El pasado jueves 24 de octubre disfrutamos de una jornada especial en nuestra salida a Randurías, como parte del proyecto de SOSTENIBILIDAD. Salir al aire libre, explorar la naturaleza y conectar con el entorno no solo es divertido, sino que también es fundamental para su desarrollo.
El contacto con la naturaleza les ofrece a los niños y las niñas la oportunidad de aprender a través del juego y la exploración, lo que estimula su curiosidad natural. Los colores, texturas, olores y sonidos del entorno despiertan sus sentidos, fomentando una mayor conciencia del mundo que los rodea. Además, actividades como caminar, chafar charcos, jugar con el barro, observar insectos o recolectar hojas, les ayudan a desarrollar habilidades motoras y de coordinación.
También es importante destacar los beneficios emocionales. Pasar tiempo en la naturaleza favorece la calma y el bienestar, disminuyendo el estrés y aumentando la felicidad. L@s niñ@s aprenden a relajarse, a sentirse libres y a desarrollar una conexión especial con el medio ambiente, lo que refuerza el respeto por la naturaleza desde una edad temprana.
“Un niñ@ tiene cien lenguajes, y el contacto con la naturaleza le permite explorar y expresar muchos de ellos” (Loris Malaguzzi)
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