Las barreras a las que se enfrentan las mujeres sordas que son víctimas de la violencia machista conforman una realidad desconocida para la mayor parte de la sociedad, y en ocasiones las herramientas que se ofrecen a las mujeres víctimas de malos tratos no son accesibles para ellas. Estas mujeres sufren una doble vulnerabilidad. Desde los Ciclos de Atención a Personas en Situación de Dependencia e Integración Social queremos visibilizar que este colectivo debe tener los mismos derechos que el resto de mujeres, erradicar la invisibilidad que las discrimina y propicia otros efectos negativos, como las barreras de comunicación que impiden el acceso a los recursos y servicios contra la violencia de género de la forma en que todos nos merecemos.