Del 24 de mayo de 2021

Pasó ese tradicional Festival de la Canción de Eurovisión y se cumplieron los pronósticos que indican lo poco que cuenta aquí la calidad musical frente a otros aspectos, como son los tradicionales intereses geopolíticos, unos criterios artísticos caducados y, sobre todo este año, la necesidad de mostrar hartazgo y rebeldía por parte del voto del público (218 puntos para Finlandia y 318 para Italia).

En esta edición España ha quedado, con Blas Cantó como su representante, en la posición 24 de los 26 finalistas (41 países han participado en total). Tras la suspensión del concurso el pasado 2020 por la COVID, nuestro cantante no pudo interpretar el tema “Universo” y este año ha competido con la canción “Voy a quedarme”, cumpliendo con las reglas del concurso.

Nos queda preguntarnos si es tan importante mantenernos en este evento que, como otras situaciones, no va acompañando totalmente los intereses reales de la ciudadanía. La respuesta es sí, aunque creamos que pueda ser para dar visibilidad a jóvenes artistas que de otra forma no los conoceríamos. Por  ejemplo reconocemos al anterior cantante que participó en el festival de Eurovisión 2019 (puesto 22 de 26) y también en el concurso Eurosong, Miki Núñez. Al que oímos estos días en nuestro cole con su canción “Escriurem”, interpretada en esta ocasión por una veintena de músicos y grupos en favor de la recaudación de fondos, a través de la campaña solidaria #Yomecorono, para la prevención y cura del coronavirus.