Durante este curso escolar 24-25, dos alumnas de nuestro centro han podido disfrutar de un intercambio de larga duración con dos alumnas del Gymnázium de República Checa. Intercambio que les ha permitido mejorar sus conocimientos generales, sus competencias comunicativas en otras lenguas y les ha ofrecido la oportunidad de impregnarse de la cultura, valores y costumbres de otro país de la Comunidad Europea.

Las dos alumnas de nuestro centro, Susana Cavanna y Iasmin Cojocariu realizaron el intercambio durante dos meses del tercer trimestre, de mayo a junio. Las alumnas habían alojado previamente a sus compañeras y, por tanto, ya tenían contacto con sus familias de acogida y un pequeño contacto con el idioma. Ambas se adaptaron muy bien en el centro educativo y con las familias de acogida.

La experiencia durante estos dos meses de intercambio Erasmus+ ha sido inolvidable. Las alumnas se han sentido acogidas por una ciudad llena de historia, cultura y gente amable. La convivencia con estudiantes de otro país les ha permitido abrir la mente, conocer el idioma checo, mejorar el inglés y aprender sobre otras culturas de una forma muy enriquecedora. Académicamente, fue una oportunidad excelente para crecer, participar en otras clases y proyectos que les motivaron a salir de su zona de confort.
Según sus propias palabras:
Iasmin: “Mi experiencia en Pilsen fue increíble tanto culturalmente como socialmente al hacer amistades que nunca olvidaré. Lo que más me impactó fueron las costumbres que tenían y lo familiares que eran. También las actividades fueron increíbles desde ver lo más profundo de la naturaleza a ver maravillosos monumentos arquitectónicos mientras que Praga me deslumbró con su arquitectura gótica y barroca, y la vibrante vida nocturna del barrio judío y la Ciudad Vieja. El contraste entre ambas ciudades me permitió experimentar tanto la República Checa más tradicional como su faceta más cosmopolita. La excursión a Viena añadió un toque imperial a mi aventura, con sus elegantes cafeterías y palacios. Aunque el tiempo fue relativamente corto, cada día estuvo lleno de descubrimientos culturales, nuevas amistades internacionales y momentos que marcaron mi perspectiva sobre Europa Central, desde degustar goulash y trdelník hasta navegar por el Danubio y caminar por el Puente de Carlos al amanecer.”

Susana: “Mi experiencia de movilidad en la República Checa ha sido una oportunidad única de crecimiento personal y cultural. He aprendido a adaptarme a un entorno completamente diferente al mío, compartiendo espacio con personas nuevas y descubriendo un estilo de vida distinto. Esta vivencia me ha permitido integrarme en la vida cotidiana de otra cultura, valorar sus costumbres y convivir de una manera abierta y respetuosa. También he disfrutado de momentos de conexión con la naturaleza y de tiempo a solas que me han ayudado a reflexionar y a conocome mejor.
Una parte muy especial de esta experiencia ha sido la amistad que he formado con mi corresponsal, Emma, una amistad que hoy sé que es fuerte y que durará toda la vida. Sin duda, ha sido una vivencia inolvidable. Totalmente recomendable.”

Previamente, durante la primera fase acogimos en nuestro centro a las dos alumnas checas: Emma y Šarlota. La estancia la realizaron durante el segundo trimestre, desde mitad de enero hasta mitad de marzo. Emma cursó 1º Bachillerato en el grupo de 1ºBach Artístico y Šarlota cursó 4°ESO en el grupo A. Aunque Emma ya conocía nuestro centro y parte del alumnado, porque había estado de intercambio con una movilidad en grupo el mes anterior, ambas alumnas se integraron muy bien tanto con el resto de los/as compañeros/as como en la dinámica de las clases.
Según sus propias palabras:
Šarlota: “Cuando llegué a Valencia para el Erasmus, empecé a ir a la escuela. Todos fueron muy amigables y rápidamente hice nuevos amigos, lo cual fue genial. Con la familia donde me quedaba, fuimos a un parque nacional cerca de Valencia para ver la puesta del sol, y fue hermoso.
Con la escuela, hicimos una excursión a Peñíscola, donde pasamos el día explorando.
Con la familia, fuimos a la playa y a la ciudad, y siempre fueron muy amables y me ayudaron mucho.
En general, fue una experiencia increíble e inolvidable.”
Emma: “Asistimos a una escuela asociada situada junto al mar. La enseñanza allí era diferente a la nuestra: menos formal, con trabajo en grupo frecuente y un ambiente más relajado. Los profesores eran más cercanos a los estudiantes, y en general había más espacio para la autonomía y el debate en clase.
Nos alojamos con familias anfitrionas, lo que nos ayudó a adaptarnos rápidamente al estilo de vida local. Aprendimos el ritmo diario de los españoles: noches más largas, la siesta, la vida al aire libre y su forma de aprovechar el tiempo libre. La comunicación diaria en español nos ayudó a mejorar tanto el idioma como la seguridad al hablar.
En nuestro tiempo libre exploramos la ciudad y sus alrededores. Visitamos, por ejemplo, la histórica Sagunto, paseamos por la ciudad, pasamos tiempo en la playa y conocimos la cultura local en mercados y festivales. A menudo pasábamos las tardes y noches con amigos, ya fuera en bares, en la playa o en restaurantes.
El programa nos aportó no solo nuevas experiencias, amistades y habilidades lingüísticas, sino sobre todo la oportunidad de vivir de cerca la vida cotidiana en otro país.”

Sin duda, este intercambio les ha ayudado a crecer tanto personal como académicamente, resulta muy gratificante saber que fue una experiencia única y que la recomendarían a cualquier alumnado que busque una experiencia internacional transformadora. Incluso saber que las familias de ambas también han realizado un intercambio para conocerse y disfrutar de la oportunidad que ofrece el programa Erasmus+.

¡¡¡Agradecer a nuestras alumnas y a sus familias, su participación y colaboración con el proyecto Erasmus+!!!

