidas, y eso les apenaba, pero también les emocionaba por lo que tenía de comienzo de algo que estaba por venir.

Ante ellos, y sobre el escenario, la directora, los Jefes de Estudios, sus tutores y muchos de los profesores con los que habían compartido estos seis años, y que aguardaban ansiosos el momento de entregarles las orlas que les acreditaban como bachilleres. Junto a ellos, sus familias y amigos, que tanto habían sufrido y se habían alegrado con cada sinsabor y con cada éxito. Qué importante había sido para ellos su compañía en este periodo.

Ante toda esa expectación, la Vicedirectora abrió el acto, la Directora dio la bienvenida y en el escenario sonó una voz que decía:

Recordad que ‘Todo pasa y todo queda/pero lo nuestro es pasar,/pasar haciendo camino,/camino sobre la mar./Caminante, son tus huellas/el camino, y nada más./Caminante, no hay camino,/se hace camino al andar.’

Era el poeta Antonio Machado, que estaba ante ellos explicándoles como él solo sabe hacerlo, con sus versos, cómo debían ser los artífices de su vida a partir de este momento, pues el camino “se hace al andar”. Fue entonces cuando el poeta griego Konstantino Kavafis les sugirió que, en su viaje a Ítaca (esa isla mediterránea que simboliza nuestros objetivos vitales y que todos tenemos), “pidieran que el camino fuera largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. Que llegaran muchas mañanas a puertos desconocidos con placer y alegría una vez sabios de tanta experiencia”.

Pero no quedó ahí la cosa. Ante el asombro de todos los presentes, José Agustín Goytisolo extrajo algunas palabras de su “Poema para Julia”, su amada hija, y les dedicó estos versos: “Vuestro camino está en los demás / vuestro futuro es vuestra propia vida /vuestra dignidad es la de todos. / Nunca os entreguéis ni apartéis junto al camino; nunca digáis no puedo más y aquí me quedo”.

No os desalentéis ante las adversidades -que las habrá sin duda-, pero recordad que -les dijo entonces El Principito- “caminando en línea recta no puede llegar uno muy lejos”. Y les confesó su secreto: “solo con el corazón se puede ver bien, porque lo esencial es invisible a los ojos”. “Sois los dueños de vuestras vidas y de vuestras emociones; nunca lo olvidéis. Para bien y para mal”. “Y si una vez os pinchasteis con una rosa, es una locura odiarlas a todas por ello, como es una locura renunciar a todos los sueños porque uno no se cumplió”.

Los sueños, pensaron los jóvenes. Estamos llenos de ellos. Sin embargo, es tan difícil conseguirlos… Todo esto es muy fácil de decir, pero la realidad termina siempre imponiéndose. “No. Usad vuestra imaginación” les dijo John Lennon susurrándoles al oído a cada uno de ellos: “Imagina que no hay países. No es difícil hacerlo. Nada por lo cual matar o morir. Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz.” Porque, como escribió Miguel Hernández, Tristes guerras/si no es amor la empresa./Tristes, tristes. / Tristes armas/si no son las palabras./Tristes, tristes. /  Tristes hombres/si no mueren de amores./Tristes, tristes.”

Los alumnos repararon en las verdades que acababan de escuchar. Se dieron cuenta de lo importante que era hacer su propia vida con sus acciones, ser dueños de ella, trabajar por la paz y la justicia (“Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro”), ser felices y ser, ante todo hombres y mujeres, “en el buen sentido de la palabra, buenos”, graduarse con Premio Extraordinario en la Universidad de la Vida, que es el único título verdaderamente importante.

Desde un trabajo que en 3º de Eso realizó la antigua alumna de este instituto Lucía Basco, les recordó unas palabras del buen escudero Sancho: “Mi amo miró siempre por los demás, por los débiles y menesterosos. Tampoco es cordura pasarse la vida atados a las miserables obligaciones cotidianas. El hombre necesita al

menos un gramo de fantasía, como mi amo derrochaba por esos caminos. Y fue eso lo que le dio la vida”.

Los alumnos repararon en las verdades que acababan de escuchar. Se dieron cuenta de lo importante que era hacer su propia vida con sus acciones, ser dueños de ella, trabajar por la paz y la justicia (“Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro”), ser felices y ser, ante todo hombres y mujeres, “en el buen sentido de la palabra, buenos”, graduarse con Premio Extraordinario en la Universidad de la Vida, que es el único título verdaderamente importante.

Desde un trabajo que en 3º de ESO realizó la antigua alumna de este instituto Lucía Basco, les recordó unas palabras del buen escudero Sancho: “Mi amo miró siempre por los demás, por los débiles y menesterosos. Tampoco es cordura pasarse la vida atados a las miserables obligaciones cotidianas. El hombre necesita al menos un gramo de fantasía, como mi amo derrochaba por esos caminos. Y fue eso lo que le dio la vida”.

