Ayer nos reunimos en la sala de usos múltiples no solo para conmemorar un día que marca una lucha histórica por la igualdad de género, sino también para reflexionar sobre la importancia de sensibilizar a nuestra sociedad frente las desigualdades. Levantamos la voz para reivindicar el derecho a la igualdad de las mujeres, a vivir en un entorno libre de discriminación y violencia, un derecho fundamental que nos une a todo el mundo en este camino hacia un futuro más justo y equitativo.
El 8 de marzo es un día de conmemoración y reflexión, donde hacemos un llamamiento a la acción. Emplazamos a todos los sectores de nuestra sociedad para trabajar unidos en la creación de entornos seguros y acogedores, donde la igualdad no sea solo un ideal, sino una realidad palpable. Que este 8 de marzo sea un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva de proteger, secundar y educar, no solo por el bienestar de nuestras mujeres, sino por el de toda nuestra comunidad.
Es por eso, que con profunda repulsa tenemos que hablar de un reciente suceso en el IES Ramon Muntaner de Xirivella, donde un alumno agredió gravemente a una profesora. Este acto representa una violencia inaceptable, y además refleja las urgentes necesidades que tienen que ser atendidas dentro de nuestra sociedad, especialmente entre nuestros jóvenes.
Es imperativo poner en marcha procedimientos eficaces por parte de todos los agentes implicados para gestionar y dar respuesta adecuada a estos adolescentes. Nuestros centros educativos se encuentran en la primera línea de esta batalla, pero necesitan de recursos y medidas que actualmente están fuera de nuestro alcance.
Nosotros continuamos aquí, en nuestro IES Beatriu Civera, y queremos dar las gracias al alumnado y profesorado implicado en este y en tantos actos de nuestro instituto; gracias a las instituciones, la AMPA y a las familias que nos acompañan en el proceso educativo de nuestros jóvenes; gracias por vuestra valentía y compromiso. Juntos, podemos perseguir y pelear por los cambios.