El pasado 25 de noviembre conmemoramos en nuestro centro el día contra la violencia hacia la mujer. Sabemos que la violencia hacia la mujer no va a cesar por realizar unas actividades en un centro de educación secundaria pero estamos convencidas de que la educación es fundamental para desarrollar el respeto hacia los demás y dar visibilidad a un problema que nos acecha desde hace demasiado tiempo. Durante varios días realizamos diversas actividades que podrás ver en el vídeo que adjuntamos.
El alumnado de francés realizó dibujos con frases que sirvieron para realizar marcapáginas que repartimos durante la concentración silenciosa en la plaza de Santiago que tuvo lugar ese mismo día. Además, creamos una playlist con canciones en castellano, francés, inglés y valenciano. Os dejamos aquí el código QR por si queréis descargároslas.
Realizamos una pancarta «Stop violence aux femmes» con el alumnado de 1º ESO que también cantó «On écrit sur les murs». Llevamos a cabo un concurso llamado «La puerta violeta» donde alumnado de todos los niveles escribió textos en francés, valenciano, castellano e inglés en prosa o poesía sobre cómo evitar o cómo escapar de esta lacra que destruye nuestra sociedad.
Desde la comisión de Igualdad se redactó y leyó el manifiesto que se muestra a continuación, se colgaron cintas con los nombres de las mujeres asesinadas en nuestro país en lo que va de año y se propuso trabajar en tutoría un «violecímetro» mostrando al alumnado los distintos grados y tipos de violencia.
«El 25N, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el IES Navarro Santafé queremos poner el foco en las violencias que se ejercen contra las mujeres y las niñas por el simple hecho de serlo, unas violencias que trascienden las clases sociales, orígenes, cultura, edad o estado civil. Es causa y consecuencia del control social y la opresión ejercida contra las mujeres y golpea con especial dureza a las más vulnerables, en entornos de pobreza y precariedad, migrantes, con discapacidad, en el mundo rural, menores. Hasta el día 13 del presente mes de noviembre han sido asesinadas 82 mujeres.
Existe un amplio acuerdo a la hora de señalar que la violencia ejercida contra las mujeres es la expresión más grave de discriminación y de violación de los derechos humanos. Se estima que, en todo el mundo, al menos una de cada tres mujeres es víctima de violencia a lo largo de su vida. Por esa razón, la eliminación de dicha violencia es uno de los objetivos estratégicos de Naciones Unidas; pero, como este organismo advierte, los modelos patriarcales que la originan se reproducen, y la escalada de autoritarismos, populismos y fundamentalismos, así como de los movimientos negacionistas, antifeministas y de retroceso, están teniendo un impacto negativo en los esfuerzos por eliminar las violencias contra las mujeres, en especial, contra aquellas que sufren discriminaciones múltiples o interseccionales. Una muestra de ello es que más del 30% de las medidas de protección que se solicitan en los juzgados para las mujeres y sus criaturas son denegadas.
Nos preocupan los incesantes asesinatos de mujeres, el incremento de diferentes formas de violencia de género facilitadas por las nuevas tecnologías: en los ciberdelitos sexuales, el 84% de las victimizaciones fueron contra menores de edad, la trata de mujeres y niñas en el contexto mundial de las migraciones, la negativa en el acceso a la educación de las jóvenes en algunas zonas del planeta, la represión contra las mujeres por no cumplir con las estrictas normas de la tradición y las consecuencias desproporcionadas que la pandemia de COVID-19 han tenido, y tendrán, sobre todo en las mujeres y las niñas.
La violencia sexual en el ámbito de la pareja, expareja o relaciones amistosas está aún invisibilizada, ya que no se entiende como violencia infravalorar, cosificar y sexualizar a las mujeres. La cultura de la violación instaurada en nuestra sociedad minimiza los hechos, justifica a los agresores y culpa a las víctimas de la violencia ejercida contra ellas. La Fiscalía indica un aumento del 116% de agresiones sexuales cometidas por menores en los últimos cinco años.
La pornografía y prostitución son el núcleo duro de la cultura de la violación ya que enseñan a normalizar la violencia sexual: actos sexuales bajo la coacción, el abuso de poder, el engaño. La mercantilización y cosificación de las mujeres atenta contra su integridad física, su salud, su dignidad y sus más elementales
derechos. Nuestro país, uno de los principales lugares de tránsito y destino de la explotación sexual según Naciones Unidas, necesita políticas públicas más eficientes contra un sistema prostitucional que destroza miles de vidas.
Sabemos que el papel de la educación, en todos sus niveles, es una herramienta fundamental para la prevención de la violencia y, en este sentido las instituciones de educación deben ser un referente para la sociedad, por ello consideramos que es imprescindible poner en marcha la coeducación y romper los dañinos estereotipos de género, que consolidan roles de dominación (para el varón) y sumisión (para la mujer) desde la cuna y se refuerzan actualmente con toda la cultura del entretenimiento.
Por todos estos motivos, la comunidad de IES Navarro Santafé alzamos la voz para decir: ¡NI UNA MENOS!.»