Pensaron que todo lo que les habían dicho era bueno. Y así, decidieron ponerse manos a la obra para ser hombres y mujeres que ofrecieran lo mejor de sí mismos a la sociedad a la que pertenecían.

Removíase mientras Don Quijote en su asiento queriendo intervenir: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Y asintiendo a las palabras del ingenioso hidalgo les aconsejaron los profesores: leed, viajad, conoced, descubrid por vosotros mismos, no permitáis que sean otros quienes os lo cuenten. Vivid y sentid por vosotros mismos, no por los que otros os digan. Tened vuestro propio criterio.

Llegados a este punto, fueron desfilando de uno en uno para recoger sus orlas ante el orgullo y admiración de familiares y amigos, tras lo que, como la ocasión requería, marcharon a celebrar juntos su amistad, una amistad fraguada a lo largo de estos años y que, sin duda, perdurará para siempre.

Algunos de ellos tarareaban la canción de Toy Story que habían aprendido de pequeños y que tan bien venía al caso:

“Hay un amigo en mí/Hay un amigo en mí/Y cuando sufras, aquí me tendrás./No dejaré de estar contigo, ya verás./No necesitas a nadie más./Porque hay un amigo en mí/Hay un amigo en mí”.

Otros, sin embargo, miraban de reojo ante el temor de que alguno de esos pesados que les habían hablado se les quisiera unir a la fiesta para volver con sus sermones, que aún podían ser mucho peores tras alguna copa de más. Pero no. Cada uno supo dónde tenía que estar, de modo que todos terminaron felices y comieron perdices (o pizza).

Y en este punto es donde debería decirse aquello de “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.”

Pero no, aquí no acaba este cuento, porque alguien, desde la más absoluta modestia, yo, no puede irse de aquí sin una breve pero intensa lista de agradecimientos: en primer lugar a la enseñanza, la profesión más hermosa del mundo, que durante 37 años de mi vida me ha hecho la profesional más feliz del mundo, y a la que volvería sin duda si tuviera la oportunidad de volver a nacer; a mis alumnos, de este y de otros centros en los que he impartido docencia, de los que tanto he aprendido y a los que tanto he querido y admirado; a mis compañeros y compañeras, grandes profesionales que, contra viento y marea y contra todas las piedras que la administración se empeña en poner una y otra vez en nuestras ruedas, siguen adelante con su vocación y su entrega; a las familias, que tanto hacen en el apoyo por la educación de sus hijos e hijas y, por supuesto, al IES Playa San Juan, en el que he desarrollado los últimos 19 años de mi carrera profesional, donde he tenido el honor de compartir mi tarea con enormes profesionales de la enseñanza tanto en el equipo directivo como en la función docente, y que me ha permitido combinar mis dos grandes vocaciones, la educación y el periodismo -las dos profesiones más hermosas del mundo-, con la coordinación durante todos estos años de la revista, nuestra revista, Ola18. E incluso, y por supuesto también, al personal no docente, que con su amabilidad y educación exquisitas, tanto contribuyen a nuestra labor educativa.

Por todo ello, gracias, gracias, gracias.

Y ahora sí. Ahora sí es cuando vienen al caso las palabras mágicas: “Colorín colorado, este cuento se ha acabado”.

Muchas gracias a todos. Buenas tardes y buena suerte.”

Acto seguido tomaron la palabra tres alumnos de 2º de Bachillerato, quienes tras contar varias anécdotas de este último curso agradecieron a sus familias y profesores el esfuerzo que habían realizado apoyándoles en todo momento para llegar hasta donde ahora se encontraban:

“(Parte teatral)

-Adriana: Buenas tardes a todos chicos, quién diría que hace un día estábamos llorando por matemáticas, hasta el punto de que algunos incluso dirían que casi inundamos su casa con nuestras lágrimas. Ahora empieza nuestro verano, y espero que la probabilidad de pasarlo en grande sea mayor que la del número de suspensos.

-Bosco: Bueno… Bueeeno… Has hecho el examen de matemáticas de sociales, tampoco puedes lloriquear tanto. Los de ciencias sí que nos podemos quejar, como siempre, nuestros exámenes han sido los más difíciles.

-Elvira: La nuestra de diseño nos va a poner un cero más brillante que nuestro futuro.

-Bosco: Tú cállate, que vas a artes.

-Elvira: Al menos tenemos tiempo para ducharnos, vosotros no.

-Bosco: (se huele el sobaco) (tose pero en plan niña) Puede ser.

-Adriana: Tampoco os enfadéis… Yo de latín hablaría pero… ¿los de letras existen? ¿Son realidad o forman parte de un mito griego?

-Elvira: Ya está, que si no, nos pasa como todos los días en el grupo de magma.

