Un viaje para recordar
Lucía del Valle, 2º ESO C
Desde muy pequeña soñaba con viajar a países remotos, y por fin llegó el gran día. Mi sueño hecho realidad. ¡Un crucero! Podía ir a muchos sitios y sin maleta.
Viernes 15 de junio
La mañana del embarque fue luminoso. Paseando por el barco soñaba que estaba en una película. ¡Titanic!
Al llegar al camarote y mirarme al espejó, pensé: aquí empieza mi gran sueño.
Nos reunieron en cubierta y nos explicaron cómo ponernos el chaleco salvavidas.
Más tarde, al entrar en el comedor y ver toda la comida y los camareros impolutos y preparados para servirnos, “fue maravilloso”.
Sábado 16 de junio
En mi primera escala en la costa de Francia, bajé del barco y dí un paseo por un pueblecito encantador que me trasportó al pasado. Unas horas más tarde, el reflejo de la luna iluminó el barco.
Domingo 17 de junio
Al despertar, pensé “un nuevo día y una nueva aventura. Hoy llegaré a Roma”.
Al pisar la ciudad eterna pensé: esto es un museo al aire libre. Desde el Vaticano cogí un autobús panorámico y disfruté de la ciudad más maravillosa del mundo.
Lunes 18 de junio
Hoy llegaré al puerto de Nápoles, y desde allí subiremos a Pompeya. Al entrar en las ruinas imaginé cómo sería la ciudad con sus casas, las calles empedradas… y al ver las vitrinas donde estaban las formas de los cuerpos cuando quedaron sorprendidos por la erupción… ¡Qué tragedia!
Martes 19 de junio
Por fin hoy es el gran día: ¡Florencia!
Día de excursión a las colinas de la Toscana, un paseo agotador pero gratificante.
El museo en Il Palazzo Vecchio, encantador. Y al pisar el salón de los 500 pensé: “He tocado el cielo”.
Miércoles 20 de junio
Hoy al despertar he pensado quedarme en el barco disfrutando de sus actividades, pero poder conocer Túnez y su exotismo y visitar el zoco… No he podido resistirme.
Nada más bajar del autobús y llegar al museo de cerámica pensé que estaba en otra época.
Jueves 21 de junio
Hoy el viaje es sin escalas, pudiendo disfrutar del barco, donde hay concursos, bailes y mucha diversión.
Sentada en cubierta con un libro, mi sueño se acaba.
Adiós, atentamente,
La chica del barco