Los alumnos de PR4 nos invitaron a celebrar el Día de la Paz (30 de enero) con uno manifiesto que leyeron a través de la megafonía del centro, y una exposición
DÍA DE LA PAZ MUNDIAL 30 DE ENERO
WOLDU RUIZ, PR4. Solo hay una cosa que me viene (y supongo que a todos) a la cabeza cada vez que oigo hablar de alguna guerra en un país lejano que se ha llevado a miles de personas por el control de los recursos naturales, desigualdades sociales, el auge de extremismos y nacionalismos o motivos étnicos, comerciales o tecnológicos. Matanzas pesadillescas por puro interés capital.
¿Por qué?
¿Por qué la humanidad se mata entre sí de forma tan horrible?
¿Por qué vemos como opción más factible el asesinato que compartir ente nosotros?
Sin embargo, hay algo que me preocupa más aún que la guerra de por sí, y es cómo su mera existencia nos es tan natural, que ya no nos exaltamos: nuestra creciente indiferencia y decreciente empatía nos ha acostumbrado…
Pero, continuando con la pregunta, ¿por qué?
Por lo mismo de siempre, interés, egoísmo, apatía, odio… Codicia.
Tal como dijo el propio Charles Chaplin: “ Pensamos demasiado, pero sentimos muy poco”.
Las guerras por el odio, heredados de generación en generación, bucles en forma de círculo donde el odiado pasa a odiar y hacerse odiar por otros, se han vuelto el día a día, y no pasa nada. Nada mientras ocurra en esos países lejanos, en esas tribus barbáricas. Nada mientras los que se maten sean árabes o africanos o cualquiera fuera de nuestra burbuja, nuestra preciada y cómoda burbuja. No nos importa, no mientras ocurra fuera, lejos.
Paradójicamente, en nuestra burbuja hay recursos naturales que importamos de fuera, de países sumidos es multitud de conflictos y, como buenos 1er mundistas extraemos de ellos todo lo que nos conviene para nuestro desarrollo: mano de obra barata, petróleo o minerales como el oro o coltán, entre otros recursos. Y todo lo que no nos interesa de los países en conflicto, lo dejamos fuera, incluso la realidad de la violación de derechos humanos o la necesidad de ayuda humanitaria.
Por favor, compañeros, no olvidemos que muchas guerras son, directa o indirectamente, responsabilidad nuestra.
30 DE ENERO, DÍA DE LA PAZ MUNDIAL
Tristemente, en la actualidad, el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación o la tortura son ejemplos de la violación de derechos humanos. Delitos penados, pero vividos en los países en guerra.
Sin embargo, las acciones que se centran en salvar vidas mediante la provisión de agua potable o entrega de alimentos y productos de higiene básica nos hacen creer en la existencia de personas aún sensibles a estas tragedias. La ayuda humanitaria de las ONG y nuestra colaboración con ellas es, por ello, fundamental.
Arthuro Salazar, PR4
En el año 2020, el mundo vivió multitud de conflictos armados como la GUERRA DE SIRIA que comenzó en 2011. Desde entonces han muerto 380000 personas y 12 millones han salido del país para poder salvar sus vidas . Siria, lamentablemente, ha sido destruido en su mayor parte.
Otros de los tristes conflictos armados es la GUERRA DE YEMEN. Yemen es uno de los países árabes más pobres y su guerra comenzó en 2015. La guerra ha provocado una terrible hambruna que sufre más del 60% de la población. Y no olvidemos la GUERRA DE ORIENTE PRÓXIMO que engloba tres grandes conflictos : la eterna lucha entre Israel y Palestina , la guerra de Irak y Afganistán, y la grave tensión entre Estados Unidos e Irán .
Es duro imaginar el sufrimiento de todas las familias que no han podido escapar del conflicto o que han perdido a seres queridos .
Ainhoa García PR4
Lamentablemente, siguen existiendo guerras como la del SAHEL, una franja que recorre de este a oeste el continente africano. Lleva activa desde principios de siglo y se involucran países como Costa de Marfil, Nigeria, Chad y muchos otros. En el centro de este se encuentran multitud de conflictos interétnicos, armados y clanes yihadistas. Gran parte de su situación se debe a los intereses geopolíticos, luchas étnicas y la fragilidad de los estados, en los que imperan la corrupción y los regímenes autoritarios.
No podemos olvidar tampoco el conflicto de SUDÁN DEL SUR que pervivió durante seis años, finalizando el pasado año. La avaricia por controlar los numerosos recursos naturales que posee como diamantes, oro, cobre o zinc lo convierten en objetivo bélico. Actualmente, el país vive una de las hambrunas más graves del planeta.. Una vez más, en un país con tanta riqueza, son los más débiles quienes sufren las consecuencias.
Raúl Colomer, PR4
La guerra ha convertido reinos enteros en polvo
¿Alguna vez te has parado a pensar en todos los niños que mueren por la guerra?
¿Y qué hay del hombre o mujer que llora por haberlo perdido todo a causa de una bomba?
¿Alguna vez te has parado a pensar cuánta sangre inocente hemos derramado?
¿Y qué hay del nuevo amanecer que para miles de personas será el último?
¿Y qué hay de toda la alegría de vivir que a miles de personas se les escapa de las manos?
¿Y qué importa nuestro color de piel?¿Acaso no tenemos todos el mismo cerebro para pensar y el mismo corazón para sentir?
¿Y qué hay de los bosques talados? Quemados a pesar de sus súplicas.
¿Y qué hay de los mares contaminados?¿Y de la cantidad de fauna y flora destruida por la acción humana?
¿Y qué hay de los animales? ¿Qué hay de los animales que lloran y han sido masacrados sin piedad.
¿Y qué hay de los valores de la naturaleza que nos enseñaron de niños?¿Crees que los estás respetando?
¿Alguna vez te has parado a observar cómo la Tierra llora y cómo pide ayuda?
¿Qué le hemos hecho al mundo? Solo te pido que te detengas un momento a pensaren nuestras acciones.
¿Qué hay de nosotros?¿En realidad nos importa?
Y yo os pregunto, mares, bosques, animales y personas ¿acaso no somos todos hermanos? Y entonces, ¿por qué permitimos que nuestros hermanos mueran?¿Acaso no es el deber de los hermanos el de cuidarse y protegerse?
Mucha gente piensa que un mundo sin guerra y sin sufrimiento no sería posible. ¿Pero acaso no parecía imposible que un hombre pisara la Luna?¿Acaso no parecía imposible curar enfermedades? ¿Acaso no parecía imposible volar?
Y el caso es que todos los logros que parecían imposibles, sí lo fueron gracias a la gente que creyó en ellos y que día tras día luchan por volverlos un poco más reales.
Muchos piensan que es inútil luchar, porque una sola persona no puede cambiar el mundo. Pero ¿qué hay de todas esas personas que piensan como tú? Apuesto a que, uniéndonos, ya no seríamos una sola persona. Y TODOS, con un mínimo gesto, podemos cambiar el mundo. Así que respeta a los que no son respetados, quiere a los que no son queridos, ayuda a los que nadie ayuda. Trata con respeto a gentes, campos y océanos. Lucha por hacer del mundo un lugar mejor. Lucha por la paz. ¡VIVE LA PAZ!
Alejandra Cegarra, PR4