Bosco: Tienes razón. Eehhh… (saca una hoja). Es que esta parte era de Luly y Salma, no sabía que tenía que decir.

-Adriana: Ya se ha acabado un curso en el que hemos agotado la paciencia de los profesores y las víctimas colaterales han sido nuestra estabilidad emocional y la tele rota de 2ºB.

-Elvira: y no te olvides de las persianas bajadas de 2ºD desde abril que nos impedían ver les colometes de las que tanto nos había hablado Miquel.

-Bosco: El delegado de la clase de 2°A se propuso un día pintar las paredes de la clase de azul, pero la tinta del rotulador se acabó demasiado pronto.

-Adriana: A los de fundamentos ese DATO seguro que les parece muy interesante aunque no tanto como la balanza de pagos explicada por la sustituta de la sustituta de la sustituta.

-Elvira: Los de artes, este año no nos tendremos que preocupar por hacer bíceps porque con llevar la carpeta y las tres mil bolsas llenas de difuminos, carboncillos y la pibes conté ya hemos hecho suficiente.

-Adriana: Esa lista de materiales no parece tener fin, al igual que los textos de Kant que leíamos con Manuel o las interminables excepciones de oberta y tancada que nos repetía Marta.

-Elvira: bueno finalmente quería añadir que como nos hemos gastado súper poco dinero este año en material, magma y el hotel almirante han decidido hacer una collab con nosotros y hacernos un súper ofertón!!!

-Adriana: Espero que no os estemos durmiendo tanto como los vídeos franquistas en blanco y negro que nos ponía María a las 8 de la mañana o los interminables poemas de Lorca analizados por Néstor a la hora de la comida. De hecho, Lorca ha calado tanto que los de 2B afirman que a partir de ahora cuando miren la luna, verán un polisón de nardos.

-Bosco: Eso es dar el salto ecuestre.

-Elvira: Ahora ya hablando en serio, Nosotros, 2 bachillerato D, nunca olvidaremos cuando Colomina se compró la mascarilla de sonrisa, cuando jugábamos al lobo con Josefer, cuando Estrella nos decía tienes un cuatro pero está súper bien, o cuando hicimos el ritual de lentejas con Lorena.

En el mes de mayo, a punto de acabar primero de bachillerato, los alumnos de Segundo sorprendieron a Colomina con un ramo de flores lleno de cartitas; y aunque en ese momento no entendíamos muy bien por qué, algunos meses más tarde, todo tendría sentido y es que, Colomina, o como te llamamos nosotros, Colo, has sido una segunda madre para nosotros; relajándonos con tus trucos de respiraciones de cuadrado, abrazándonos súper fuerte hasta dejarnos casi sin respirar, hacernos sesiones de fotos con nuestro trabajos, cantando Mamma Mia, obligarnos a dejarlo tot tacat, emocionarte e ilusionarte cada vez que algo nos salía bien y preocuparte cuando las cosas iban mal.

Y qué decir de Alba, que se quedó encerrada en el baño y nadie la escuchaba darle golpetazos a la puerta y tuvo que venir Manolo a salvarla. O como diría ella, no salía de allí ni de plas . Hoy, Maite, el isologo no es Aiguafun es más bien Aiguasad.

Mireia, siento decirte que nuestros versos no son tan bonitos como los de tu querido Lorca, pero muchos mañana estamos en Mallorca y el resto viviendo también la vida loca.

Y ya para terminar, quería agradecer, cómo no, a toda mi clase que han hecho de estos dos últimos años una etapa inolvidable. Me siento de verdad, super afortunada y orgullosa de haber formado la familia que

tenemos , de las personas en las que nos hemos convertido y de haber conocido a gente tan diferente pero a la vez tan increíble. Por eso me da tanta pena, porque todavía no asimilo que ese momento ha llegado ya, en el que a partir de aquí nuestros caminos se separan, unos a Madrid, otros a Valencia, a Barcelona; pero siempre con un poquito de cada uno de nosotros dentro.

Bosco: Yo antes me he metido un poco con los otros bachilleratos, pero solo estaba siguiendo mi personaje. Realmente, todos los que hemos llegado hasta aquí tenemos muchísimo mérito, cursemos el bachillerato que cursemos. Hemos superado dos años de mucho estudio y estoy seguro de que todos estamos preparados para luchar por cumplir nuestros sueños.

Quiero agradecer uno por uno a todos los profesores que he tenido este curso, porque todos me habéis enseñado algo nuevo. Gracias a Pepi, porque con las matemáticas que nos ha enseñado este curso sé que no tenemos límite, solo tendemos al infinito. Gracias a Sara, porque nos ha enseñado que somos inmunes al antígeno «rendirse”.

Gracias a Esther, y antes Marian, porque gracias a ellas podremos encontrar el equilibrio en nuestras vidas, al menos si se trata de una reacción química. Gracias a Marta, porque cuando vaya a Mallorca sabré distinguir el dialecto oriental del occidental. Gracias a Elvira, porque nos ha preparado muy bien para la transición a la universidad, pero yo la transición no me la preparé muy bien. Gracias a Fran, y a Michael también, porque ahora sabemos distinguir los «false friends». Gracias a Alejandro, porque nos ha llenado la cabeza de ideas como Platón. Gracias a Gabi, porque nos has enseñado que es importante encontrar momentos para relajarnos y desestresarnos. Y gracias a Rosa, porque gracias a ella sé que lo que he hecho en mi discurso es un paralelismo. No he tenido la suerte de cursar física, dibujo técnico o cualquier asignatura que no estuviera en mi bachillerato pero sí en otro, pero todos los profesores de esas materias también habéis sido importantísimos para que salgamos preparados del instituto, y ojalá haber tenido clase con vosotros para poder agradecer vuestro trabajo personalmente.

Termina la etapa de nuestra vida en la que más hemos evolucionado como personas. Da igual lo que nos venga a cada uno en el futuro, seremos capaces de afrontarlo. Habéis sido todos unos compañeros de travesía magníficos, me llevo a

gente impresionante de este instituto y, aunque cada uno tome un camino distinto a partir de ahora, os guardaré siempre en mi corazón. Porque si tenéis un huequito en mi orla, siempre tendréis un huequito en mi vida.

Adriana: 10 junio de 2022, hoy la palabra de cinco letras del wordle de Jose Ignacio es ADIÓS. No habrá más kahoots en los que ganar a tu compañero de al lado tenga más mérito que la nota en sí ni habrá más adivinanzas psicológicas de Gabi sobre alguna fruta.

Duele pensar que no oiremos más anécdotas de Miguel Ángel en la mili o en Valladolid, y este verano os deseo muchos viajes, eso sí, en coche, para poder apreciar el paisaje.

Ansiábamos que llegase este momento y con euforia, tachábamos los días que faltaban en el calendario pero ahora se ha hecho realidad en un abrir y cerrar de ojos.

Siempre es duro decir adiós pero las despedidas son como los puntos cortos de historia, por mucho que queramos saltárnoslos, son necesarios para el conjunto, en este caso, de la vida.

Muchas gracias a nuestra magnífica tutora María, un apoyo incondicional que ha servido de unión en nuestra clase y quien nos ha cambiado el nombre a Sagasta, Canalejas o Maura para involucrarnos a fondo en la historia de nuestro país.

Sin duda, mi clase ha conseguido sacarme una sonrisa cada día y echaré de menos el compañerismo, las bromas en clase y los típicos ánimos de “no queda nada” en épocas de estrés. Mirando los costes positivos, sólo por esta noche no hay que cuadrar ningún balance y la mejor estrategia competitiva, es beberse las penas.

Hace 6 años entramos con mochilas cargadas de ilusión e incertidumbre y hoy nos vamos de gala, por todo lo alto, dejando un pedacito de nosotros en este centro.

Llega el momento de cerrar esta etapa para salir a la vida real, pero no os asustéis, recordad que la suerte favorece a los preparados y vosotros estáis listos para comeros el mundo.

Finalmente, muchas gracias a todo el profesorado por su dedicación, paciencia y entrega. A todos los tutores 2º de Bachillerato: Pepi Pardines, Miquel Tribaldos, María Sánchez, Maria Josep Colomina y Jose Ramón Ruibal. Ha sido un placer teneros durante este curso y sin vosotros no hubiese sido igual También al conserje Javi por sus amables buenos días, a Manolo por sus charlas informativas de la PAU. Al Equipo Directivo por hacer posible este acto y en especial a María José por la organización. Y por último al AMPA, porque sin su apoyo y colaboración esto no habría sido posible.

A continuación fueron subiendo al escenario los respectivos tutores para entregar las orlas a sus tutorados durante este curso. Así, Pepi Pardines (2º BAC A), Miquel Tribaldos (2º BAC B), María Sánchez (2º BAC C) y M. Josep Colomina (2º BAC D) de diurno y José Ramón Ruibal (2º BAC Nocturno) cumplieron el rito y ante ellos fueron desfilando todos y cada uno de los nuevos bachilleres.

Cerró el acto un representante de la Asociación de Madres y Padres, y tras ello todos los alumnos corrieron a abrazarse a sus familias y amigos y a hacerse fotos con sus tutores.

¡Enhorabuena, Promoción 2018.2022 del IES Playa San Juan!

IMÁGENES: MARISA LLORET.

2º BAC A con su tutora Pepi Pardines.
2º BAC B con su tutor Miquel Tribaldos.
2º BAC C con su tutora María Sánchez.
2º BAC D con su tutora M. Josep Colomina.
2º BAC NOCTURNO con su tutor José Ramón Ruibal y parte de sus profesores.